Vergüenza debería darle al sistema educativo y con ellos a todos nosotros, permitir que esto vaya a más y no seamos capaces de encontrar respuestas de apoyo y de supresión. Veamos cifras.
En Aragón, se han activado 89 protocolos de acoso escolar y 197 por ideación suicida en solo dos meses de este 2025; en España, el 12,3 % de los alumnos afirma sufrir acoso escolar o ciberbullying. Son cifras brutales.
Sigamos hablando de cifras en Aragón durante este curso 2025. Ya se han abierto 89 protocolos de acoso escolar, activados en menos de dos meses desde el inicio del curso.
Llevamos 197 expedientes por ideación suicida relacionados con situaciones de bullying, y más de 300 activaciones del protocolo de acoso escolar en lo que va de curso, aunque la tendencia es ligeramente descendente respecto a años anteriores. Solo ligeramente.
En total hablamos de un 6,2 % de los alumnos aragoneses que afirman haber sufrido acoso escolar, y un 10 % en redes sociales. De estas personas, hablamos de un 20 % de las víctimas que reconocen haber intentado quitarse la vida alguna vez.
Vayamos ahora a ver cifras en España durante este 2025.
Un 12,3 % de los estudiantes afirman que ellos o algún compañero sufren acoso escolar o ciberbullying. Esto supone un aumento respecto al 9,4 % del año anterior, según el informe de Fundación ANAR y Mutua Madrileña. Y hay un 14,2 % de los casos por ciberacoso que ya involucran el uso de inteligencia artificial para hostigar. Y se afirma que son uno de cada 10 estudiantes sufre bullying de forma directa.
Estas cifras reflejan una realidad alarmante, en Aragón y en España, donde el impacto emocional del acoso escolar está generando un aumento preocupante en los casos de ideación suicida en casi niños y en jóvenes. Las cifras hablan por sí solas. Pero voy a decir algo más aparte de mostrar números.
Las personas que ya en los años 90 sufríamos este tipo de acoso, ahora tendemos a relacionarnos más levemente que los demás con nuestra sociedad, tendemos a aislamos y en caso de tener amistades nos cuesta mucho confiar en la gente. Y entre nosotras hay muchas personas que están en tratamiento psicológico o psiquiátrico por las heridas de aquellos años.
En total hablamos de un 6,2 % de los alumnos aragoneses que afirman haber sufrido acoso escolar, y un 10 % en redes sociales. De estas personas, hablamos de un 20 % de las víctimas que reconocen haber intentado quitarse la vida alguna vez.
Vayamos ahora a ver cifras en España durante este 2025.
Un 12,3 % de los estudiantes afirman que ellos o algún compañero sufren acoso escolar o ciberbullying. Esto supone un aumento respecto al 9,4 % del año anterior, según el informe de Fundación ANAR y Mutua Madrileña. Y hay un 14,2 % de los casos por ciberacoso que ya involucran el uso de inteligencia artificial para hostigar. Y se afirma que son uno de cada 10 estudiantes sufre bullying de forma directa.
Estas cifras reflejan una realidad alarmante, en Aragón y en España, donde el impacto emocional del acoso escolar está generando un aumento preocupante en los casos de ideación suicida en casi niños y en jóvenes. Las cifras hablan por sí solas. Pero voy a decir algo más aparte de mostrar números.
Las personas que ya en los años 90 sufríamos este tipo de acoso, ahora tendemos a relacionarnos más levemente que los demás con nuestra sociedad, tendemos a aislamos y en caso de tener amistades nos cuesta mucho confiar en la gente. Y entre nosotras hay muchas personas que están en tratamiento psicológico o psiquiátrico por las heridas de aquellos años.
En aquellos años también insultaban, también se reían de los compañeros por su forma de vestir, por su tono de voz, o por ser el/la más débil.
A las familias se les dice que la persona acosada a veces induce a que los hechos le sucedan. Algo que me cuesta entender cuando fui la niña con la que nadie se sentaba con ella, la que no tenía casi amigos, a la que seguían a casa entre insultos. Por suerte entonces, no había vídeos colgados en redes, pero si pintadas por las paredes o carteles en los tablones de anuncios sin que la comunidad educativa hiciera nada. Tanta culpa tiene quien acosa, como quien lo sabe y no hace nada por arreglarlo.
LPA
A las familias se les dice que la persona acosada a veces induce a que los hechos le sucedan. Algo que me cuesta entender cuando fui la niña con la que nadie se sentaba con ella, la que no tenía casi amigos, a la que seguían a casa entre insultos. Por suerte entonces, no había vídeos colgados en redes, pero si pintadas por las paredes o carteles en los tablones de anuncios sin que la comunidad educativa hiciera nada. Tanta culpa tiene quien acosa, como quien lo sabe y no hace nada por arreglarlo.
LPA

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