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7.11.25

Hablamos de Soledad y de soluciones


Hablaba antes en dos artículos sobre la Soledad no Deseada, el primero con pequeño apuntes sobre el problema en España y el segundo haciendo comparativas. Ahora voy a escribir un poco sobre las posibles soluciones y la importancia de la familia y entorno en este problema.

Las redes familiares influyen de forma decisiva en la soledad no deseada, tanto en España como a lo largo de Europa. Allí donde los vínculos familiares o de amistad son más estrechos y frecuentes, los niveles de aislamiento tienden a ser menores, especialmente entre jóvenes y mayores.

En países del sur de Europa (España, Italia, Portugal, Grecia) el apoyo familiar es clave. La convivencia prolongada con los padres y la alta frecuencia de interacción diaria reduce el aislamiento social, particularmente entre jóvenes y mayores.​ Pero este modelo ha ido decayendo en las últimas décadas, produciendo una ruptura del sistema.

El "modelo familista" se caracteriza por la confianza en la familia como principal fuente de apoyo, incluso sustituyendo el rol del Estado en protección social y cuidados de larga duración.​ Si falla o se convierte más débil por determinadas circunstancias y no entra el Estado o las instituciones a paliar el cambio, hay un serio problema.

Sin embargo, cuando la familia no puede ofrecer este respaldo —por motivos económicos, conciliación, conflictos familiares o salud— las desigualdades y el malestar emocional aumentan, lo que puede agravar la soledad, especialmente en hogares monoparentales o personas sin descendencia.

En el norte y centro de Europa (Suecia, Dinamarca, Austria), la familia cumple un papel más reducido en la vida cotidiana, pero existen amplias redes comunitarias y un mayor soporte estatal, por lo que la soledad se mitiga por el acceso a servicios públicos y actividades sociales organizadas, aunque las familias no funcionen como lo hacían en el Sur de Europa en el siglo XX.

El número de hogares unipersonales es mucho mayor en estos países del Norte, pero el riesgo de soledad se compensa con intervenciones proactivas y políticas de integración social, mientras que la dependencia exclusiva de la familia suele ser menor.​ Han aprendido a defenderse de estos problemas tras décadas de convivencia con la soledad, y también allí el voluntario funciona de otra manera.

La convivencia intergeneracional y los cuidados dentro del núcleo familiar (como el rol de los abuelos) pueden ser un factor protector frente a la soledad en el Sur de Europa, aunque también pueden generar sobrecarga y riesgo psicosocial con las personas mayores si no existe un equilibrio adecuado.

Las desigualdades económicas y la reducción de la estructura familiar tradicional (más hogares unipersonales, menos hijos) son factores que elevan el riesgo de soledad no deseada en toda Europa, especialmente cuando el apoyo familiar no puede compensarse con redes sociales o comunitarias alternativas.

En resumen, los países europeos con redes familiares estrechas (tipicamente mediterráneos) tenían menor aislamiento social, pero también mayores riesgos cuando la familia no puede suplir las carencias de apoyo estatal o comunitario, mientras que en los países con sistemas de bienestar fuertes, la protección social formal, mitiga la soledad aunque los vínculos familiares sean menos frecuentes.

Las políticas de apoyo familiar que inciden en la reducción de la soledad varían significativamente entre países europeos, con los modelos nórdicos y centroeuropeos mostrando los mejores resultados, gracias a una combinación de transferencias económicas hacia los cuidadores, servicios universales y programas comunitarios que refuerzan las relaciones familiares y sociales.

Destacan por un elevado gasto público en prestaciones familiares, conciliación laboral, permisos parentales y servicios de cuidado infantil universales, junto con programas de fortalecimiento de la parentalidad y acompañamiento socioemocional.

Finlandia, Noruega o Suecia ofrecen asesoramiento familiar, apoyo psicosocial y servicios de mediación; la Federación Väestöliitto en Finlandia proporciona desde terapia hasta herramientas digitales para mejorar la comunicación intrafamiliar.​ Son un buen ejemplo para copiar.

Estos sistemas reducen la soledad facilitando la integración social, el acceso a redes de apoyo y la conciliación de la vida familiar y laboral, tanto para padres como para cuidadores de personas mayores.

En los países mediterráneos (España, Italia, Grecia), aunque la familia es el principal pilar de apoyo, en estos países el gasto público en políticas familiares y de conciliación es notablemente inferior al de Europa central y del norte, lo que limita el impacto a gran escala.

Iniciativas recientes, como el Sello EFR (Empresa Familiarmente Responsable) en España y campañas de sensibilización, buscan promover la conciliación y el apoyo mutuo. Sin embargo, su cobertura y recursos son más limitados comparados con el norte.

El apoyo público a cuidadores y programas de acompañamiento para personas mayores como el “Hilo de Plata” en el País Vasco aportan valor, pero suelen depender más de la sociedad civil y de voluntarios.

Francia implementó en 2017 el programa nacional MONALISA, que coordina entidades públicas y voluntariado para acompañar y conectar a personas mayores en riesgo de aislamiento.​ Alemania destaca por el subsidio parental, apoyo financiero a largo plazo para familias y servicios de asesoramiento, combinando apoyos económicos con acompañamiento individualizado.

La UE promueve la creación de estrategias nacionales alineadas con una futura Garantía Europea para Mayores, reforzando tanto las ayudas directas como la innovación social en el fomento de redes familiares y comunitarias.​ Pero está en gran medida por desarrollar por diversos factores de estrategia incluso. 

El éxito depende de combinar políticas universales (transferencias económicas, servicios de conciliación), apoyo emocional y programas locales de acompañamiento y socialización, especialmente intergeneracional.

En conclusión, las políticas más efectivas de apoyo familiar contra la soledad son las que equilibran el respaldo financiero a políticas activas de ayuda para que la soledad no sea un problema, el acceso a servicios universales de calidad y la implicación de la comunidad a todos los niveles, adaptando las soluciones al contexto cultural y demográfico de cada país europeo.

Y hay que insistir para que no se nos olvide, que aunque cuando hablamos de Soledad, todos tenemos en mente la de una persona mayor, solitaria, dependiente crónica, sin familia, y en realidad la fotografía no es esa. Hay mucha soledad en la juventud, y la hay en persona mayores con recursos y familiares, que se ven casi abandonadas.

No es suficiente con una llamada de dos minutos al día, no es suficiente con una visita a la semana de una hora. La soledad se produce en el resto de días sin contacto de ningún tipo, sin comunicación, sin poder hablar y escuchar. 

Julio Puente




6.11.25

Factores que explican la soledad no deseada

Tras escribir algo muy general sobre la soledad no deseada en la anterior entrada, voy a referirme un poco sobre las diferencias en la prevalencia de la soledad no deseada entre países europeos, que se explican por una combinación de factores culturales, socioeconómicos, demográficos y estructurales.

Factores socioculturales y familiares

En los países nórdicos y centroeuropeos (como Dinamarca, Suiza y Austria principalmente) existen redes de apoyo público y privado muy sólidas y una mayor participación de muchos de sus habitantes en actividades comunitarias, lo que reduce la soledad personal. 

Hay que intentar crear y alimentar redes de apoyo en las comunidades, barrios, asociaciones, que palien de alguna manera esa soledad. ​Muchas veces una simple llamada telefónica, un minuto de charla en la calle cuando te cruzas con un vecino, sirven para ayudar a paliar la soledad y a dar seguridad pasiva. 

Los comercios de barrio también deben hacer una labor de apoyo pasivo en seguridad básica, y tener mecanismos de advertencia a la Red de Apoyo del barrio, para advertir si han observado cambios importantes en algunas personas. NO SE TRATA DE VIGILAR, sino de comportamiento humanos, de un humanismo muy básico.

En el Sur y Este de Europa (por ejemplo, España, Grecia, Bulgaria, ciertas partes de Rumanía o Italia), la soledad es mayor y suele relacionarse con la fragmentación de las estructuras familiares, con el envejecimiento y con la menor oferta de servicios de apoyo.​ 

Hay factores en el cambio cultural y social de la España de las últimas décadas, que nos han llevado a esa soledad en las generaciones nacidas a partir de los años 50 del siglo XX

Soledad es simplemente no tener con quien hablar. Algo básico entre las necesidades de las personas.

El individualismo cultural y la mayor movilidad residencial en algunos países, incrementan el riesgo de soledad, al debilitar la convivencia intergeneracional y lazos familiares.​ 

La peor relación con los vecinos y con el tejido social de tu entorno, el encerramiento en las viviendas por la llegada de múltiples entretenimientos pasivos, hace que las personas dejen de relacionarse con otras personas.

Factores económicos y desigualdad

En países con mayor desigualdad de ingresos, como algunos del Sur y Este de Europa, los niveles de soledad son más altos por la falta de ayuda y por no tener recursos para poder buscar soluciones de apoyo, que muchas veces no pueden pagar, sean de variado tipo y no solo presencial.​ 

El desempleo, la inseguridad laboral y el bajo nivel socioeconómico aumentan la probabilidad de sentirse solo, especialmente en grupos vulnerables.


Factores demográficos y salud


El envejecimiento poblacional es uno de los principales factores, ese edadismo que a veces tanto comentamos pero al que no le sabemos poner siempre una influencia negativa en la calidad de vida social. La soledad aumenta claramente con la edad y es más severo el problema cuanto mayor es la esperanza de vida sin tener compañía o en situaciones de dependencia.​ 

Las personas que viven solas, sin pareja o sin hijos cercanos, en grandes comunidades de vecinos o en localidades sin casi habitantes y todos de similar edad muestran tasas mucho mayores de soledad, especialmente en países del Sur.

Variables de salud mental y participación

La mala salud física o mental está fuertemente asociada a la soledad; en algunos contextos, hasta la mitad de las personas mayores con enfermedades crónicas o con discapacidades aunque sean leves, refieren sentirse solas de manera frecuente.​ La menor implicación social y comunitaria agrava el aislamiento, especialmente en regiones rurales muy pequeñas o con menor densidad de servicios sociales y culturales.

Síntesis comparativa

En suma, la menor soledad observada en los países nórdicos se vincula a redes sociales robustas incluso de apoyo voluntario, una igualdad socioeconómica mayor, un acceso universal a servicios y políticas públicas inclusivas.  

Mientras que en el Sur y Este de Europa, el envejecimiento, las desigualdades y el deterioro de las estructuras familiares, explican tasas superiores de soledad no deseada. Al perder gran parte de esas estructuras familiares por muy diversos motivos, tanto los adolescentes como las personas mayores sufren la soledad casi en silencio.

…continuará…

Julio Puente

Qué grado de soledad no deseada hay en España?


Según los últimos estudios hechos en España, en la actualidad, la soledad no deseada en nuestro país afecta alrededor del 20% de la población adulta, lo que equivale a uno de cada cinco residentes mayores de 18 años. Es un dato muy preocupante.

Este porcentaje se eleva en determinados grupos, como entre los jóvenes de 18 a 24 años (34,6%) y las mujeres (21,8%, frente al 18% de los hombres. Además, dos de cada tres personas que sufren soledad no deseada llevan más de dos años en esa situación.​Soledad no deseada en España

Afecta como hemos comentado al 20% de los adultos y sube a casi el 35% entre los jóvenes.​ Entre personas mayores de 75 años, la prevalencia alcanza el 20%; en el grupo de 55 a 59 años llega al 23,8%. La soledad prolongada es especialmente frecuente en personas con discapacidad (más del 40%).

Los factores de riesgo que logran aumentar esta problemática social y que afecta a la salud en general pero sobre todo a la salud mental, incluyen el aislamiento rural, la discapacidad, el bajo nivel de ingresos, periodos de desempleo y la escasa participación comunitaria.

En Europa, según datos recientes de la Comisión Europea y la encuesta EU-LS 2022, el 13% de la población declara sentirse sola con frecuencia o casi siempre, mientras que más de un tercio reconoce experimentar la soledad al menos ocasionalmente.


Por tanto, la soledad no deseada en España se sitúa notablemente por encima de la media europea (20% frente al 13%):

La prevalencia de esa soledad no deseada es inferior en algunos países del norte y centro de Europa, donde las redes familiares y comunitarias son más robustas.​ en cambio y con datos similares a los españoles, en países como Chipre y Grecia se reportan tasas superiores entre mayores, pero la media para la UE sigue siendo más baja que la española.

La soledad no deseada es un reto creciente en toda la Unión Europea, con impacto especial en jóvenes, mayores y personas vulnerables, aunque España presenta un problema más agudo que la media comunitaria.

España muestra uno de los niveles más altos de soledad no deseada en Europa, especialmente entre mujeres, jóvenes y personas mayores o con discapacidad, superando la media europea tanto en frecuencia como en duración del fenómeno. La comparativa internacional destaca la urgencia de políticas públicas específicas para combatir esta problemática social creciente en el contexto nacional.

Las diferencias en la prevalencia de la soledad no deseada entre países europeos se explican por una combinación de factores culturales, socioeconómicos, demográficos y estructurales.

En los países nórdicos y centroeuropeos (como Dinamarca, Suiza y Austria) existen redes de apoyo público más sólidas y una mayor participación en actividades comunitarias, lo que reduce la soledad.

En el sur y este de Europa (por ejemplo, España, Grecia, Bulgaria), la soledad es mayor, y suele relacionarse con la fragmentación de las estructuras familiares, el envejecimiento y la menor oferta de servicios públicos de apoyo.

El individualismo cultural y la mayor movilidad residencial en algunos países incrementan el riesgo de soledad, al debilitar la convivencia intergeneracional y lazos familiares.

En países con mayor desigualdad de ingresos, como algunos del Sur y Este de Europa, los niveles de soledad son más altos.

El desempleo, la inseguridad laboral y el bajo nivel socioeconómico aumentan la probabilidad de sentirse solo, especialmente en grupos vulnerables.

El envejecimiento poblacional es uno de los principales factores de problemas en salud mental. La soledad aumenta claramente con la edad y es más severa cuanto mayor es la esperanza de vida, afrontada sin compañía o en situaciones de dependencia.​ Las personas que viven solas, sin pareja o sin hijos, muestran tasas mucho mayores de soledad, especialmente en países del Sur.

La mala salud física o mental está fuertemente asociada a la soledad; en algunos contextos, hasta la mitad de las personas mayores con enfermedades crónicas o discapacidades, refieren sentirse solas de manera frecuente.

La menor implicación social y comunitaria agrava el aislamiento, especialmente en regiones rurales o con menor densidad de servicios sociales y culturales.

La menor soledad observada en los países nórdicos se vincula a redes sociales robustas, igualdad socioeconómica, acceso universal a servicios y políticas públicas inclusivas.

Mientras que los datos negativos en países del Sur y Este de Europa parecen deberse al envejecimiento sin redes de apoyo, las desigualdades económicas y el deterioro de las estructuras familiares, que explican tasas superiores de soledad no deseada.

…continuará…

Julio Puente.

5.9.25

Los tomates que le gustaban al hombre del restaurante


Ya estamos a viernes y esta semana se nos ha pasado… pues eso…  cada persona a una velocidad diferente; es la vida, esa que tenemos que aprender a disfrutar, y nunca es tarde.

Ayer en un restaurante de carretera tuve una pequeña conversación con una persona que me superaba en edad, algo complicado ya. Como es lógico le dejé hablar para escuchar e intentar aprender, aunque la mitad de lo que me dijo me sonó tan mal que eso lo borré enseguida. Y no, de eso no voy a comentar nada.

Él, ya jubilado desde hacía una década, disfrutaba con su huerto. Y me lo dijo abiertamente. 

En la vida hay que disfrutar con algo, con lo que te guste y creas que lo haces bien. Aunque sepas que para los demás es una tontería.

Él disfrutaba con su huerto pero en concreto con sus tomates, que intentaba seleccionar, tener semillero propio y sin grandes conocimientos, hacer pequeñas pruebas de sabor, color y tamaño. 

Yo me pierdo con esas cosas, pero me quedé con la idea de que aunque parezca inútil lo que haces a ojos de los demás, si te gusta hacerlo hay que lanzarse de cabeza aunque tengas 75 años. 

Y olvidarte de los ruidos que te rodean y que parecen querer llevarte a sus propios huertos.

Estaba el hombre ahora, con la idea de lograr unos tomates cherry redondos, de color marrón fuerte y con piel muy suave, que lograran incluso oler a tomates. Pero no poco, oler incluso la mata. 

Lo de menos son los tomates, lo de más… su ilusión y sus ganas. Eran feos, llenos de piquitos claros que les conferían unos tonos como de tomates enfermos. Pero olían a tomate y eso era lo que le gustaba al hombre.

¡¡¡Conseguido!!!


29.7.25

Depresión y sexo. Necesaria solución en la pareja


Sin duda en las personas con depresión, uno de los primeros placeres que se pierde es el del sexo, el deseo sexual. Y nos daría igual la edad de las personas, pues en todos los casos sucede igual, y el sexo en cualquiera de sus variables es muy necesario a cualquier edad.

Depresión y sexo no van unidos, más bien separados. Y eso hay que intentar resolverlo.

Una persona con depresión pierde el gusto por la vida y con ello por el sexo, y además, para añadir más problemas, casi toda la medicación que existe para la depresión afecta negativamente al sexo.

Los médicos, sobre todo los psiquiatras, deben intentar resolver este problema, tanto de manera médica, con viagra o similares, como con terapias psicológicas y de pareja.

Con cada problema sexual de un deprimido que viva junto a otra persona, hay un problema de pareja en donde es muy posible que al menos una persona sufre el problema con deseos sexuales no cumplidos.

La pareja se puede resentir en su relación si falla la relación sexual por problemas de depresión o por la medicación, por ello hay que intentar resolver este problema con urgencia.

El sexo no siempre es penetración o coito en el sentido más utilizado, sino también caricias, masturbación solitaria o no, contacto físico y psíquico.

Por encima del sexo debemos conseguir que exista relación de contacto entre las personas, pues nada puede hacer más daño a una persona deprimida, que perder la relación con las personas.

Debemos tocarnos más. El amor no es siempre penetración.

14.3.25

No queremos hablar del COVID


En general, en España no queremos hablar de lo que sucedió en el año 2020 en todo el mundo, pues intentamos olvidar siempre lo malo. Y lo del COVID fue una patada en los riñones de toda la sociedad, y sin saber todavía los motivos reales de su inicio.

Hay demasiadas cosas que no sabemos, pero ya nos da igual. Hubo excesivos errores sociales que nos marcaron y que cinco años después algunos de esos fallos, todavía arrastramos. Y nos da igual.

Hablamos mucho de las barbaridades que sucedieron en las Residencias de Ancianos, tremendo y en parte todavía oculto. Pero cerrar los colegios y universidades tanto tiempo fue un gran error que todavía pasa factura. 

Centrarnos demasiado tiempo en el contacto como medio de contagio, cuando era un virus que se propagaba por el aire, costó contagios mantenidos, y soluciones que no se tomaron en su momento.

Alrededor del COVID surgieron sin darnos cuenta, excesivos jetas y ladrones, chupópteros del negocio fácil, gentes sin escrúpulos que no miraban los muertos diarios. Hoy se esconden. La Justicia es muy lenta.

En Sanidad surgieron dos tipos de profesionales. Los que dieron el 200% de lo que podían, hasta caer en la extenuación y el agotamiento, y los que se empezaron a esconder detrás de trucos y tratos. Y eso queda mal decirlo, pero es verdad pues lo viví desde dentro. Si miramos algunas estadísticas lo entenderíamos mejor.

Es cierto que el miedo es incontrolable, y que cuando estás dentro de ese miedo no debe ser criticado el que te inunde. Yo no lo critico. Simplemente lo pongo sobre la mesa. 

Pero nuestro Sistema Sanitario, de los mejores del mundo sin duda, pero que arrastraba desde hacía años un déficit de futuro, empezó a resquebrajarse. 

Hoy, cinco años después del COVID no somos mejores. Hemos perdido valores y no hemos ganado ninguno. Nuestra economía micro y macro se ha movido y no para mejor. Hemos perdido parte del valor que tenía la escuela entre los jóvenes. Perdimos a un gran número de personas ancianas y débiles en una soledad que nunca se merece nadie.

Pero curiosamente ni las Residencias de Ancianos han mejorado, ni lo ha hecho la Sanidad, ni somos más felices tras aprender de nuestra fragilidad, ni entendimos bien lo que había sucedido. 

Hay teorías que se mantienen en el tiempo sobre el inicio del COVID, todas apuntan a una ciudad en concreto, incluso a una serie de ejercicios nunca desmentidos. No debieron ser los murciélagos ni los pangolines, casi seguro que fueron los humanos, según análisis bien secretos hechos en varios países y a veces publicados a medias. 

Y eso se podría volver a repetir, lo que es muy grave mientras no seamos capaces de controlarlo y de conocerlo al menos.

30.12.24

Hace 24 años así se veía el siglo XXI


Esta viñeta, este dibujo es de El Roto y hecha al empezar el año 2001, cuando entrábamos en el siglo XXI. Ya vamos a llevar casi el 25% gastado de este siglo y no nos estamos dando cuenta. 

En aquel momento, Andrés Rábago se imaginaba la entrada en el siglo como vemos en el dibujo. Encima de una silla muy roto, llena de peligros, con crisis y dudas, un niño intenta no caerse. Está asustado.

Curiosamente El Roto no sabía en qué punto nos íbamos a ver solo ocho años después, ni lo que iba a suceder en New York solo un año después, ni podía imaginar los cambios políticos en estos años, ni las guerras que hoy son peores que hace 25 años.

Si de cara al siglo XXI nos veíamos así, como nos refleja El Roto en su dibujo, hoy sería brutal soñar de qué manera nos vamos a ir acercando a la mitad del siglo XXI, sin capacidad de controlarnos…, ni nosotros mismos.

No hay que ser pesimistas. No hay motivos para ello. Será lo que quieran otros que sea. Y además esos "otros" están muy lejos aunque las bombas caen en donde menos te lo piensan, incluidos aviones de pasajeros que volvían de vacaciones. 

¿Podemos hacer algo para evitarlo? Pues tú sabrás. Lo de no hacer nada, creo, no sé, que es para las gentes como yo, para setentones que contemplamos tras vivir. Es vuestro futuro.

13.12.24

¿Se acaba el mundo del Arte y la Cultura?


El mundo occidental está entrando en una forma peligrosa de menospreciar la Cultura como elemento principal en el funcionamiento de las sociedades. Por varios motivos y no sé cual es peor, más peligroso, más complicado de gestionar.

Amparados como excusa en el gasto, en el déficit público…, para disimular la realidad —cuando es tan simple como que la Cultura da miedo en algunos gobernantes, y se intenta controlar como modo primario de controlar la Libertad— se está intentando explicar que es elitista, innecesaria, inentendible.

Los trabajadores del Sector Cultural son muchísimos en todos los países de la Unión Europea, su influencia en los PIB es importante. Pero si hay que gastar en armas, hay que sacar el dinero de los espacios estratégicos de los que se puede recortar sin dramas. ¿Eso no suena a no entender de las consecuencias de Futuro?

Y la Cultura en todas sus variables es la más débil para defenderse, pues no todos la quieren cuidar, por falta de información y formación.

La Cultura es clave en Europa, pero tiene que ser libre, amplia, y no manipulada por ningún grupo político (algo complejo pues ya han entrado a ello).

Los Bonos Culturales de España son un oasis en la realidad que vive Europa en la actualidad. 

Pero además de mantener la idea para jóvenes, hay que ampliarla para personas jubiladas. No solo con entradas bonificadas a Museos, sino como Bonos Culturales que de verdad sirvan para CONSUMIR Cultura, e incluso para crearla.

La edad no es condicionante para no consumir Cultura, ni tampoco para no crearla. Es algo obvio, pero que muchas veces se nos olvida cuando tomamos decisiones políticas. 

Bonos adaptados a las realidades que marca la edad y su Cultura anterior. Pero hay que mover a las personas hacia la Cultura Pública, y abrir la Cultura Privada a más opciones que no sean elitistas.

30.6.24

El sobrepeso es un problema. Seis consejos básicos

Estamos en la entrada del verano y debemos continuar cuidando nuestra salud y entre las revisiones importante —pues se nos olvidan las buenas decisiones— está nuestra forma de alimentarnos, para no aumentar el sobrepeso. Incluso para no aumentar el peso que tenemos, si es el correcto, pues nuestra salud depende de ello.

Acabada la primavera es posible que nos estemos olvidando de que hay que controlar lo que comemos, para no pasarnos y empezar a engordar nuestra cintura, y… estar más cansados por ello. 

Recordemos algunos consejos muy elementales.

Bebamos agua, más de la que bebemos, si no llegamos a los dos litros, al menos un litro aparte del líquido habitual en las comidas que ya llevan los alimentos.

No caigamos en las trampas de las harinas refinadas, la bollería, los dulces, la repostería industrial. Mucho cuidado pues son bombas contra nuestro organismo. De vez en cuando es posible, pero como norma descontrolada es un peligro. Sobre todo si es para tapar ansiedades.

Menos sal, otra vez menos sal, pues retiene líquidos y engorda, si no de peso si de tamaño. Y altera los mecanismos reguladores.

Más ejercicio, no olvidarnos del que hacíamos en primavera, retomar el gimnasio si acudíamos a él, las caminatas o los ejercicios en casa. Andar deprisa puede ser uno de los ejercicios más sencillos. El SOL es un ayudante maravilloso para nuestra salud.

Sigue con tus cuatro o cinco comidas al día, no olvides que el desayuno es muy importante, que la cena debe ser lo más débil de todas las comidas y que para perder no debemos saltarnos ninguna de estas comidas. Menos cantidad pero obligatorio comer.

Y recuerda que la manzana, el apio o las borrajas, el pescado y las frutas rojas y verdes, las ensaladas con frutos secos o los tomates aderezados con hierbas naturales nos pueden dar unos placeres en el plato muy variados. Y son buenos para la salud además de controlar el peso.



14.4.24

¿Sabe la izquierda que vamos a perder en poco tiempo?

Lo dice muy claramente Gabriel Rufián en una entrevista, en esta primavera de 2024: "las izquierdas estamos en periodo de descuento y tenemos que darnos cuenta de esto". Parece una obviedad pero es un dato a tener en cuenta, pue admitirlo no debe suponer que este camino final para la próxima década, lo tomemos de forma idiota.

Sabemos que entre un año y a lo sumo dos años, en España gobernará la derecha en todos los órganos de poder. E incluso sospechamos que esa derecha será extrema, dura, revisionista y rompedora con el pasado.

Eso supone el cambio en miles y miles de pequeños cargos que siempre acompañan a todo cambio en todos los segmentos que conocemos o no queremos conocer. Desde Asociaciones de lo más triviales, a los Gobiernos Estatales.

En el último año, en Zaragoza, yo que llevo décadas colaborando en diversas Asociaciones, diríamos que desde 1981 para poner una fecha, NUNCA había asistido a un desembarco tan tremendo de personas que representan a ese nuevo (viejo) poder, en todo tipo de espacios sociales y políticos. He dicho nunca… en los últimos 45 años. Incluso la iglesia en algunos espacios de gestión civil.

Esto es normal y lógico, no es lo habitual pues en todos los cambios anteriores los conservadores tenían siempre todo muy bien atado, y además casi siempre querían contar con lo establecido aunque controlando y atando corto. Ahora no, ahora se tratará de romper, de modificar, de cambiar de forma drástica.

Y aunque en apariencia esto no se note mucho desde fuera, sucede como el "calabobos" de ciertas partes de España: llover… llueve, y todo depende del tiempo en el que estés debajo de la lluvia para terminar calado.

La izquierda ha (hemos) hecho cosas absolutamente idiotas en estos últimos cinco años. Incluso diría en los últimos 10 ó 20 años. No nos hemos leídos los libros, no hemos sabido leer el manual, no hemos entendido que quien nos vota no quiere entender de Grandes Decisiones que son frágiles, sino de decisiones pequeñas pero que les afecten a ellos y se puedan mantener.

La izquierda ha confundido herramientas de los años 80 como estar en la calle, cuando lo que hay que hacer en el siglo XXI es estar dentro de las casas, en las viviendas que son carísimas y de muy mala calidad, en las mesas de comedor con el aceite de oliva más caro que la ginebra.

No hemos actualizado la atención de las personas mayores, de la Sanidad que llevaba una década advirtiendo de los problemas actuales, de una Educación Pública que por diversos motivos iba entrando en una espiral comparativa en donde perdía puestos y espacios de calidad.

El otro día me decían que en la política siempre están los mismos. No es cierto, pero casi. ¿Saben por qué están siempre los mismos? Pues porque los buenos, los más válidos, los nuevos, NO QUIEREN ENTRAR. Cuando a una empresa no le quieren pedir trabajo los mejores de un oficio, lo habitual es que más pronto que tarde tenga que cerrar. La Competencia le ganará los espacios productivos.

Julio Puente Mateo

1.2.24

Residencias para personas mayores pero no muy mayores


Hay residencias que ofrecen estancias temporales, que atienden en régimen de asistencia completa a personas que han sufrido una caída, rotura,  operación, etc. para que estén atendidos mientras se recuperan de sus procesos.

Si la persona es de tercera edad, me parece bien que esta recuperación se haga en un Centro de personas Mayores.  Pero si esta persona es aún joven (50, 60, incluso 70 años), deberían existir centros donde quienes residen sean personas de la misma generación. Personas con las que interactuar, hablar, jugar a las cartas, hacer un crucigrama, ver series de tv, cualquier actividad que les mantenga ocupados y distraídos, sin pensar en su dolencia ni que han entrado en una fase de soledad, de enfermedad, de una debilidad que va en aumento.

¿Por qué digo esto? Porque si se está en un centro internado/a un largo tiempo y no se activa la memoria, el habla, las habilidades sociales, motrices, si no se motiva al paciente, si además se ve rodeado de personas ancianas, quizás en peor estado anímico y de salud que el paciente ingresado, conseguimos que alguien que entró para recuperarse de una cadera rota, o de cualquier otra cosa, salga peor de ese centro. 

Y creo que debería ser al contrario. A cualquier persona a partir de los 60 años se le debería dotar también de esperanza y alegría, de una cierta habilidad para relativizar sus procesos temporales de una debilidad, que no tiene que ver con su estado anímico al entrar ni con su edad. Y si no somos capaces de crear centros para adultos no muy mayores, los convertimos en "muy" mayores simplemente ingresándolos en unos Centros concebidos para personas con debilidad y una edad muy alta.

Hoy se es joven muchos más años que antes, y eso debe lograr que creemos servicios dotados para las particularidades de esas personas de 55 a 75 años, que todavía tienen mucha energía, aunque hayan tenido un tropiezo temporal en su salud. No deben ser geriátricos, sino más similares a hoteles con cuidados al menos de enfermería y actividades similares y cercanas.

Laura Puente 

9.1.24

Cuatro Consejos para una alimentación en Salud


Intentar cuidar nuestra salud a través de una alimentación más saludable es un mantra constante y lleno de consejos a veces muy diferentes entre ellos. Es posible que muchos ya no sepan quien fue Francisco Grande Covián, además de ser la persona que da nombre a institutos o a hospitales en España.

Este asturiano aragonés, que se tuvo que ir de España en los inicios de la dictadura siendo profesor de la Universidad de Zaragoza hasta 1950 a seguir de profesor en los EEUU, de donde volvió a Zaragoza en 1974. El decía que: Hay que comer de todo, pero menos cantidad. Y cerraba el puño señalando con ese gesto la cantidad máximo de alimento en cada ración.

Ese consejo de un investigador es fabuloso.

Además de sus trabajos sobre el corazón y la diabetes, Francisco Grande Covián fue un gran especialista en nutrición humana; se opuso enérgicamente a las dietas de adelgazamiento, vegetarianas y macrobióticas, por considerarlas deficientes en vitaminas, entre otras sustancias. Destacó como uno de los principales defensores de la dieta mediterránea y del aceite de oliva.

Otra persona profesional de la sanidad en España estuvo explicando ampliamente nuestra dieta en televisión y los errores que vamos cometiendo poco a poco, separándonos de esa famosa Dieta Mediterránea, y nos dejó unos apuntes que muestro en las imágenes.

El Primer Consejo es comer más de algunos elementos o productos que estamos tomando cada vez menos. Los fermentados serían los yogures, kéfir, etc.

El Segundo Consejo nos hablaba de los alimentos que deberíamos cambiar por otros, pues no son positivos y están en aumento.

El Tercer Consejo nos hablaba de los alimentos que deberíamos evitar o tomar en mucha menos cantidad, sobre todo a partir de los 55 años.

Y el Cuarto Consejo nos hablaba de Comer de Todo dentro de lo lógico, pero en menos cantidad y sobre todo de forma mucho más lenta y masticando bien. 

Cualquier consejo está para no hacerle caso, pues tenemos libertad para hacer lo que consideremos oportuno. Aunque lo correcto es saber qué estamos haciendo, fuera de lo que parecería más oportuno. 

17.12.23

A ciertas edades uno está como más invisible


A partir de ciertas edades, de las muchas más bien, uno duda si escribir o leer, si entregar o recibir, si soñar despierto o dejarse dormir con lo que otros me plantean. 

A ciertas edades uno ya está desaparecido, fantasma vivo que sabe que ya no es necesario, que no es que sobre, sino que nadie nota que falta. 

Se pierde el tren de la necesidad de los otros, tus espacios anteriores quedan ya ocupados y nadie se acuerda de tus tiempos. 

Tienen que ser tú… quien siga peleando por tenerlos, por creértelos o por creártelos. 

Son estos tiempos para escribir poco pues se lee menos, y de mirar más ya que cada día está todo más borroso. 

No hay más. Excepto que quieras moverte con menos color o con otros menesteres tremendamente distintos, artificialmente creados para sobrevivir.

15.12.23

Soledad No Deseada y su importancia social


El Informe de Percepción Social de la Soledad no Deseada preparado por ONCE a través del Observatorio SoledadES se trata del primero de los estudios realizados sobre este problema en España, que detectamos que va en aumento. 

La soledad no deseada es un fenómeno cada vez más visible en nuestras sociedades, pero sobre el que sigue existiendo desconocimiento. Muchas veces porque no queremos ver el problema, si no nos afecta directamente.

En este estudio que se puede descargar (desde esta dirección) se ha preguntado a la ciudadanía en España sus percepciones sobre la soledad no deseada, en relación, entre otros, con cómo se define y a qué se asocia, la incidencia, la notoriedad como asunto social relevante, o qué actores se identifican como responsables a la hora de combatirla.

Los datos aportados parten de una encuesta realizada por el Observatorio a 411 personas de entre 16 y 74 años, con residencia en España, con una distribución proporcional según datos del INE, por edad, sexo y CC.AA.

Algunos de los datos que muestra el informe son:

 El 92,9% de las personas encuestadas nos dicen que estamos ante un problema social importante.

 El 80% de las personas cree que la soledad es un problema invisible.

 El 87,2% cree que es un problema especialmente importante para las personas mayores. En realidad se da mucho entre jóvenes y entre adultos.

 El 32,6% sitúa a las personas con discapacidad entre los dos grupos más afectados por la soledad.

 7 de cada 10 personas conoce o creen conocer personas que pueden sufrir soledad no deseada.

 Un 10,9% de personas se ha sentido frecuente o muy frecuentemente sola sin desearlo durante el último año.

 A 2 de cada 3 personas les gustaría realizar acciones para combatir la soledad de personas en su entorno.

 El 72% de las personas piensa que debe ser una cuestión prioritaria para las administraciones publicas.

Ajovín

26.11.23

¿Existe la Violencia de mujeres contra mujeres?


Llamamos Violencia Machista o de Género cuando es desde un hombre a una mujer, ¿pero… cuando es es de una mujer a otra mujer: como la podríamos llamar?

Y no digo mujeres dentro de la pareja, digo de mujeres que por el hecho de tener un puesto de trabajo más alto, ya se creen con derecho a gritarte y descalificarte. ¿Eso también es violencia? 

Sin duda, y claro, no es violencia machista, pero nos vamos mezclando en muchos tipos de violencia que a veces callamos o admitimos, disimulando.

Yo creo que si es en parte una Violencia de Género disimulada. Nosotras mismas por el hecho de trabajar fuera de casa, a veces nos creemos más que las demás mujeres que por diversos motivos tienen que trabajar en el hogar.

Pero entonces… esas señoras que te limpian tu casa mientras tú estás en tu oficina… ¿son menos que tú por que te limpian? ¿No se merecen el mismo respeto como poco?

Por que además tienen sueldos inferiores y realmente trabajan lo mismo que tú o más. ¿Es menos responsabilidad su trabajo que a veces es cuidar de los hijos, que el tuyo que es el que sea?

Eso también es, como poco discriminación a nosotras mismas y por consiguiente violencia. Posiblemente Violencia Clasista, que la tenemos muy abandonada, casi olvidada pues la hacemos muchas personas.

Por que en realidad si se trata mal a las personas que te ayudan en tus obligaciones familiares, las haces de menos y les provocas violencia verbal.

No te cuento el trabajo ingrato y que casi nadie comprende, de las que decidimos quedarnos en casa por diversos motivos. Las que hacemos dos trabajos, de niñeras y de limpiadoras, sin horarios y sin vacaciones.

Esas personas, generalmente mujeres, que en estos tiempos estamos peor vistas si no trabajas fuera de casa. Sobe todo y curiosamente, por otras mujeres.

Pero claro si trabajas en según qué puestos, eres toda una señora, mientras otras te limpian y te cuidan los niños. Y encima se creen mujeres sufridoras por que no pueden estar con sus hijos.

Si de verdad todos y todas queremos ser iguales empecemos por nosotras mismas.

Y no, no quiero hablar del abuso que se hace a las abuelas, otras mujeres que parecen no tener derechos. Es como si las violencias y falta de respeto a su trabajo solo se diera entre mujeres jóvenes, sin darnos cuenta que estamos tratando muy mal a nuestras propias madres.

¿No es Violencia Clasista y de Género pues solo afecta a las mujeres, que a las madres les endiñemos los nietos a horas intempestivas, de forma constantemente, y encima las critiquemos desaforadamente por hacer con sus nietos lo que tú crees que no deben hacer? 

María Ángeles Ajovín

18.11.23

Aprendamos a envejecer para aumentar nuestra calidad de vida

No es sencillo saber envejecer con éxito, adaptarnos a una vida con algunas limitaciones, pero también con ciertas libertades, a la que hay que aprender a vivir sin que nadie nos enseñe, dentro de esa libertad en el uso del tiempo aunque no siempre nos guste, pues nunca antes nos habíamos planteado llegar a dominar nuestros días, y sobre todo sin saber en qué condiciones físicas o mentales lo haríamos.

Tener una buena educación preparatoria, una sensible aceptación y percepción de la salud física y mental, saber ser optimismo y creer en la capacidad de recuperación son elementos que influyen a la hora de conseguir envejecer con éxito.

Por eso muchas veces hablamos de la importancia de movernos, de hacer ejercicios de fuerza y de equilibrio, de preparar nuestro cuerpo a los nuevos tiempos ya muy maduros.

Saber adaptarnos y ser flexibles para lograr huir de la depresión, influyen y mucho a la hora de conseguir un envejecimiento exitoso. Casi tanto como escaparse de los problemas que repercuten en la salud física de cada persona. Los médicos de AP están para aconsejarnos de qué manera podemos conservar la salud física que tenemos.
 
A partir de los 50 años de edad se entra en una fase de madurez diferente que hay que asumir con alegría y calma, sabiendo que son periodos nuevos en los que se entra para vivir: ¿Os parece poco?.

Debemos preguntarnos sobre las enfermedades crónicas, las posibles discapacidad que ya nos acechan, así como el compromiso social y la relación familiar que traemos como mochila a estos periodos nuevos. Tras respondernos sabremos qué debemos cuidar más, qué debemos reconstruir.

Tan importante es tener muy buena salud como saber ser adaptativos a la salud que tenemos. 

Y encontrar nuevas formas de alegría, de entendimiento de la vida, de entretenimiento vital. Es mucho peor tener una depresión persistente que una salud física con achaques. 

Por eso no debemos caer en las ansiedades, en las angustias depresivas si nos falta salud, pero al final será peor el resultado de la depresión que el de la falta de algunas vitalidades que antes teníamos.

Y sobre todo recordar que son periodos que nos pertenecen a nosotros, que no debemos regalarnos ni convertirnos en criados atados a obligaciones persistentes. Mucho menos si no son reconocidos o no nos agradan.

31.8.23

Mayores de 50 años al paro. ¡¡No sirven!! ¿Noooo?

Lean el artículo de El País escrito por Natalia Junquera, del año 2008 pero que es muy actual.

Pero por si con el tiempo desaparece, lo dejo abajo en tamaño pequeño para que no ocupe mucho espacio en la entrada. Es de interés social cuado menos.

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"Eres un triunfador, y de repente te llama tu jefe a una reunión imprevista, le notas nervioso, algo va mal. Te dice que ya no cuenta contigo, que no confía en ti, que estás mayor y que quiere sangre joven. Te entrega una carta de despido, a ti, que eras imprescindible, que le has entregado los mejores años de tu vida a la empresa. No es posible, de directivo a parado. Sigues madrugando como si nada hubiese pasado, descubres lo poco que avanza el reloj y la regla del 95%: el 95% de las personas que te llamaban no te llamarán nunca más".

Fernando Marañón, ex vicepresidente de McDonalds en España, escribió estas líneas poco después de que lo despidieran, con 54 años, tras 14 en la empresa. Forman parte de un libro que acaba de publicar titulado Reinvéntate y dedicado "a los que han perdido su trabajo por llegar a cierta edad, los activos amortizados"

Tras enviar decenas de currículos a los que nunca le contestaron, decidió montar su propia consultora de recursos humanos. "Con esta edad, entrar en el mercado laboral es imposible porque los puestos directivos están ocupados por gente joven que piensa que los de más edad somos menos gobernables. La edad y la experiencia ya no son un plus, restan. Vamos a un modelo de yuppismo, de jóvenes ambiciosos sin ninguna lealtad a la empresa. Estoy convencido de que se van a resentir de la pérdida de talento", asegura.

Los "amortizables" u "obsoletos" como Marañón, son los primeros en caer, por supuesto, en tiempos de crisis y expedientes de regulación de empleo, pero también en época de "reestructuración" y "redefinición" empresarial o en cualquier otro momento. 

Rondan los 50 años y llevan trabajando desde los 16, casi siempre, para la misma empresa. Y los empresarios ya no los quieren. Creen que son muy caros, porque con la antigüedad han ido incrementando su salario, que producen menos que los jóvenes y que se adaptan peor a los cambios. ¿Tienen razón?

La tendencia de los últimos años ha sido reducir y rejuvenecer las plantillas, especialmente en sectores como la banca y las eléctricas. El desarrollo tecnológico ha motivado lo primero y un cambio en la cultura empresarial y la necesidad o tentación de abaratar costes, lo segundo.

"Es verdad que ha habido un momento en el que ha sido necesario despedir para volver a contratar e incorporar competencias profesionales que los seniors no tenían", explica Carlos Obeso, director del Instituto de Estudios Laborales del Esade, "pero creo que esa tendencia está empezando a hacer el camino de vuelta. Hace diez años nadie hablaba de pérdida de talento y ahora sí. 

Las empresas que han hecho expulsiones masivas son conscientes de que se les ha ido todo el talento. Por ejemplo, la gente joven que ha entrado en la banca en los últimos seis años, sólo ha vivido una época de expansión. Los seniors que se fueron tenían las dos experiencias: sabían gestionar una economía en expansión y una en crisis. A posteriori, las empresas pondrán más cuidado. Creo que la época de las prejubilaciones o expulsiones a bulto, trazar una línea de 'los de 50 para arriba', se acabó".

Empiezan a echarles en falta. Los ingenieros de Telecomunicaciones de Cataluña acaban de hacer un llamamiento de socorro para recuperar a prejubilados y paliar el déficit de profesionales. 

En la medicina, donde la convivencia entre maduros y jóvenes equivale a una imprescindible tutoría y aprendizaje, las prejubilaciones han obligado a contratar a especialistas extranjeros que hablan una lengua distinta de la de sus pacientes.

Es cierto que el trabajador maduro necesita reciclarse, pero las empresas rara vez envían a una persona de 50 años, por ejemplo, a un curso de Esade. "Está en plenas facultades y todavía le quedan casi 20 años de vida laboral. Pero prefieren formar al joven. En ese sentido, la actitud es similar ante una mujer. 

Persiste la idea de que abandonará el mercado de trabajo para tener hijos así que no invierten en su formación, con lo cual, su capacidad de hecho, disminuye. Es la profecía autocumplida", explica Obeso. "Son estereotipos muy arraigados en España. En Europa veo a mucha más gente de edad trabajando que aquí".

No hay organismo internacional, desde la ONU, la Unión Europea o la OCDE, que considere que detrás del culto a la juventud en el mercado laboral haya algo más que un estereotipo nocivo. Hay directivas que condenan "la discriminación por edad" y sobran informes a favor de lo que se ha bautizado como "envejecimiento activo", esto es, políticas que ayuden a retener al trabajador el mayor tiempo posible. 

El envejecimiento de la población -la de España será la más anciana de toda la UE en 2050-y el alargamiento de la esperanza de vida, obligan a no promulgar lo contrario. El sostenimiento del sistema de pensiones y del estado del bienestar están en juego.

Pero el mensaje no ha calado en los empresarios. Mientras políticos y académicos diseñaban sofisticadas políticas para mantener activos a los más experimentados, las empresas se entregaban al frenesí de las prejubilaciones o despidos de los mayores de 50. Al Estado le interesa retrasar la edad de jubilación, pero ¿qué importa que se fije en 60 ó 65 años si las empresas se han desprendido ya de esos empleados cuando tenían 50?

Trabajadores jóvenes y maduros aportan valores distintos y complementarios. Por eso, los organismos internacionales recomiendan la creación de equipos de trabajo multiedad. La juventud ha crecido en un mundo más orientado al consumo y más competitivo, lo que se traduce en perfiles comerciales y agresivos. Los mayores se han educado en la filosofía del valor al trabajo y son más leales a la empresa.

"Los de 50 están acostumbrados a una dinámica de la jerarquía, donde la autoridad se respeta por encima de todo y no se admiten cuestionamientos. Pero el uso de la autoridad está cambiando. Quien tiene el poder ahora en las empresas es el creativo, el que resuelve problemas", explica Helena Güell, antropóloga experta en recursos humanos. 

"El concepto de compromiso con la empresa no es el mismo. Los jóvenes son menos leales y más exigentes que el maduro con su vida privada porque aún no la tienen hecha. Grosso modo, una persona de más edad se queda un día trabajando más tarde porque cree que se tiene que quedar, no porque le vayan a dar un plus", explica Obeso.

Es, quizá, ese concepto de lealtad a la empresa lo que hace el proceso de prejubilación o despido más traumático para el mayor de 50. "Tenía 56 años y llevaba 24 en la compañía cuando me invitaron a marcharme, creando un puesto nuevo para mí en otro país y haciéndome bajar tres peldaños en la jerarquía. Decían que ya no me necesitaban aquí, pero mi puesto siguió existiendo y lo ocupó una persona de 40 años. 

Es decepcionante porque sabes todo lo que le has dado a la empresa, día y noche", explica Carlos Gómez (nombre falso), ex delegado en España de una multinacional francesa. "Han estado toda la vida vendiendo su empresa y ahora tienen que aprender a venderse ellos mismos. Al principio, cuando le preguntas algo sobre ellos, siempre acaban vendiéndote a la empresa otra vez", asegura Maite Uson, consultora de recursos humanos especializada en la recolocación de directivos.

Esa expulsión prematura de cientos de trabajadores ha hecho germinar en España un negocio de empresas de recolocación de "amortizados" o outplacement. Sus clientes no son los parados, sino las empresas que los han puesto en la calle. Las grandes multinacionales suelen incluir su servicio dentro del paquete indemnizatorio cuando despiden a sus empleados mayores. "Empezamos en España hace 20 años. 

Al principio era un servicio muy exclusivo, sólo para altos directivos, pero con el tiempo se ha extendido mucho", explica Marcos Huergo, director general de MOA-BPI, en Madrid. El 80% de sus clientes son multinacionales extranjeras del sector farmacéutico, automovilístico, financiero... y el 20% restante, nacionales.

El objetivo de estas empresas, donde no se habla de despidos sino "desvinculaciones" y no hay parados sino "candidatos", es en primer lugar, devolver la autoestima al profesional, y después, indagar capacidades no explotadas para llevarles a empresas a las que ellos probablemente jamás acudirían. Lo hacen con psicólogos y consultores especializados.

El proceso pasa por distintas fases. La primera es el duelo. "Intentamos que no pase mucho tiempo desde la desvinculación hasta que vienen aquí. Hacemos una primera entrevista para sondear la situación anímica del profesional. Al principio están un poco a la defensiva, pero luego se van abriendo", explica Huerga. 

"A algunos les cuesta más, pero siempre se levantan. Son gente luchadora, que empezó a trabajar con 16 años. Intentamos inyectarles esperanza y ajustar sus expectativas. Explicarles que tienen que cambiar porque el mercado ha cambiado", añade Uson.

Superada esa fase, la empresa de outplacement hace un balance de la trayectoria y las competencias del candidato para ver en qué sectores son más valoradas. Después, comienza el entrenamiento, con simulaciones de entrevistas de trabajo, test psicotécnicos y seminarios de grupo con personas que ya han encontrado trabajo para que los recién llegados vean luz al final del túnel. 

Finalmente, se activan las redes de contactos, la de la empresa y la del propio desempleado, donde suelen surgir la mayoría de las ofertas. Durante todo el proceso, el profesional cuenta con su propio despacho. "Es muy importante que tengan una rutina, que se levanten, se afeiten y se sigan poniendo la corbata, lleguen aquí y empiecen a hacer llamadas", añade Huerga.

El proceso suele prolongarse entre seis meses o un año- "justificar más tiempo fuera del mercado laboral es muy difícil"- y el coste depende del salario previo del trabajador en la empresa que le despidió y de su "grado de empleabilidad". En los despidos colectivos suele ser el equivalente a dos días de indemnización.

"Sus ventajas son la experiencia, el conocimiento exhaustivo de un sector... y sus problemas, la rigidez. Siempre tienden a comparar lo que surge con lo que tenían", explica Huerga. "Para gente que viene de una multinacional de 1.000 empleados pasar a una empresa de carácter más familiar es complicado. 

Al principio cuesta mucho aceptar ofertas que supongan ganar menos... Son personas que acumulaban mucha antigüedad en sus empresas anteriores y que habían incrementado sus necesidades al tiempo que lo hacían sus ingresos. Aunque a veces es una cuestión de orgullo más que de dinero: tener un coche de empresa, volar en puente aéreo..."

Para quien no trabajaba en una gran empresa y puede acceder a un servicio de outplacement, la situación es aún más complicada. Alberto Martín, profesor, despedido a los 49 años del colegio del Opus Dei donde llevaba 21 dando clases porque "cobraba mucho y era gravoso para el colegio" tuvo que comprar su actual puesto de trabajo. Literalmente, pagar por trabajar. 

"Te buscas la vida pero no la encuentras. Como el juez declaró el despido improcedente, no podía acceder a la bolsa de empleo para los centros en crisis, donde acogen a profesores despedidos por falta de alumnos. Me dijeron que me despedían un 26 de diciembre de 2001 y empecé a trabajar en 2005 porque le pagué a una persona que quería prejubilarse un contrato de relevo. 

Normalmente, lo hace la administración, pero entonces habrían metido a uno de los profesores de la bolsa de centros en crisis, así que le pagué yo los 1.800 euros y me quedé el puesto. Yo doy el 85% de sus clases y ella el 25%", explica.

"Escribí a todos los headhunters (cazatalentos), envié un montón de currículos. No me contestaban y alguno me insinuó que era por mi edad. Tenía 58 años. Cuando me preguntaron en el INEM qué sueldo quería, me puse 3.000 euros. ¡Había estado ganando 12.000 al mes hasta entonces y ni con ésas!", explica Manuel Medina, ex director general en España de FMC, una multinacional americana de maquinaria para aeropuertos.

La ONU llama a todo esto "discriminación por edad". De momento, en los juzgados suelen resolverse como despidos improcedentes sin entrar en valoraciones morales pero la tendencia, ya muy desarrollada en EE UU o en el Reino Unido llegará aquí, opina Ángela Toro, abogada laboralista. "Las personas de edad", advierte Naciones Unidas en su Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, "deben tener la oportunidad de trabajar hasta que quieran y sean capaces de hacerlo".