A la izquierda en España nos sucede ahora con la presunta corrupción algo cuando menos curioso. No queremos mirar para no ver. Preferimos no saber, para no tomar decisiones, pues a veces es muy duro tomarlas. Incluso para nosotros mismos.
No queremos conocer y publicar lo que lleva años por no decir décadas sucediendo en España, alentado ese silencio por unos, callada la realidad por la mayoría al no saber lo suficiente, silenciada por los que tienen la obligación de saber…, pues muchos siguen pensando que la sociedad no está madura para saber las verdades tramposas.
Nos prefieren tontos, para podernos engañar con más facilidad.
Ahora hay un Gobierno en España que podríamos decir que es de izquierdas. O al menos, lo más de izquierda que se puede tener dado lo que deciden con su voto los españoles. Y desde la izquierda la estamos jodiendo por callar y disimular.
Las salpicaduras de quien no sabe mear tomando correctas decisiones, salpican en exceso.
Si hay atisbos de trampas, hay que tomar decisiones drásticas y MUY duras. No puede existir colaboración con quien NO toma esas decisiones, pues afecta a todos el estar callados.
Pedro Sánchez se sabe quemado, ya hace unos meses de eso, incluso por él mismo. Es cuestión de tiempo, esperando un milagro que no llegará nunca ni nadie sabe ni para qué ni por qué.
Apurar plazos, buscando tiempos mejores es absurdo, es perder el tiempo, es no querer ver la realidad de un Ciclo ya acabado por culpa de muchos.
Toca convocar Elecciones Generales, toca salirse del Gobierno si de verdad eres de izquierdas y crees que hay que salvar los muebles para construir alternativas a corto y medio plazo. Toca ser sinceros con nosotros mismos y con nuestras sociedades.
El HOY ya está acabado, y ahora toca empezar a pensar en el mañana, a costa de reflexionar lo primero, y de saber construir alternativas con ideas nuevas y válidas.
El detalle de las primeras manifestaciones pidiendo viviendas o el ejemplo de la ciudad de Viena en este asunto, caen por su propio peso para saber por dónde hay que empezar. Y eso lo debe liderar una izquierda nueva.