14.10.24

En España, la izquierda debe provocar Elecciones Generales


A la izquierda en España nos sucede ahora con la presunta corrupción algo cuando menos curioso.
No queremos mirar para no ver. Preferimos no saber, para no tomar decisiones, pues a veces es muy duro tomarlas. Incluso para nosotros mismos.

No queremos conocer y publicar lo que lleva años por no decir décadas sucediendo en España, alentado ese silencio por unos, callada la realidad por la mayoría al no saber lo suficiente, silenciada por los que tienen la obligación de saber…, pues muchos siguen pensando que la sociedad no está madura para saber las verdades tramposas.

Nos prefieren tontos, para podernos engañar con más facilidad.

Ahora hay un Gobierno en España que podríamos decir que es de izquierdas. O al menos, lo más de izquierda que se puede tener dado lo que deciden con su voto los españoles. Y desde la izquierda la estamos jodiendo por callar y disimular. 

Las salpicaduras de quien no sabe mear tomando correctas decisiones, salpican en exceso.

Si hay atisbos de trampas, hay que tomar decisiones drásticas y MUY duras. No puede existir colaboración con quien NO toma esas decisiones, pues afecta a todos el estar callados.

Pedro Sánchez se sabe quemado, ya hace unos meses de eso, incluso por él mismo. Es cuestión de tiempo, esperando un milagro que no llegará nunca ni nadie sabe ni para qué ni por qué.

Apurar plazos, buscando tiempos mejores es absurdo, es perder el tiempo, es no querer ver la realidad de un Ciclo ya acabado por culpa de muchos. 

Toca convocar Elecciones Generales, toca salirse del Gobierno si de verdad eres de izquierdas y crees que hay que salvar los muebles para construir alternativas a corto y medio plazo. Toca ser sinceros con nosotros mismos y con nuestras sociedades.

El HOY ya está acabado, y ahora toca empezar a pensar en el mañana, a costa de reflexionar lo primero, y de saber construir alternativas con ideas nuevas y válidas. 

El detalle de las primeras manifestaciones pidiendo viviendas o el ejemplo de la ciudad de Viena en este asunto, caen por su propio peso para saber por dónde hay que empezar. Y eso lo debe liderar una izquierda nueva.

13.10.24

Nos cuentan a trozos y 43 años después lo que sucedió. Dicen que por el bien de España


En los últimos días estamos escuchando, leyendo detalles de la Transición, del Golpe de Estado del 23F de 1981, que incluso sabiendo que ya a la mayoría de españoles se la trae al pairo, no dejan de sorprenderme. 

No, yo no me creía todas las tonterías escritas o dichas, pues sí guardo suficiente información de aquello. Y sé que se han realizado intentos para que se sospechara la verdad contada a trozos, pero todavía falta mucha verdad por salir. 

¿Quien formó la parte civil del Golpe de Estado, que sí existió? 

¿De dónde salió la financiación necesaria?

¿Por qué solo se hablo de Valencia o Madrid, cuando había otras Capitanías implicadas?

¿Algún día se hablará de Zaragoza, de los militares movilizados ese día?

¿Es verdad como parece que los EEUU lo sabia de antemano y no avisaron a nadie en España, excepto a los americanos importantes?

Aquel famoso "Elefante Blanco" que anunciaba Tejero, con el remache de "militar, por supuesto" parece que se va aclarando de quien creían que iba a ser, y no era el General Armada, sino alguien superior como ya se ha apuntado hoy en El País. Alguien que a última hora se volvio atrás. Se acojonó.

Sabíamos las mentiras que existían en aquel cocido, intuimos "cosas", pero es curioso que 43 años después se vayan apuntando datos, y todo porque el hijo de una vedette vaya soltándonos en grabaciones, poco a poco y de forma ordenada, los ingredientes de algunas paellas.

¿Cuánto se van quedando en el cajón, los que tenían estos datos desde hace varias décadas, y/o escribían libros que no decían lo mismo en sus versiones en castellano que en ingles o francés?

¿Cuándo se desclasificarán los papeles de aquella paella, que por cierto dicen no cuentan nada nuevo, pero siguen manteniendo en secreto todo tipo de gobiernos?

Sabíamos que había muchas mentiras en aquellas historias del siglo XX, la descomposición de la confianza de los españoles hacia sus políticos se ha ido cociendo poco a poco desde ese 1981. El llamado "Desencanto" se ha ido ampliando.

¿Y ahora qué nos queda? ¿Cómo podemos pretender que la sociedad crea en la política, si tanto los de derechas como los llamados socialistas, se han callado, incluso a veces con silencios pactados en todos los organismos del Estado, de la política, de los Medios de Comunicación, por miedo o por responsabilidad que solo ellos creían tener?