11.9.06

En New York llueven recuerdos

La libertad de cada uno de los habitantes de NY va dentro de sus pensamientos, y con ella el dolor de los recuerdos insoportables de hace 5 años.

Es difícil de explicar cómo tanto odio de unos pocos pudo con el sistema de defensa de lo que parecía ser el país más poderoso del mundo; como la libertad de todo el mundo occidental se pudo tambalear de una manera tan absurda, porque los hechos sucedieron de una manera que la historia juzgará con pena y errores de ineptos.

No debemos bajar la guardia, pero tampoco perder nuestro sistema de vida que es el correcto, que es el que produce libertad y calidad de vida.

Mi recuerdo hoy no es para las víctimas directas de aquel 11S, sino para todos los habitantes de NY que aquel día perdieron parte de su camino y de sus proyectos de libertad. Espero que sepan seguir caminando sabiendo elegir a sus gobernantes con la misma libertad de siempre.

6.9.06

La Poesía Visual es nueva o vieja?


¿Han descubierto ya la poesía visual? Yo soy malo poniendo ejemplos, pero es la mezcla de mensajes o de textos con vida más allá de las palabras y con envoltorios ajenos al simple papel blanco y vertical, y que aunque crece en algunos círculos culturales modernos, es tan vieja como el surrealismo, como poco.

Sería la mezcla de la literatura y el arte, de la palabra y la imagen, del montaje visual y el mensaje escrito.

Es un camino por descubrir pues abre nuevas posibilidades a la palabra, por caminar y ver hasta donde nos lleva. Para atreverse aunque sólo sea con el ánimo de perderse entro tanto aburrimiento audiovisual. O yo qué sé.

4.9.06

Yo no quiero estar en una colección


Estoy asombrado, de verdad, tanto que he decidido no ser nunca escorpión. El otro día me enteré de que con la furia de las colecciones de todos los septiembre había salido una de insectos, y que el primer día por un euro daban un escorpión. Fallecido, claro.

Yo enseguida, tonto de mi, pensé que sería una imitación, y que la colección de marras sería soportable y de plástico, pero me puse a mirar media docena de ejemplares, y en todas ellas los escorpiones eran distintos. El colmo vino cuando pude leer bien grande, que el eslogan de venta era precisamente…:

¡Son auténticos!

Este río de la foto tenía muchos insectos distintos, y están…, lo aseguro…, acojonados como tenga éxito la colección. 

Yo los tranquilizo desde aquí si es que me leen, cosa que dudo, porque sólo los primeros capítulos se venden, así que la mala suerte es ser elegido insecto de los primeros. Luego la venta baja mucho e igual podemos seguir viéndolos volar por los ríos sin tener que estar metidos en plástico líquido.

1.9.06

Los payasos son el oficio más serio del mundo


Mis primeros payasos fueron los Hermanos Tonetti. Maestros de tan noble y complicado trabajo en directo, que llenaban ellos solos de público del Circo Atlas. Después (y antes) los han copiado miles de personas con buena fe y millones de "sosarras" que se creyeron aquello tan simple de que con hacer uno de tonto y otro de listo ya era pasaporte para contar historias graciosas.

En los últimos años he visto diversas clases de payasos en programas de televisión que se dicen serios y en capítulos de series que se hacen como churros en una fábrica llena de nervios y estrés.

Mientras, los auténticos están escondidos, se dedican a trabajar en ONGs o se mueren de pena y hambre. Está claro que todo cambia, y también que algunos roban el nombre de los oficios para creerse profesionales de la nada.

Yo tengo un amigo payaso, un payaso de los serios, de los que te hacen pensar. De los de nariz redonda y roja que dice verdades como puños. Dicen que es un payaso para adultos. Como si los niños no necesitaran payasos serios.

Seguimos teniendo un buen números de actores que nos hacen reír o llorar, pero yo a los payasos que critico son a los que dan pena con sus mentiras, a los que van de traje y de guapos para contar miserias ajenas escondiendo las suyas.

Lo curioso es que a estos les molesta que les llamen payasos, noble oficio donde los haya. O noble afición por explicar la vida a su manera, detrás de su envoltorio de buena gente.