31.7.22

¿Cómo será el mundo en el año 2099? ¿Y por el camino?


Si pudiéramos hablar hoy con alguna persona que fuera adulta en el año 1922 le preguntaríamos cómo veían ellos esos años 20, recién salidos de una I Guerra Mundial, donde todo parecía alegría y gozo, la URSS se afianzaba y los EEUU crecían hacia una felicidad que triunfaba incluso entre los banqueros que se hundieron siete años después, y aunque los camisas negras fascistas empezaban a crecer alarmantemente en Italia y Hitler se empezaba a apoderarse democráticamente de Alemania. Nada nuevo, pues los descubrimientos eran ilusionantes como el de la insulina. 

Era un nuevo mundo. 

Nadie podía imaginarse qué sería de ese mismo mundo en el año 1999, al acabar ese siglo XX. Y la realidad es que entre 1922 y 1999 pasaron tantas cosas que el mundo no se parecía en nada. Bueno, sí, seguían existiendo las guerras que no pararon en todo el siglo XX y se seguían muriendo miles de niños de hambre. Pero el mundo era totalmente diferente.

Hoy, en este 2022 mediado, tampoco tenemos ni idea de cómo será el mundo en el año 2099. 

Estamos en la misma posición introspectiva como estarían los que se preguntaban eso en el año 1922. Nunca pudieron imaginar qué mundo habría en 1999. 

Los cambios viene poco a poco y casi sin darnos cuenta. 

Partimos de un número de comodidades —quien la tiene— y de grandes inventos sobre todo en comunicaciones, que nos impide imaginarnos un mundo diferente y mejor. Los que nos ponemos a pensar creemos hoy que ya nada puede cambiar a mejor. Por eso muchas veces creemos que todo irá a peor. Caemos en el negativismo, posiblemente, por un exceso de positivismo callado, admitido sin decir.

En los años 20 las chicas bailaban en los cabaret, eran los “Dorados” los “Locos” los “Felices” años 20 que acabaron en bancarrota. El sexo se empezaba a plantear con luz y las comidas eran diferentes, alegres, llenas de licores y de alegrías. No había televisión, internet, teléfonos en el bolsillo o coches asequibles a todo el mundo. Pero nadie lo pedía pues tampoco se lo imaginaban.

Tampoco ahora en el año 2022 sabemos qué pedirle a la vida pues no somos capaces de imaginarnos en qué se nos convertirá este mundo en su camino hacia el 2099. No somos capaces de imaginarlo pues no estamos conformados para ver muy a largo plazo, si acaso a corto, y desde esas nuevas posiciones seguir avanzando paso a paso.

De hecho no somos capaces de imaginarnos si en el 2030 —solo a siete años de distancia— habremos vencido la pandemia, qué lugares en el mundo estarán en guerra, qué avances en Sanidad habremos logrado, qué habrá pasado con el inmigración desde la pobreza hacia la vida normal, si el coche será ya eléctrico o de hidrógeno o de carbón vegetal.

Como somos incapaces de pensar a siete años vista, o al menos, de medio asegurar nada de lo que puede suceder, simplemente tenemos que ir caminando, construyendo con los ladrillos que cada día vamos encontrando en el camino, comportándonos como animales que a veces utilizamos la razón de supervivencia empleando todas las herramientas que ya hemos ido recogiendo en estos siglos.

Cuando a principios del año 2020 se nos dijo que teníamos que quedarnos en casa, sin salir lo aceptamos sin rechistar. Lógico. No se nos dijo que teníamos que saber que se nos morirían nuestros padres y abuelos en las Residencias sin podernos despedir, sin poder ir al entierro mas que de dos en dos, sin que ellos pudieran ser asistidos en un hospital aunque hubieran cotizado 50 años de su vida laboral lo aceptamos.

Nuestra capacidad de adaptación, de aceptación incuso, seamos españoles o indios, chilenos o argelinos, es tremenda y muy similar. Pensamos que no hay otra que obedecer y aceptar, incluso pensamos que lo más cómodo es hacer caso al que nos gestiona como ciudadanos. Y callamos y apretamos los dientes.

Uno de los grandes retos en el mundo occidental y debería referirme a España como ejemplo, es saber en qué punto se irá transformando los Servicios Públicos actuales en su camino hacia el 2099. 

Algunos de ellos son imprescindibles en la misma medida en que son insostenibles. 

Y esas diferencias entre la necesidad y lo que queremos hacer para que se mantengan, se nota claramente en estos años de la década 20 del siglo XXI. Nos quejamos de esos Servicios Públicos, pero no hacemos nada para reflexionar sobre las reformas que debemos realizar para que puedan seguir existiendo. No hemos llegado ni tan siquiera a la fase dentro de esa reflexión, de que algunos cambios necesarios son muy profundos.

Podría hablar de la Justicia, de la Seguridad, de la Sanidad o de la Educación, pero también de la Democracia, de la Participación, de la Igualdad o de la Sostenibilidad del actual planteamiento social. De la Desigualdad o de la Globalización Positiva y de la Globalización Negativa.

Todos estos adjetivos o planteamientos de realidades que necesitan reformas profundas, son a veces tan sumamente complejos y es tan poca la capacidad del mundo para querer analizar el reto de modificarlos, que se prefiere optar por dejarlos quietos y esperar sus evoluciones. 

En el mundo hay decenas de formas y fórmulas diferentes para atajar, modificar, resolver estos problemas. Depende de cada zona social, económica o geográfica y cultural.

Es imposible llegar a acuerdos que sirvan para todos. 

Por lo que es inevitable que las reformas y cambios se hagan siempre por la fuerza. Por las guerras. Y quien gana es quien decide qué cambia y hacia dónde quiere modificar.

No sabría decir cuántos siglos llevamos dentro de guerras que se solapan. A veces nos confundimos para tranquilizarnos, diciéndonos que llevamos equis décadas sin guerras. Es mentira. 

Lo que en realidad queremos decir es que llevamos décadas sin guerras cerca de nosotros, dentro de nosotros. 

De las 136 guerras de diferente tipo y duración que hubo en todo el siglo XX, solo durante parte de los años 1924 y 1925 no hubo una guerra declarada, durante el resto de los otros 98 años había guerras en alguna parte del mundo. 

En este siglo XXI ya llevamos conflictos armados en 22 sitios diferentes, el más reciente en Ucrania comenzó en el año 2014 pero con la invasión de Crimea nadie quería ver una guerra que se ha ido transformando en el actual conflicto.

El ser humano necesita las guerras para moverse y avanzar, para transformarse, para cambiar, para tomar posiciones estratégicas que hace que manden unos y tengan que obedecer otros. Esto es un horror, pero es así desde hace siglos, por no querer irme más atrás.

Una guerra es matar, es debilitar, es conseguir territorio, pero sobre todo es imponer normas e ideas, culturas y modos de vida. Nadie (casi) hace una guerra para quedarse una península o un país, todos (casi) las hacen para convertir ese espacio conquistado a su modo de vida, a sus normas, y junto a ese espacio geográfico a sus gentes. Y junto a sus gentes, a sus economías productivas y de consumo.

Al final todo es Cultura, Religión y Economía. 

Desde este 2022 al 2099 nos (os) quedan 77 años por delante para transformar el mundo no sabemos hoy hacia qué. Dependerá de vosotros. Y también dependerá de vosotros saber en qué lugares se producirán las próximas 70 guerras, quién las ganará y quién las perderá. Podríamos ponerle lazos a este reflexión, pintarla de rosa o de colores pasteles, pero será inevitables.

Os esperan antes de acabar este siglo, que lo verán terminar los niños que hoy están naciendo, unas entre 70 y 100 guerras importantes por Cultura, Religión o Economía.


26.7.22

El Candidato y los Gabinetes de Comunicación

A grandes rasgos, en el siglo XIX los partidos políticos eran estructuras mínimas y los candidatos, elegidos en circunscripciones uninominales, eran los que asumían el protagonismo. El candidato estaba muy por encima de las siglas que decían representar.

A lo largo del siglo XX, la cuestión fue cambiando y las siglas iban pesando más, convirtiendo a los partidos en entidades de masas, con un fuerte componente ideológico, que votaban sus candidaturas. Eso fue así en Europa, y, con los paréntesis dictatoriales, en España. De tal manera, que la Constitución de 1978 los reconoce como instrumento fundamental para la participación política, que lo son.

Obviamente, hubo figuras reconocibles (González, Suárez, Anguita, Fraga, Pujol, ….), pero las siglas tenían peso político y figuras respetadas mayoritariamente podían no ser votadas masivamente (Suárez y el CDS). Partido y candidatura se contrapesaban. 


Un candidato o candidata que quisiera destacar debía contar con el favor de la militancia y unas siglas podían arrastrar voto más allá del candidato o candidata.

En la actualidad, con las tecnologías de la comunicación y la información, estamos volviendo a una situación hasta cierto punto análoga al siglo XIX. Las elecciones las gana Ayuso o Moreno (con campañas que casi esconden las siglas). Se vota a Sánchez, a Iglesias o causa rechazo Casado y simpatía Feijoo.

Pedro Sánchez cambia su ejecutiva y lo anuncia días antes del Comité Federal, que es un trámite donde no cabe el debate. La decisión estaba tomada y difundida por la prensa.

Sin ningún cambio ideológico o estratégico, Feijoo va subiendo en las encuestas porque cae mejor a su electorado que un personaje tan mediocre como Casado.

La izquierda tiene una candidata, Díaz, que se desmarca de los partidos.

Nada que no hayamos visto cerca: Macron, ministro de Hollande, abandonó el PSF y creó un movimiento ciudadano (En Marche!) que le llevó a la Presidencia. Mélenchon fundó un movimiento ciudadano (France Insoumise) “fuera del marco de los partidos” con el que cosechó casi un 22% del voto en las pasadas presidenciales.

Los gabinetes de comunicación ganan peso y crean un candidato o candidata en detrimento de las estructuras de los partidos y la militancia y, en consecuencia, los medios de comunicación acrecientan su indudable poder de influencia.

Jorge Marqueta

22.7.22

¿Cuánto nos importa de verdad Aragón y España?


España parece que nos importa un pepino a los españoles, así que sin ninguna duda: España no le importa a casi nadie. En política las formas sí importan y mucho. Que el PSOE haga cambios en sus direcciones sería lo lógico si se ven las orejas al lobo, pero insisto en lo de las formas. ¿Así es lo correcto para cambiar de conductores?

Yo me enteré —más de dos dos días antes de la reunión final— de que Pilar Alegría iba en ascenso. Mal invento este, pues yo no soy del PSOE y en teoría los Comité de cualquier partido deberían servir para reflexionar, dilucidad, votar y decidir. 

Si yo me entero con tanta antelación… ¿con cuánta se han producido los cambios reales sin la necesidad de convocar Comité?

Eso sucede en todos los partidos políticos, no soy nuevo en estas lides, pero es triste y preocupante, sobre todo con la que está cayendo en forma de una desafección creciente. 

Tantos cambios en tan pocas semanas desaniman a los cercanos a las decisiones si ellos no han sido tocados o al menos consultados. Alguno ha decidido hacerse el sordo y no acudir.

Que nos importe poco España, aunque digamos en los corrillos de nuevo cuño que nos importa un huevo, es una forma preocupante de comportamiento social. No vale con decirlo en Redes o ente los amigos. Hay que trabajarlo. Y sin duda, sin ninguna duda, quien dice España dice Aragón, que esa es otra.

Deberíamos empezar por templar gaitas y calmar las aguas. Por tener ideas nuevas y posibles, y mostrarnos como Grupo, como Equipo, y no como pandilla de amigos. 

Ya, si lo entiendo, los que tienen que cambiar no quieren. Pues nada, seguiremos igual o peor, es lo que toca en estos tiempos, hasta que nos den dos hostias bien dadas.

Nota.: La viñeta es de El Roto para El País, del año 2016


20.7.22

¿Son imprescindibles los partidos políticos en las democracias?


Como vivimos en tiempos líquidos que ya han aprendido a adaptarse a su continente antes de que nos demos cuenta los que los habitamos, cualquier cosa que entendíamos segura e inamovible resulta que puede ser puesta en consideración o en solfa, buscando recursos distintos que puedan funcionar mejor o al menos diferente. Y en estas nos encontrábamos cuando ya se empieza a decir en algunas reflexiones de importancia si los partidos políticos como instituciones democráticas son insustituibles o no.

Un partido político es una organización casi empresarial que su único beneficio es poder gobernar. Recuerdo que no todos los beneficios son en dinero, también lo pueden ser en ideas, en lograr que se cambie una sociedad.

Sus militantes fueron un activo importante hace años pero ahora la desafección de la sociedad —al menos en España y algunos otros países mediterráneos— es de tal envergadura que los militantes son escasos, pagan poco, y en la mayoría de los casos no son activos o bien por que no les dejan los dirigentes o bien porque no lo ven atractivo trabajar para nada, con la que está cayendo de insultos a cualquier tipo de actividad que suena a política.

En realidad la calidad de los partidos políticos ha bajado muchos en las tres últimas décadas, por la propia desafección inclusos de sus dirigentes válidos si estos no obtienen el poder que creen les corresponde.

Llegados a este punto nos preguntamos todos: 

¿Son imprescindibles los partidos políticos para que funcione la democracia? 

¿Puede haber otro tipo de organizaciones sociales que tomen su espacio, sin convertirse en partidos políticos? 

¿Qué deberían modificar los partidos políticos en sus estatutos, en sus formas de comportamiento, para recuperar su importante sentido social?

La principal respuesta a todo ello está dentro de otra pregunta: 

¿Quieren los dirigentes de los actuales partidos políticos realizar cambios para que siguen siendo imprescindibles en la democracia? 

¿Se dan cuenta de la desafección en aumento, o eso mismo les simplifica el camino, para que los que gestionan sigan gestionando pero con menos críticas?

Aunque la principal pregunta sería otra. 

¿Existe recambio a los partidos políticos, sin que se resienta la propia democracia? 

¿En algún lugar, en algún tiempo, ha existido algo que siendo democrático, haya funcionado sin organizaciones políticas?

Excesivas preguntas, y casi ninguna respuesta. Es intentar adentrarnos en un mundo desconocido, sabiendo que lo que existe actualmente no sirve, pero que nadie sabe qué podría surgir de nuevo. Sin Rey muerto, y sin Rey vivo.

El planteamiento mas sencillo y que ya está sobre la mesa es que los propios partidos políticos se aúpen junto a asociaciones de todo tipo, apegadas a la sociedad, y que trabajen entre ellos en conjunto. 

Teóricamente parece lógico, pero la realidad nos dice que el problema es repartir sillones y poderes, y allí ya no existe generosidad. 

Sin ti no soy nada, pero contigo me quedo sin almuerzo. 

Así que ya empiezan a sacar la cabeza estas Fundaciones o Asociaciones de izquierdas para reclamar sus espacios. Desde sus debilidades de saberse pequeñas y sin ingresos para ser independientes.

Creo que están en esta década, aquellos que intuyen que algo importante hay que cambiar, como dejando que se vayan hundiendo los partidos tradiciones, algo casi imposible por su propio poder orgánico pues son los que manejan los dineros y los sillones. Pero creen que no están maduros para caer, aunque sospechan que hay que actuar antes de que se nos hunda del todo el edificio tradicional.

Lo intentó Podemos con sus primeros planteamientos que se fueron convirtiendo en partido político tradicional. Lo quiere intentar ahora SUMAR puliendo y dando lustre a las iniciales propuestas de Podemos.

La derecha no tiene estos problemas pues a ellos le va bien como está todo ahora. 

Sin fuerza interna suficiente y diferente a los poderes de reparto que haga de liebres ,y admitiendo que si son conservadores, lo mejor es conservar lo que ya existe. Es la izquierda la que se debe plantear si esto es suficientemente soportable para que al final por no querer reformarlo, no nos quedemos sin plumas y cacareando.

Todos estamos muy atentos en España a 2023, pues marcará un antes y un después, sin que nadie sepa con seguridad en qué consistirá ese posible cambio de marcos mentales. 

Cada vez parece más seguro que el ciclo socialista se tambalea, que la derecha ahora con Feijóo empieza a respirar y sin salvavidas de extremos, y eso hay que a poco que no se equivoque Podemos, sus restos y sus hijos, pueda —como ya dice el CIS— ser una tercera fuerza política con capacidad para marcar estrategias de futuro.

¿Todavía hay que esperar un año más para que se empiecen a ver luces nuevas? Pues podrían verse de inicio tras las municipales de mayo 23, y ya no queda tanto para eso.

Julio Puente Mateo

16.7.22

Seamos pesimistas. Lo mejor para nuestro futuro


Algunos dicen que no hay que ser agoreros, que no debemos ver el mundo en negativo, sino con ganas de vivir y de superar las incertidumbres, que todo lo que sucede es lo habitual en los ciclos de la vida. No digo que no puede ser así, pero a su vez digo —como Bill Gates— que en estos periodos complicados es mejor pensar en negativo, como un pesimista, para tomar decisiones como tal, que son las que nos pueden ayudar en el futuro.

Hay que gastar menos, hay que intentar ahorrar algo de nuestros ingresos, hay que prepararse para una crisis que sabemos se abrirá en canal a partir de septiembre y que de momento nadie sabe hasta cuando llegará.

Hay una serie de variables que la pueden convertir en pequeña o en grande. Dos principalmente. La Pandemia que no para y la invasión de Ucrania, que puede moverse hacia cualquier tipo de escenario.

Con la pandemia volvemos al millón de contagiados diarios, mal contados y que si bien no son graves, afectan a las economías productivas de todo el mundo y a esa globalización en la que nos habíamos tumbado para descansar.

Sobre Ucrania debemos entender que Rusia nunca se va a dejar ganar por "otros". Una vez comenzado el conflicto solo pueden existir dos escenarios posible. 

1/ Ucrania casi desaparecerá del mapa europeo, para que Rusia logre una seguridad que ellos entienden amenazada.

2/ Habría que vencer a Rusia con todas las consecuencias admitiendo que Ucrania no puede hacerlo. En la misma medida en que Ucrania pueda ir ganando o recuperando terreno, su invasor empleará más métodos y fuerza para evitarlo. 

Seamos sinceros aunque no nos guste decirlo. 

Rusia no está empleando más que una pequeña parte de su potencial militar. No hablo de armas atómicas, al menos de momento, hablo de armas convencionales. Las opciones de que la situación empeore son muchas y muy variadas. 

Y cualquier gripe en Ucrania y su zona de influencia nos afectará a todo el mundo occidental, pues son tantas las variables posibles, incluidas algunas hoy en silencio, que excepto la negociación, todo suena a muy malo.

¿Habéis visto el vídeo de New York de esta semana, explicando lo que se debe hacer en caso de ataque nuclear. En un video del canal "NYC Emergency Management", el Ayuntamiento de la ciudad recomienda seguir tres pasos urgentes después de que ocurra el ataque. Es una tontería de escaso contenido, pero es un ejemplo de que las pocas posibilidades de que se produzca un colapso las están analizando desde diversas posiciones.


14.7.22

¿Podemos hacer algo diferente? Sí, obedecer


La Unión Europea, nuestros Jefes, nos solicitan limitar el uso del aire acondicionado a no menos de 25 grados y la calefacción a no ponerla por encima de los 19 grados. Y aconseja que las industrias con capacidad para ello, usen otras fuentes de energía alternativa, para aumentar las reservas gasísticas cuanto antes.

Está claro, vamos a tener un invierno frío, tras un verano excesivamente caloroso.

¿Alguien pensó en que la invasión de Ucrania no nos pasaría factura?

Tener 19 grados en invierno no es tan malo, simplemente hay que estar con un jersey. Tener en verano 25 grados cuando en la calle hace 40, es un buen alivio y se ahorra mucha energía.

Que nos adviertan de que los trenes bajan de precio y de que los transportes urbanos también, es prepararnos para decirnos que la gasolina va a subir sin control hasta no poderla pagar.

¿Podemos hacer algo diferente? Siíiiiii. Obedecer. 

Es la crisis del 2022 y la veremos reflejada en los libros del colegio como ya está la de 2008 o la de 1973. Todo pasa, pero también es cierto, que todo se repita a costa de ser torpes sin capacidad de entender casi nada.

¿Qué son las criptomonedas? ¿Y su futuro?


Está llegando un mar de dudas a lo que se estaba anunciando desde hace unos buenos meses, las criptomonedas viven en un mundo paralelo, extraño, sin suficiente control, y su apariencia de gran negocio se basa en gran medida en un sistema piramidal muy conocido y descontrolado por los que deben vigilar esa limpieza de los procesos en donde se mueve mucho dinero.

Ahora toca recoger bártulos sobre todo si no somos expertos en mercados de inversiones, y hacernos una clara pregunta: ¿Por qué alguien mete sus ahorros en algo que no entiende y no puede controlar?

Los primeros, los fundadores y sus acompañantes de inicio…, han ganado mucho dinero. No hay duda. 

Pero como en todo, cuando alguien gana dinero es a costa de que alguien lo pierde, lo ha perdido o lo va a perder y no lo sabe.

Son productos financieros y de inversión ajenos al mercado habitual, con unos controles que dicen nuevos y además advierten de que son así para hacerlos más seguros. Pero siguen siendo opacos y a veces inentendibles.

Si una empresa de criptomonedas tiene unos activos moviéndose por los mercados de 10.000 millones convertidos en sus propias monedas, pero en realidad solo tiene 200 millones de activos que las sujeten en monedas habituales…, en cuando alguien deja de creer en las criptomonedas todo se hunde. 

Si se empiezan a vender y no hay nadie que compre, solo se pueden pagar o convertir en dinero oficial hasta 200 millones, el resto, pachín pachán, se pueden cambiar por otras criptomonedas, pero sin salir de ese mercado digital. 

Eso, o encontrar a compradores que quieren pagar mucho menos del valor nominal ante los riesgos. Sueles ser los "Últimos de Filipinas".

¿Qué es una criptomoneda? 

Pues un tipo de moneda digital que utiliza la criptografía para proporcionar un sistema de pagos seguro y sin controles de los Estados, de momento

Aunque las veas fotografiadas, no se poseen, no se compran físicamente, sino se compran sus valores en digital, ni hay recibos en papel, que por otra parte el papel tampoco garantiza nada.

Los billetes de euro o dólar que tenemos en la cartera también son virtuales, no se sujetan con la misma cantidad del dinero que hay en circulación. 

Pero en teoría es una moneda con controles estatales, con revisiones legales y escritas de lo que se puede hacer o no hacer. 

A nadie le vemos creando nuevas monedas cada semana y que en cuanto entran en los mercados son intercambiables con el resto de monedas cripto o de monedas de otros bancos centrales. 

Se calcula que hay en moneda en efectivo en todo el mundo unas siete veces el valor total del PIB mundial, tenemos en circulación, en billetes o en apuntes contables siete veces lo que produce el mundo en un año. 

Pero es que en criptomonedas se calcula que a fecha de hoy hay unas seis veces más que en billetes y apuntes contables en monedas conocidas y reconocidas.

Se calcula que hay en el mercado unos 10.000 tipos de criptomonedas diferentes. ¿Y eso? Pues es muy sencillo de entender. Cualquier criptomoneda se crea a 1 dólar de valor, paridad con el dólar. Y se deja en el mercado para ver cómo se mueve.

Enseguida que sale una nueva se quiere comprar casi con urgencia por parte de los que están inmersos en estos mercados financieros digitales. Saben que esa moneda que al cambio es 1 x 1, enseguida subirá mucho. 

Un Ethereum que en 2016 (cuando salió al mercado) valía 1, ahora vale 1.100 pero ha estado a 4.000. El que compró a 1 y vendió a 4.000 ha ganado 4.000 veces. El que compró a 3.000 y las quiere vender hoy perderá 3 veces lo invertido. Y estamos hablando de unos 130.000 millones de dólares en esta moneda. ¿Qué sucedería si petara del todo?

¿Quieres jugar a eso sin entender mucho y sin poder controlar nada?



13.7.22

¿Qué viene tras la política? ¿Quien lo inventará?


La política se basa y se mueve por cauces y modos similares a la vida habitual y normal. Por eso cualquier decisión en la política es también normal, dentro de la anormalidad de algunas de ellas. Las personas que se dedican a la política activa, las que cobran por ser políticos, son cada vez de "peor calidad" simplemente porque los "excelentes" han decidido cambiar de oficio.


En la última década al menos, estamos asistiendo a una auténtica caza al político, a una minusvaloración de todo lo que suena a política. Sin política no hay democracia, pero eso no lo entendemos bien como sociedad.


Y por otra parte hay una decepción en aumento hacia las decisiones de los políticos, auspiciadas por la baja calidad de los gestores a nivel político y por la excesiva crítica desaforada y sin presentar alternativas, de todos los que rodeamos a la política.


Abrazar la empresa privada desde puestos de la política sería el ejemplo mas habitual, menos ilegal, pero éticamente mas preocupante, para todos los que asistimos desde la grada de la sociedad a las dimisiones cuando vienen mal dadas, pues minusvalora el respeto a la política.


Golpear la política tiene un precio contra la democracia que no sabemos valorar, y que cuando nos presenten la factura ya no dará tiempo de rectificar. Pero los golpes a la política no solo los damos los ciudadanos de a pie, también los que siendo políticos se equivocan en los tiempos y en los modos.


Todos los que estamos dentro de la política somos seres humanos frágiles y llenos de mochilas. Como todos. Pero a veces hay que soportar el peso, y buscar el momento bueno para disimuladamente, cambiar de acera. Es un precio más de la política, a la que nadie nos obliga a entrar.


Los que tenemos más años de los que nos gustaría, sabemos que la política está ahora débil, que se van perdiendo personas en las dos últimas décadas que podrían ser líderes, y que esto sucede en todos los países, en todos los territorios, en todas las formaciones políticas. Tendríamos que preguntarnos el motivo.


Las personas son muy importantes para mantener levantado un edificio y cualquier empresa importante…, pero las organizaciones lo son más. 


Una persona se puede cambiar, una empresa o un partido político solo se puede abrir o cerrar.


Todas las organizaciones de cualquier tipo tienen que estar preparada para tener recambios, también para levantar la cabeza, soplarse el polvo acumulado y poner sonrisas a los problemas. Y esto ni es fácil ni lo dejan construir los que desde dentro en un momento dado deciden dejarlo todo, incluidos los escombros sin recoger.


Hace ya muchas décadas que nos dimos la oportunidad de podernos divorciar. Y no por eso se ha hundido el mundo. Pero es verdad que en casi todos los divorcios, los hijos son los que salen perdiendo.


Julio Puente

Las alas de mariposa de los voluntarios


El otro día me hablaban de las alas de mariposa que tenemos los voluntarios, no como una crítica sino como una realidad que no sabemos gestionar o corregir desde las asociaciones que tenemos que gestionar a los voluntarios. 

Las personas somos libres de entrar y de salir, y cuando el voluntariado de totalmente gratuito, es mucho más sencillo de que se rompan las alas.

No estoy de acuerdo con el uso y a veces abuso del actual empleo del voluntariado en España. No voy a entrar al análisis de lo que se hace en otros países pues cada uno tenemos nuestras necesidades y nuestras formas de ser. Quiero hablar solo de España.

Necesitamos MUCHO a los voluntarios, pero no los sabemos cuidar, no somos capaces de entender que esas alas de mariposa, frágiles, deben tener alguna contraprestación.

Tanto para los jóvenes voluntarios como para los voluntarios de más edad. Cada grupo con sus diferencias. 

Entender esto es sentar las bases para que esas alas sean más fuertes y no se rompan con tanta facilidad.

No hablo de pagar al voluntariado, eso rompe el espíritu del mismo. O al menos no hablo de pagarla con sueldos teóricos y fijos. 

Pero el Estado y con él todos los órganos que utilizan voluntarios que de forma fija hacen un trabajo a veces de varias horas semanales, deberían tener en cuenta que puede haber diversas maneras de ser recompensados las personas que hacen de voluntarios por su trabajo, para ponerlo en valor.

Y también para poderlos controlar en su calidad de asistencia y de ayuda. 

Podríamos estar hablando de precios especiales en Museos Públicos, en piscinas municipales, en transportes urbanos e interurbanos, etc. 

Esto supone un coste, no tengo duda, pero del voluntariado se aprovechan también los ciudadanos que no quieren pagar más impuestos. Y que a su vez no quieren tampoco colaborar con el bienestar social como voluntarios.

Los voluntarios nunca pedimos nada a cambio, recibimos el bienestar de un trabajo que nos satisface y se nos gratifica con eso. Pero estoy hablando de otra cosa, de que las alas que unen a los voluntarios con su Asociación sea más potente, más fuerte, más seguras. 


12.7.22

Modelo para saber si suben o bajan los contagios por COVID

Sabemos que la actual forma de medir los casos de COVID es errónea, o que no sirve para datar realmente los casos existentes. Ni en España ni en el mundo. Pero hay organismos que sí están intentando saber el número real de contagiados por COVID sobre todo en este aumento por las variantes BA.4 y BA.5 de Omicron y antes de que lleguen las próximas que ya parecen señalarse desde India como la Centaurus.

Según datos de los EEUU publicados por CNN a través de encuestas entre la población, en estos momentos el número de contagiados reales por COVID en los EEUU y en el mundo —por extrapolación estadística— estaría diariamente entre 6 y 10 veces por encima de los datos que se publican. 

Ahora se cuentan los sintomáticos mayores de 60 años, pero no los asintomáticos, ni a las personas menores de esa edad excepto que precisen ingreso hospitalario. Y estamos detectando muchos casos entre jóvenes, niños o adultos jóvenes. Las pruebas que se hacen son en casa con el consiguiente error o silencio de una parte de ellas.

Estaríamos en cifras similares a enero de 2022, en el momento más alto de contagios desde la aparición de la pandemia. Pero es también cierto que aunque se esté escapando de las vacunas como defensas ante la pandemia, los procesos de enfermedad son mucho más débiles, y no se convierten en graves en parecidas cifras de pacientes como con anteriores variables.

Tenemos un modelo muy fácil para determinar el número de contagios y si estos suben o bajan. Es nuestro propio círculo de relaciones. 

Si escuchamos a más o menos personas con COVID entre nuestros círculos secundarios y terciarios de relaciones, podemos adivinar claramente si está aumento y disminuyendo la carga de la enfermedad. 

No ya solo familiares, sino también amigos, o amigos de amigos, o vecinos. Esa suma de unas 200 a 300 personas como poco, nos indican claramente el comportamiento de la enfermedad y sus contagios en nuestros círculos de influencia. Y es muy sencillo detectar el tamaño del aumento o de la disminución de los contagios.

¿Quienes eran los de Coalición Democrática en el año 1979?

En la sociedad siempre hay una cierta tendencia a engañarnos todos contra todos. Podríamos engañarnos todos a favor de todos, pero no, siempre es todos contra todos. Os saco el ejemplo del partido en España que se presentó a las elecciones en el año 1979. Se llamaba Coalición Democrática. Obtuvo más de un millón de votos y 9 diputados. ¿Y quienes eran?

Pues simplemente eran los franquistas de la dictadura, agrupados alrededor de Manuel Fraga Iribarne, un ministro de Franco, y que con ideas más modernas que los viejos dinosaurios querían participar en la nueva democracia. Luego se llamaron Alianza Popular y después partido Popular en sus sucesivos cambios y refundaciones, en donde fueron perdiendo a viejos franquistas.

Se dijo entonces que Coalición Democrática, nombre de la candidatura liderada por Manuel Fraga en las elecciones de 1979, había visto minusvalorada su relevancia debido al pésimo resultado obtenido. Sin embargo, dicha candidatura tuvo una gran importancia. 

Coalición Democrática supuso la primera refundación de la derecha en la actual democracia, abandonando el carácter neofranquista que la caracterizó en 1977 para abrazar un centro-derecha democrático y constitucional. 

Si vemos sus lemas de campaña es muy complicado adivinar que eran los viejos franquistas. Hablaban de progreso, de centrarse, de proteger la libertad y garantizar el orden. Era según decían una Coalición Democrática. 

Cuando estuvieron dentro del gobierno de la dictadura de Franco era imposible hablar de esos temas, y mucho menos defenderlos desde dentro de los Consejos de Ministros o desde los Gobiernos Civiles. Pero enseguida cambiaron de traje.

Lo de engañar al votante viene de muy lejos. De esto han pasado 43 años, la mayoría de aquellos votantes hoy tendrán o tendrían entre 80 y 110 años de edad. Era otra España, pero los mecanismos de querer engañar se mantienen, disfrazados de nuevas tecnologías.

Es la hora de la izquierda…, si quiere la izquierda


Que la presentación del proyecto Sumar de Yolanda Díaz lograra reunir a 5.000 personas en este verano 2022 y con la que está cayendo en la izquierda española de apatía y desafección es un ejemplo claro de que es necesario un proyecto nuevo, no tanto diferente como que sea capaz de nacer tras un reset y una reflexión grupal.

Sin saber bien qué es Yolanda Díaz ni tampoco qué equipo será el encargado de construir el proyecto, a las dudas solo se les pueden anteponer las ganas, la necesidad.

Puede parecer a algo muy similar al primitivo Podemos, incluso recurrir a la idea de que tiene que ser la gente la que lidere algo tan importante puede sonar a populismo de otras épocas, e incluso decirlo también puede sonar a populismo. 

Pero lo cierto es que a la izquierda en España le hemos fallado las personas por muy diversos motivos. Y eso es lo que hay que trabajar, volver a recuperar la ilusión y los objetivos, las ideas y ponerle cara a las necesidades, mostrar que hay otras maneras de lograr mantener el Estado de Bienestar, mejor repartida y con menos heridos entre las personas que son más débiles.

No sé si el paradigma de los partidos políticos clásicos está agotado, tengo muy serias dudas pues creo que fallan los modos pero no el fondo. 

No sobran partidos, sino si acaso sobran tonterías y torpezas. 

Necesitamos defender la democracia y eso solo se puede hacer desde partidos políticos. Siempre ha sido así y de momento nadie ha inventado nada nuevo que lo sustituya.

¿Hay diferencias entre que SUMAR sea un partido político, una plataforma, una fundación, un proyecto, una colación de partidos o de asociaciones?

Sobre el papel sí, pero en realidad no pues se trata de conseguir formas de gestión, modelos de hacer partícipe a la sociedad de su propio destino y de su presente para convertirlo en futuro. Me sirve SUMAR pero también me sirven muy diferentes maneras de hacer lo mismo.

Lo que no me sirve es la división de la izquierda, el troceamiento, los insultos internos, el mirar al vecino como si fuera un enemigo. 

El único enemigo real es la apatía.

Julio Puente Mateo



Las guerras siguen sin ser inteligentes


El artista El Roto desde El País nos brinda imágenes excesivamente reales con muy pocas palabras. Insistimos en matarnos para conquistar territorios, vaciarlos de personas y destrozar sus ciudades para volverlos a llenar de otras personas reconstruyendo lo destrozado. 

¿Y para qué? 

¿No hay otros métodos de cambio de poder más modernos?



¿Trato de favor o Favores de trato? - Dedicado a Miguel Ángel Otín, mejorador de títulos…

La administración no tiene perras pero gasta más que nunca, paga las pensiones, sobrada con 20 céntimos de gasoil y zumo de frutas con azúcar, al precio duplicado del botellín de Ámbar.

La estatal pretende elevar su presupuesto de auto-defensa y coincidiendo se dividen las unidas, se sacuden las concertinas y pierden vidas inocentes, para constatar la envergadura estratégica de España para Occidente (hay un Santiago pero Pedro cierra España, es hasta poético). Entre tanto, el velado trío Argelia-Marruecos-provincia y matrícula de SH que llevaban los coches, con el puerto estratégico mundial de Las Palmas a un paso, no se conforman con ir a la espinilla en la Copa de Fútbol de África, oír el mismo raí y comer cuscús de cebolla y pasas en caldo de pollo con comino y sus respectivas alianzas uso-rusas nos la lían parda en precio de gas, cortes de suministro o justificación de que necesitamos una legión a la altura del paso del Estrecho de Franco.

No parece el momento oportuno socialista de llevar críos de Tindouf a las piscinas este año, huele como a caspa de otra generación, de cargarte por glam social de responsabilidades que no tocan permutadas por caniches (y los que hay, han cambiado, que decía Celtas Cortos).

Las administraciones autonómicas presentan inversiones pagadas por la resiliencia ésta para arreglar carreteras, terminar hospitales… lo que nunca han podido por impotencia. Para arreglar y terminar, cuál es el riesgo. Ya le gustaría a Aragón que la Diputación de Zaragoza pudiera a entrar a conservar las vías autonómicas pero no es así.

Ayuntamientos como Zaragoza ya hemos visto que cierran cicatrices urbanas desde cualquier otro presupuesto de los suyos, ponen flores a cascoporro, enronan de conciertos (es casi obligatorio salir a más este año que kilos de pescado azul por persona se comen en Aragón) con inversiones de las europeas o de sus sociedades.

Pero vas a algunos parques como cliente de los antiguos de veladores para echarte granizados y cervezas frías, dejándoles Salou a los gerentes y concejales, y te encuentras que están algunos vacíos, dizque en proceso de mejora por inversión y concesión.

Claro, como se denunció que pasa la semana pasada en Cuatro en grandes mega infraestructuras, cuando concentras, Azcón, se acaban creando oligopolios por el liberalismo perfecto hasta de los de poner cañas por antiguos modistos. Qué casualidad que ahora interesen las terrazas, es una de las riadas traídas por la pandemia, y que se mezcle gestión con renovación.

Eso encarece el contrato, bien, deja nuevo diseño que revierte al Ayuntamiento (discutible el envejecimiento de estas estructuras, ver instalaciones de restauración del Puerto de Vadorrey) pero el efecto fundamental que provoca es expulsar a hosteleros normales de la competencia.

Dado que un pringao cualquiera solo puede ser subcontratista porque no cuenta con una solvencia económica por el importe total del negocio: que exclusivamente tienen la alta restauración y conglomerados de servicios. Con exigirle al de la subcontrata el mismo vía crucis de exigencia…

Leí recientemente un libro del juez Bosch, una historia de la corrupción en España llamada “La Patria en la Cartera” que debería ser literatura recomendada a partir de ESO como troncal, para cualquiera.

Según los datos que más que arrojar vomita, las concesionarias de trenes, saltos de agua, hoy fracking, para construir las primeras líneas, derivadas de las de las minas de carbón y hierro de Vizcaya y Asturias, nunca prestaron del todo el servicio a su riesgo y ventura. Pagándose cantidades estratosféricas para la época al surgir RENFE en los 40 por los beneficios aparentes pendientes a sus significados y leales propietarios, los otros grandes de España (el apellido vasco o catalán da lo mismo, amics fins a l’infern, diría el capataz de la mina de Mequinenza).

Tranvía de Zaragoza, residencias de ancianos públicas a 20 años, mañana bares de parque, ayer pistas de pádel, cualquier político de los partidos de los de rotar (Sánchez Sagasta sucedido por Dato Feijóo) se comporta como el presidente Laporta con la deuda del Barça, compromete activos, expulsa a honrados arrendatarios por poco solventes y si entran Vox, CHA en autobuses de línea-taxis oscenses o Podemos, allí tienes que te comas 18 años pendientes con el que yo te dejo (no vamos a entrar en que sepas que me financia legalmente porque te echo del expediente por enemistad y por recusación).

El juez Bosch ponía el acento en el enriquecimiento de Franco familia S.L.U., sus ministros cuyos hijos son presidentes de emporios (de los que tres tendrán tuneladoras)… en un escenario que entiende no superado, del que Pujol, los ERE, Juan Carlos R, los fontaneros que son pocos pero también hay honrados del PSOE o PP no parecen sino que se hayan repartido las migajas. Qué hubiéramos hecho en su lugar, cuando viene un bancario del pueblo llano a rendirte trucada pleitesía.

En administraciones arruinadas, mete guerra y aumenta la recaudación por IVA; tramita concesiones y así sube el valor estimado del contrato.

Eso sí, en el Parque de San Pablo en plena ribera chic de Belloch suerte que algún loco aún dejó proyectada una fuente pública para beber los ciclistas agua caliente. Algún arquitecto sería al que le pidieron que priorizara el ambigú, que decía García Nieto, y tuvo piedad de quienes usamos el espacio público por caridad, como dentro de La Seo se está bien fresco.

11.07 Luis Iribarren

11.7.22

El mejor consejo para esta agosto. Y es sencillo y barato


Dice el economista Santiago Niño Becerra —que gusta o disgusta a partes iguales entre los economistas y colegas— que el mejor consejo para este verano es: "Si tienes 100, gasta solo 70 y ahorra los otros 30, para septiembre".

Sin duda me parece un gran consejo en tiempos de inflación alta como los actuales. Si además de una subida de un 10% del IPC seguimos consumiendo como antes, todos consumiendo en alegría desenfrenada, los que venden estarán encantados en subirnos otros 10% para ir viendo. 

La única manera de frenar la inflación es en estos momentos… consumiendo menos, pues hay una parte muy importante que es inevitable, toda la que se refiere a los precios energéticos.

Se nos dirá que no hay margen para mantener los precios, y podría ser real si no fuera porque es cierto en algunos productos y mentira en muchos otros. Los márgenes comerciales son en algunos casos brutales, y en los que no lo son, sucede que en parte de la cadena sí lo son.

Un agricultor o ganadero puede estar al límite de su supervivencia. Un transportista también. pero muchos comerciantes no. Los intermediarios de la cadena de distribución tampoco. Y algunos lo que deben hacer es ajustar sus procesos de trabajo.

Si el año pasado gané 100 y este año he ganado 20, no he perdido 80, simplemente he ganado 20. Entenderlo es muy sencillo, pero parece que asumirlo por parte de quien debería, ya no lo es tanto. 

Así que sí, Niño Becerra tiene razón. Este verano nos toca gastar menos, ahorrar más, pensar en que muy posiblemente en el otoño vamos a vivir un periodo complicado, y que a los IPC desbocados se unirán otros problemas que ya todos saben dibujar. 

Los presidentes de Argentina, Chile, Colombia y México, apoyando la democracia en España


Los presidentes de Argentina, Chile, Colombia y México han enviado mensajes de apoyo al exvicepresidente del Gobierno de España, Pablo Iglesias después de saberse el origen y parte de lsa implicaciones de las noticias falsas sobre una supuesta cuenta bancaria donde el partido Podemos habría recibido dinero del Gobierno de Maduro de Venezuela.

La información de este fin de semana, mostrando los audios grabados por el excomisario José Manuel Villarejo al director de la Sexta, Antonio García Ferreras y el directivo de Atresmedia, Mauricio Casals, destapando el origen de las informaciones falsas publicadas por el periodista Eduardo Inda –y luego difundidas en varios medios de comunicación de papel, digital y en televisión– sobre una supuesta cuenta bancaria abierta por Pablo Iglesias, y a la que habrían transferido 272.000 dólares desde el Gobierno de Nicolás Maduro de Venezuela, han suscitado entre diversos mandatarios internacionales una oleada de solidaridad con el exvicepresidente y exlíder de Podemos.

“Hoy ha quedado demostrado cómo se propalan noticias contra Pablo Iglesias para denostar a Podemos. Igual ocurre entre nosotros. Las noticias falsas difundidas por cierto periodismo para difamar, desanimar o perseguir dirigentes políticos, hieren profundamente a la democracia”, ha dicho el presidente argentino Alberto Fernández.

“Las noticias falsas le han hecho un profundo daño a la convivencia social. Aquí vemos lo que le han hecho durante años a Podemos en España, que no es muy distinto de prácticas de muchos en nuestra América Latina. ¡Cuidemos nuestras democracias!” ha dicho el presidente chileno Gabriel Boric.

¿Debemos soportar sin que nos cambie la cara hacia el asco, que dirigentes de otros países nos enseñen a España a ser democráticos? Pues tal vez sí, si no lo sabemos ser.

Julio Puente Mateo

¿Qué es el periodismo en un país democrático? ¿Qué NO debe ser el periodismo en un país que se cree democrático?


Las informaciones aparecidas sobre la mezcla de Antonio García Ferraras (Director de La Sexta) con Villarejo, mandos policiales y otros periodistas, contra Podemos y en la fabricación de documentación falsa para implicarle en ayudas desde Venezuela, a un mes de unas Elecciones Generales en España, es simplemente un intento de manipular los resultados electorales, es decir manipular la composición del Congreso de los Diputados en España.

Podemos pensar lo que nos de la gana, pero mentir a sabiendas desde varios medios de comunicación de gran influencia a pocas semanas de unas Elecciones es simplemente un intento de Golpe de Estado con resultados que nunca podemos valorar ni medir, pues es imposible saber qué hubiera sucedido si algunos de esos periodistas que aparecen en las grabaciones hubieran dicho la verdad…, en vez de apoyar las mentiras que influyeron en los resultados electorales.

Si avanzado el siglo XXI nos estamos preguntando todavía cuál es el papel que deben tener los periodistas en un país democrático, simplemente tenemos que empezar por reconocer que no estamos en un país democrático.

El oficio de periodismo ofrece profesionales muertos por retratar la verdad, las guerras y las violencias. Si en otros países como España nos dedicamos a ir de comidas o de cenas y a dejarnos engullir por el poder, por los poderes y poderosos que en ellas se reparten, es que no estamos viviendo en un país democrático. 

La Justicia no tomará el asunto como algo imprescindible de rectificar, la mayoría de los medios de comunicación pensarán que es "uno de los nuestros" y los ciudadanos nos diremos con la cabeza agachada que "estas cosas pasan". 

Y es cierto, pasan… porque nosotros queremos que sucedan.

Julio Puente Mateo


8.7.22

Yolanda Díaz y su proyecto Sumar se presentó… ¿y ahora?


Hoy Yolanda Díaz presenta en el Matadero de Madrid y para toda España su proyecto nuevo al que ha llamado "Sumar" y del que desconocemos casi todos. Sabemos que quiere sumar y que en semejanza al primitivo Podemos, desea que no se entienda como un partido político al uso, de los de siempre, de los habituales. Buen intento al que le tendrá que poner muchas ganas si desea suficiente éxito.

Debemos reconocer que el proyecto primero, el Podemos que surgió con ilusión y fuerza, se ha ido convirtiendo en un fracaso con la pérdida de sus líderes y el nacimiento aledaño de ideas como Más País o ahora Sumar. 

Insistir en lo mismo sería volver a fracasar. Poner como lema únicamente que "Los ciudadanos son los protagonistas" es volver al punto de inicio, a la casilla de salida pero con menos líderes y con la ayuda casi en solitario de IU.

Dice Yolanda Díaz que es sobre todo un Proceso de Escucha, que es tanto como decir que no es nada, o que todavía no es nada. 

Es verdad que se necesita una formación como podría ser Sumar o como antes era IU, pero ya sabemos todos que no es sencillo, que los errores de partida son muchos más que los posibles éxitos fáciles, y que es necesario entender que para "estar y sumar" se necesita a la sociedad que vota. 

Hay que aplaudir el intento, hay que escucharlo, estar muy atentos y esperar a que se clarifique. No lo tiene fácil, pero como la idea es necesaria para España y nuestra sociedad, hay que estar atentos para intentar adivinar hacia dónde se quiere dirigir.

7.7.22

¿Por qué queremos ser tan torpes y mantenernos en eso?


Casi 1.100 días después hemos vuelto a poder celebrar un encierro de San Fermín como elemento que fija tiempos. Excesivo parón social que no ha supuesto ningún punto nuevo de comportamiento. O al menos ningún punto positivo.

Para los Mayores tres años es una auténtica barbaridad. para los niños también pero ellos lo admiten de otra manera. Los adolescentes y los mayores somos los que de forma más contundente hemos sufrido ese concepto social de pérdida de tiempo. No hemos podido elegir.

Toca reconstruir modos, mirar hacia delante, trabajar más por todos y por el continente. Por la personas y la sociedad.

Esta semana hemos ido escuchando varias mentiras sobre Podemos. Muy triste la manipulación en la que vamos cayendo por falta de criterio y de responsabilidad de algunos periodistas. No todo sirve para zancadillear al contrario. En el deporte hay reglas.

España saldrá perdiendo, qe no nos quede duda. Cuando no nos comportamos bien como sociedad, por activa o por silencio, la factura la pagamos (la pagaremos) entre todos. Así que vayamos preparando el bolsillo. 

Ser torpes sociales parece un deporte nacional, pero siempre… siempre hay listos que se aprovechan de los torpes. De TODOS los torpes, también de los que nos callamos.

1.7.22

Estamos en guerra. Pero es del siglo XXI


Estamos viviendo ya en un mundo mucho más inseguro, y la mejor prueba de ello han sido las Jornadas OTAN celebradas en Madrid en gritos de éxito, pero a su vez de guerras y de asuntos bélicos. Cuando se habla de que hay que defenderse, es que se reconoce que hay enemigos.


Estamos en guerra.

No seamos niños, estamos en guerra y aceptarlo no es malo pues es cierto. Estamos en guerra aunque no se quiera decir.

Guerra del Siglo XXI para todos menos para Ucrania, guerra comercial, económica, tecnológica, social, estratégica, de innovación, de tanteo, de nuevas armas, guerra de jugar a matar y a ocupar espacios en el mundo. Europa al menos está en guerra y lo sabemos todos, aunque no lo digamos.

Como en todas las guerras las mentiras son lo habitual y no dejaré de repetirlo. Ni Putin es el único culpable, ni es tampoco ningún pardillo, aunque con arreglo al resultado de "SU" guerra esté demostrando que a torpe le ganan pocos.

Y como en todas las guerras, siempre al final habrá un ganador y un perdedor. 

Y de momento no tenemos ni idea nadie de quien va a ganar y quien va a perder, pues hay varias opciones, al menos más de dos. 

Así que debemos preocuparnos (o no) menos de lo que ahora no dicen que toca… y más de lo que realmente nos va a ir afectando poco a poco o de forma compulsiva, pues esta guerra ha venido para durar.