Hoy el presidente de España, Pedro Sánchez, ha dicho en el Congreso de los Diputados que nuestro país sufre una oposición política destructiva “rendida a la ultraderecha” y apela al “espíritu de acuerdo”, lo cual suena muy bien pero vuelve a ser un lanzamiento al aire, pues nadie se cree estas palabras desde ninguno de los espacios políticos, aunque sea cierta su necesidad.
Tenemos que parar la pelota, solicitar un tiempo muerto para todos los que lo quieran asumir, juntarse sin mirar al pasado de esta legislatura, y reflexionar sobre lo que necesita España en la próxima década. Mucha tarea para ninguna posibilidad de llevarse a cabo, por incapacidad de salir del marco mental del enfrentamiento..
Ni la oposición actual del PP sirve para buscar un espacio de juego político que resulte válido, ni el PSOE es capaz de entender en dónde están los límites de la educación democrática, estirando unos Presupuestos Generales que no se deben prolongar más años.
La basura o el ruido hay que encauzarla para tranquilizar la vida social. Lo necesita España incluso de cara a Europa. Salimos perdiendo todos con nuestras caras de asesinos políticos. Y se necesita cuando antes, volver a los caminos de estar cada uno en su sitio, pero sin tantos odios, con el estilete de la finura político, y no de la soez violenta verbal que constantemente vamos aumentando para parecer más chulos que los contrarios.

