(Aristóteles; filósofo griego)
Hay que saber hablar, no por lo que se dice, sino por lo que se calla.
Son tiempos para aburrirnos si no se toman medidas para evitarlo. Uno se aburre de no hacer nada o de tener ansiedad o depresión leve. Por eso las tilas o las infusiones de manzanilla, van a veces unidas al hecho de aburrirse, aunque no siempre nos demos cuenta de ello.
¿Música? ¿Algo de lectura? ¿Relajación?
¿Salir a pasear a una zona sin gente y a ser posible con naturaleza?
¿Llamar a un amigo?
¿Algo se sexo o de auto sexo?
¿Dibujar, sin preocuparte si lo haces bien o regular?
¿Y si te pones a escribir?
Se trata de movernos por dentro, de reaccionar más que de buscar entretenimiento. Hoy con la televisión está asegurado el poderte escapar a mundos de mentira, pero solo eso no evitará el aburrimiento.
Hay que buscar algo más que sentarte en un sillón esperando a que otros, por una pantalla, nos entretengan, pues el problema está en nuestra propia capacidad para entretenernos.
Te he dado algunas ideas, hay muchas más, pero te puede asegurar que algunas de ellas funcionan. ¡¡Pruébalas!!
Tradicionalmente, un haiku se define por su estricta estructura silábica: diecisiete sílabas, distribuidas en tres versos con un patrón fijo de 5, 7 y 5 sílabas. Es una forma concisa que busca evocar una imagen o una emoción con la máxima economía de lenguaje.
La Particularidad del Japonés y la Regla de las Sílabas
Sin embargo, la aparente simplicidad de la regla 5-7-5 esconde una complejidad considerable al trasladarla a otros idiomas. El japonés tiene una estructura silábica muy diferente a la de las lenguas occidentales como el castellano o el inglés.
En japonés, cada "onji" (unidad rítmica que a menudo coincide con una sílaba, pero no siempre exactamente igual a nuestro concepto de sílaba) tiene un peso y una importancia fonética distintos.
Esto permite que en japonés se pueda construir un sentido profundo y sugerente con muy pocas unidades sonoras, algo que resulta mucho más desafiante en castellano o en inglés siguiendo la misma cuenta silábica estricta.
Intentar una traducción literal respetando el 5-7-5 original puede llevar a frases forzadas o con poco sentido en nuestro idioma, haciendo que muchos haikus japoneses sean, en cierto modo, "imposibles" de traducir manteniendo todas sus reglas originales sin perder su esencia poética.
La Estructura Interna: Desarrollo y Sorpresa
Más allá del conteo silábico, una característica fundamental del haiku es su estructura interna y el juego entre sus versos.
Generalmente, los dos primeros versos ("ku" inicial y medio) establecen una escena, presentan un elemento de la naturaleza, o desarrollan una idea o pensamiento.
Son la preparación, la ambientación.
El tercer verso ("ku" final) llega entonces con un giro, un contraste, una sorpresa, una conclusión inesperada o una nueva perspectiva que ilumina o resignifica lo dicho en los versos anteriores.
Es lo que en la poética del haiku se conoce como "kire" (corte), aunque no siempre se manifieste con una palabra específica de corte, sí se siente esa pausa o cambio de foco que da profundidad al poema.
El Haiku en la Poesía Occidental: Una Adaptación del Espíritu
Ante las dificultades de replicar fielmente la métrica japonesa, la forma en que se escribe haiku en las lenguas occidentales a menudo prioriza otros aspectos.
Si bien algunos autores intentan mantener el 5-7-5 como un ejercicio formal, la mayoría de los haijin (escritores de haiku) occidentales se centran en capturar el espíritu del haiku:
La intención es que el haiku occidental, sin la rigidez silábica, conserve esa capacidad de evocar una imagen vívida, generar una emoción sutil o provocar una reflexión a partir de un momento aparentemente simple.
Un Ejemplo y su Estructura (Un Haiku propio de ejemplo):
Tomemos tu ejemplo para ilustrar la estructura de desarrollo y sorpresa:
Aquí se mantiene la estructura de tres líneas y la función del tercer verso como desenlace, a pesar de no seguir estrictamente el conteo silábico del japonés.
La invitación a la Poesía del Instante
Escribir o leer haikus, tanto los clásicos japoneses traducidos como los creados en nuestro idioma, es una invitación a detenerse, a observar el mundo con atención plena y a encontrar la belleza o el significado profundo en lo efímero.
Es una forma de poesía que, en su brevedad, nos enseña el valor del instante y la fuerza de lo no dicho.
Porque el periodismo es muy importante en todos los países democráticos.
Y por eso, y por la dignidad y el mantenimiento de los puestos de trabajo con ética y opciones de cumplir su papel como Cuarto Poder, los primeros interesados en que la Prensa sea responsable son los mismos periodistas.
Hay una parte del actual periodismo en España que ataca al político como si fuera una presa de caza mayor.
Ya no se trata solo de que otros políticos crean opinión y fuerza en sus críticas sobre sus adversarios, es que la Prensa que debería estar en el papel de profesionalidad y abrazar solo la verdad, manipula en aras de creer que la Libertad de Opinión está por encima de todo.
Sale perdiendo la sociedad, todos los políticos y los propios Medios de Comunicación profesionales. Esto es un detalle de lo que podría seguir sucediendo cuando cambie la tortilla de lado, siempre que entonces no se prohiba lo mismo que ahora se alienta, que mucho me temo será así.
Un país democrático no puede vivir sin una Prensa Libre y Profesional. Pero lo contrario es tener una Prensa Manipuladora, y al servicio de algunos intereses muy tasados. Cuidado con eso, pues el precio a pagar será muy caro.
¿Pero hacen una labor tan importante como es escribir la Historia… o solo se dedican a escribir historias?
En los últimos años observo que los medios de comunicación acuden en masa a vender historias. ¿Qué se compra? Pues eso se vende bien repartido, cocinado y mezclado con imágenes.
Y hablo aquí de los Medios de Comunicación en Mayúsculas.
No saben o no quieres separar los modos de trabajar entre un diario de tirada nacional y muchos años de profesionalidad y una cuenta de TikTok o un blog como este, con su facilidad de intervenir.
No solo beben de ellos muchas veces, sino que entran al trapo sin seleccionar, multiplicando lo que no es solo Libertad de Opinión o de Información.
Tener Libertad es también tenerla para seleccionar y no caer en las trampas.
Hay muchos pseudo medios que simplemente buscan la multiplicación de los peces. Y con tal de no ser mentira fácil de descubrir, todo vale. Y eso además de aceptarlo como una realidad a veces contaminada, debemos ser capaces como sociedad, de diferenciarla.
Pero los Medios de Comunicación deben saber (y lo saben) que ya casi no hay mentiras, a la vez que ya casi no hay verdades. Se puede no decir la verdad, sin tener que mentir. Y eso ya no es ni tan siquiera un arte de comunicar, sino algo que se aprende.
Los Medios de Comunicación en las sociedades libres y occidentales tienen la obligación de no salirse de su papel bien establecido cuando se fundaron, de no quedar contaminadas por lo que vuela sobre el aire. Es complicado ser rentables, y lo asumo, y ese es el tremendo trabajo que les queda.
Pero no deben vender lo que se quiera comprar, pues en ese caso siempre tenemos muy cerca la pérdida de credibilidad, y una batalla perdida contra los que escribimos de forma gratuita y mojamos el campo con gotas de diverso pelaje.
Desde la izquierda admitimos que somos unos inútiles en la Comunicación, y lo admitimos tras reflexionar y no ser capaz de configurar unos modelos válidos como sí ha logrado la derecha y la extrema derecha. Sabemos que se puede hacer, simplemente por admitir que otros desde la nada, lo han hecho.
Han edificado candidaturas absurdas desde esa nada, desde el desconocimiento de sus programas, y han recibidos cientos de miles de votos sin presencia física en una Campaña Electoral.
Leía antes que valoramos poco los 400.000 subscriptores del digital de El País, una cifra nada sencilla de lograr. Y a los que se deberían sumar los de otros pocos medios de centro o izquierda que existen en estos momentos en España. Insuficientes, pero por algo será.
Y los valoramos poco, por nuestra propia exigencia de ser "fabulosos" y limpios como recién salidos de la lavadora.
Algo debe joder las posturas que tiene El País, cuando constantemente dicen desde la derecha y la extrema derecha que es el periódico del Gobierno, pero con adjetivos peores, insultos variados para aderezar la ensalada.
No sabemos comunicar por no saber reflexionar. La importancia que tuvo Andalán en Aragón es incontestable, asumida y lógica. ¿Cuántos aragoneses leían Andalán en porcentaje? Es verdad que aquello duró poco tiempo. Desde octubre de 1972 a enero de 1987. Un total de 440 números, algunos censurados y unos pocos dobles. Tiempos difíciles y de un nivel económico pobre desde la izquierda.
Hoy, un medio de comunicación es sencillo de crear. Y se han edificado algunos que malviven si son de izquierdas, y otros que crecen como setas si son de derechas o de extrema derecha. Y lo admitimos sin saber poner medios para contrarrestar eso, como debería ser el saber poner en marcos mentales qué medios son realmente de centro y de izquierdas, para contrapesar.
Admitimos que nos bombardean con bulos o mentiras, que hay cientos o miles de máquinas escribiendo con seudónimos personales para vender determinados pensamientos, y que incluso discuten cuando reciben respuestas. Son montajes caros e impersonales, pero que les funcionan bien.
¿Y qué hacemos desde la izquierda? Pues nos dividimos, con callamos, nos cansamos y ya agotados nos desencantamos, no somos capaces de crear Círculos (no confundir con otros Círculos, hablo en general) en Redes pues son mal vistos y surge crítica interna, etc. Es decir, miramos desde abajo, pues no somos capaces ni de levantar la vista.
Las personas mayores somos ya unos inútiles pues somos mayores. Hay otras divisiones sociales peores que también están haciendo mucho daño en la participación efectiva, aunque nos lo callemos. Seguimos jugando a jodernos nosotros solos.
¿Se puede hacer algo más? Sin duda, pero no queremos, nos han ganado y nos hemos rendido. Lo curioso es que muy posiblemente los que nos han ganado, al final, sean también de los nuestros.
Creo que somos muy resilientes y aunque a veces como sociedad global parecemos tontos y torpes, si las cosas se vieran muy mal, creo que todavía seríamos capaces de buscar cambios profundos que resultasen en soluciones, al menos parciales, para no desaparecer como sociedad animal. Yo personalmente no creo tanto en el Fin de la Civilización, como en cambios profundos en nuestra forma de vida.
Descarto totalmente el Fin del Mundo por simple iniciativa idiota del animal hombre, pues en eso no tengo dudas: el mundo como planeta es mucho más resistente que las idioteces de los animales humanos. Podríamos desaparecer o extinguirnos como animales, como ya ha sucedido con otras especies o plantas, pero no desaparecería el continente, la Tierra.
Desde una perspectiva sociológica, la civilización humana es un fenómeno muy complejo y dinámico en sus propias capacidades de hacer el mal o de recapacitar y cambiar; somos resultado de muchas interacciones sociales, culturales y tecnológicas. Nuestro fin podría ser concebido como un colapso total de todas las estructuras sociales, económicas y políticas que nos sustentan. Sin embargo, esto no necesariamente implicaría la extinción de toda la especie humana y mucho menos la destrucción total del planeta.
Hay argumentos que apuntan a que el fin de la civilización no es el fin del mundo. La historia de la humanidad está marcada por crisis y catástrofes que han puesto a prueba nuestra capacidad de adaptación y supervivencia. La vida en la Tierra es extremadamente diversa, y la extinción de una especie, por compleja que sea esa especie, no necesariamente implica el fin de todas las formas de vida.
El planeta Tierra ha experimentado numerosos cambios a lo largo de su historia, muchos de ellos de gran magnitud, sin que ello haya supuesto su destrucción total como planeta Tierra, llena de vidas muy diferentes.
¿Quien se cree el Ser Humano para pensar que acabado él, se acabaría todo?
Es verdad que nuestra civilización actual depende en gran medida de sistemas tecnológicos complejos y frágiles en constante evolución y muy mal repartidos aunque nos suena a globalización todo. Un colapso de estos sistemas podría tener consecuencias catastróficas para la supervivencia humana. Sobre todo si colapsan los realmente importantes para modelar decisiones catastróficas. Tontos capaces de intentar destrozarnos hay. Pero también tenemos que creer que hay diseñados mecanismos que en el último momento lo podrían impedir. Mecanismos de seguridad si nos falla la seguridad básica del tonto puntual.
Es cierto que la actividad humana está provocando cambios climáticos y ambientales a escala global que podrían tener consecuencias irreversibles para la habitabilidad del planeta. Existen también riesgos como la guerra nuclear escalable, la ingeniería genética sin poderla controlar desde organismos supranacionales, la contaminación creciente por el mal uso de las energías o la inteligencia artificial descontrolada que podrían poner en peligro la existencia de la especie humana. Esta última creo que no es nada peligrosa, pero tengo que nombrarla pues está de moda.
Es posible imaginar escenarios en los que el colapso de la civilización tendría consecuencias catastróficas para la humanidad, pero también es posible pensar con la misma o más fuerza, que la especie humana pueda ser capaz de adaptarse y sobrevivir a estos cambios.
No hay que recurrir al Cine, sino más bien al Sentido Común de la necesidad global de cambiar hábitos de forma rotunda. El ejemplo más cercano lo tuvimos en 2020 con la pandemia de COVID. Pero e fundamental analizar los factores que contribuyen a la vulnerabilidad de nuestras sociedades y promover acciones que promuevan la sostenibilidad, la justicia social y la cooperación global.
Hay varios procesos que, si llegan todos a la vez y descontrolados, además de interconectados, podrían influir significativamente en el eventual fin de la civilización actual, o al menos en una posible sociedad que ya no sería tal como la conocemos en la actualidad. Estos procesos son complejos y están en constante evolución, pero algunos de los más destacados y problemáticos para el futuro de la sociedad actual, y sobre los que tendríamos que tener más cuidado son:
Es importante señalar que el futuro nunca está escrito y que, entre todos, aún tenemos la capacidad de influir en el curso de los acontecimientos que puedan irse produciendo. La construcción de sociedades más justas, equitativas y sostenibles es fundamental para hacer frente a estos desafíos y asegurar un futuro más próspero para las generaciones venideras.