La comparecencia del presidente del Gobierno en la Comisión de Investigación en el Senado en la llamada equivocadamente Comisión Koldo, ha sido una clara fotografía del momento actual de España. Una pena, una incapacidad, un tiempo perdido y abandonado al caos.
Otra vez más, el que salió ganando no ha sido el que iba en mejores condiciones para ello, ha sido VOX a base de lo que vimos sumando errores del PP con la astucia del Presidente. Diríamos en general, que se lo estamos poniendo a huevo.
La intervención del portavoz del PP, Alejo Miranda de Larra, fue desastrosa y caótica, incluso en tres ocasiones y dentro del barullo de sus intervenciones en la Comisión de Investigación, gritaba para pedir la retirada de sus preguntas, para intentar que las respuestas se centraran en lo que no estaba consiguiendo.
En este tipo de formato de interrogatorios, quien debe estar nervioso es el que comparece para declarar. Nunca el que pregunta y desea sacar información.
Si quien pregunta se pone histérico, se demuestra que va perdiendo. Y en este caso incluso los gestos de las dos personas que acompañaban en los laterales al preguntador del PP, eran de un idioma no verbal absurdo y de infantil, al menos de preescolar en política.
Es cierto que se buscaba poner nervioso, lograr que el Presidente perdiera los nervios y se equivocara en su estrategia de evitar el ruido y moverse entre la calma. Y se equivocaron en la estrategia y en la persona que quiso hacer de inquisidor.
Todos salimos con la sensación de que hay más, hay incluso y previsiblemente, mucho más; pero eso hay que demostrarlo y dejarlo muy claro.
Aunque hubiera sido un pequeño detalle, un hilo del que tirar, se debería haber logrado una luz nueva, y no se logró nada. Si embarramos todos y con todo, nunca veremos nada.
Si los protagonistas de una jornada tan tensa pero a la vez tan importante, son la marca de unas gafas y un Peogeot lleno de miles de personas, la cosa queda en un circo o en una suma de chistes y de nervios histéricos, que no han servido para nada.
Nota.: Me pregunta un amigo qué técnica hubiera utilizado yo, si hubiera tenido el honor "cucado" de ser el que preguntaba. Es un papelón, pero primero hay que asumir que 50 minutos dan para mucho. La calma es un factor que se debe utilizar. Hubiera elegido un solo punto débil de todo lo acontecido hasta esa fecha, a lo sumo un solo tema y dos laterales muy similares, y solo me hubiera centrado en ese punto desde distintas ópticas y detalles.Pongo como ejemplo (uno de ellos, hay muchos y algunos más importantes) en el tema de los sobres con dinero en efectivo fotografiados por la UCO. Alguno era de casi 3.000 euros, una cifra ya muy sospechosa. E ir sumando respuestas del compareciente del tipo: "No lo sé".

 
