Pero esta realidad no es buena tampoco para los EEUU, que ven crecer a China entre otros actores mundiales, y a costa de sus propios errores con sus aliados históricos.
En casi todo el siglo XX, la Europa más unida ha dependido de los EEUU, y los EEUU ha tenido a Europa a cambio, como freno occidental ante cualquier adversidad en el mundo.
Cada vez más, van surgiendo grietas en Europa por la corta visión de los EEU con los gobiernos europeos. Algunos países se acercan a Rusia, otros miran a Turquía, algunos hacen tratos preferentes con China, Japón, Corea o India, y otros saben que sus relaciones con la América no controlada por los EEUU, debe mejorar o cambiar.
Eso lleva a un despiece de la Unión Europea, con signos claros de una debilidad de los estados más importantes, que nos debe preocupar a todos. Es muy complejo mantener la Unión Europea, si sus miembros son tan dispares, tan nacionalistas y tan débiles en relación al todo.
José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España, ha dicho claramente en el mismo Foro, que vivimos "ya", en un entorno “muy incierto” y que: “Tenemos que ser muy ágiles, preparados para reaccionar de una situación u otra”.
Europa no se fía de los EEUU, ni a nivel económico ni a nivel político, y eso es un serio problema para ambos bloques en contienda. Hay detalles inasumibles y de preescolar que no se deben consentir y que tienen un precio en las relaciones entre bloques. El ninguneo de Europa es un claro error de los EEUU, que tendrá un precio.
Sabemos en Europa que la extrema derecha está en aumento en todo el territorio europeo, pero no toda ella es igual a la hora de acercarse a bloques mundiales.
Habitualmente una explosión bélica de un Bloque Tercero, es lo que ante la historia se ha utilizado para posicionar a los dos bloques principales. Esperamos todos que no sigamos haciendo experimentos con guerras provocadas, para intentar saber saber de qué parte está cada uno. Eso es muy peligroso.