Queridos lectores, cada día sale más entretenido, y no paramos de recibir detalles de susto, miedo y muerte. Ayer los EEUU se comieron una lancha de Venezuela que presuntamente iba con droga en aguas internacionales o venezolanas, que no está claro. Un aviso de cortesía violenta para no dejar dudas.
Pero el día anterior los líderes asiáticos con parte de los europeos del Este, decidieron sacar sus tropas a relucir para enseñarnos lo chulos que son si fuera necesario. Todo un detalle de susto, miedo y muerte.
No entendemos bien qué supone todo esto, o sí lo entendemos pero disimulamos para no tener miedo. Estamos en un tiempo de nuevas armas, algunas escondidas y otras baratas y que se multiplican de forma fácil, mientras en realidad no podemos hacer mucho más que observar.
Casi lo mejor es no hacer mucho caso a lo que nos cuenta, y prepararnos para ser un poco más humanistas todos, para ver si somos capaces de contagiar lentamente esa necesidad. No hay otra para defenderse desde la levedad de los individuos que no contamos para nadie.