30.1.23

Ya hace más de 30 años se pensaba lo mismo


Esta viñeta no es actual, no hay que preocuparse mucho. Tendrá 30 años o más…, y entonces éramos unos pesimistas. Como ahora, o menos. 

Perich siempre acertaba con sus frases cortas, con sus dibujos, con sus miradas. O se acercaba mucho a la realidad algo escondida, que de todo hay.

Ahora nos toca cambio, en este 2023 nos toca modificar caras, ver posiblemente otros gobiernos por toda España, incluso… ver otro tipo de políticas. 

Con la ventaja de que será lo que queremos entre todos. Para bien o para regular. Tendremos que volver a revisar nuestras ganas de cambio, o no. Tendremos que pensar que sí es importante lo que decidamos. O no. 

26.1.23

El Terrorismo solo busca Terror. Por si se nos olvida


El terrorismo siempre busca lo mismo, y en España que desgraciadamente hemos tenido tanto y tan persistente desde diferentes espacios violentos, parecemos no aprender. El Terrorismo solo busca Terror.

Ayer una persona islamista mató a un sacristán en Algeciras e hirió a cuatro personas. Al grito de Alá, como podría ser al grito de cualquier otro símbolo que creen ser superior al de los demás. Siempre es igual, tontos que se creen superiores, que nos creen a todos los demás como unos equivocados, y que solo saben utilizar la violencia para intentar convencer.

El terrorismo busca fama, medo, doblegar opiniones, hacer dudar, enfrentar a la sociedad a la que se ataca. Ha sido así siempre, fuera ETA, el GRAPO, la Triple AAA o ahora cualquier grupo islamista que escucha las órdenes por internet.

Repetir en los medios de comunicación todos estos temas, imágenes, declaraciones de miedo, dolor y terror… es lo único que buscan. Es su triunfo. pero no parecemos aprender.

No hablo de censurar, en absoluto, sino de no hacer el juego a los violentos, a los asesinos. 

Cada día se suicidan de forma reconocida unas 11 personas en España. En algunos meses algo mas. Nada es comparable a nada cuando hablamos de vida o muerte. Pero ser inteligentes en la sociedad ayuda a saber defendernos de los violentos.


21.1.23

Clase Media Aspiracional. El nuevo invento imposible


Admitimos con suma facilidad que unas personas tengan mucho dinero, mucho poder, muchas opciones para seguir acumulando dinero y poder, mientras otras personas que viven en la misma ciudad, en el mismo barrio, pasen hambre, penurias, injusticia e incertidumbres sobre su futuro. Creemos que eso es lo normal, lo habitual y que además nos va a resultar gratis a todos.

La desigualdad también tiene un tamaño soportable.

Como nadie quiere ser Clase Trabajadora, y además muy pocos llegamos a ser Clase Media, se han inventado un nuevo concepto, la Clase Media Aspiracional, que es un modo de decir que se aspira a algo que no se logra, pero tampoco se olvida, ni se quiere criticar.

Esta presunta Clase Media Aspiracional huye de ser calificada como Clase Trabajadora, le parece algo superado aunque no llegue a ser otra cosa, pero defiende que aspira a algo y que aunque no lo haya conseguido, lo quiere defender. Estaría bien si no fuera porque en realidad hace el juego a los que impiden que llegue a ser Clase Media.

Para ser Clase Media lo fundamental es que te dejen ser y formar parte de "su" Clase Media auqellos que ya lo son. 

Sí, ser de Clase Media es vivir de tus ingresos como trabajadores pero además tener una parte importante de ingresos fijos que no provienen de tu trabajo, sino de tus rendimientos diversos. Es decir, del trabajo de otros.

Aspirar a vivir del trabajo de otros ciudadanos podría ser considerado lógico en un mundo sin excesivos controles sobre los beneficios, tener ingresos añadidos a los de tu trabajo a base de tus ahorros puede ser una manera lógica de entender que ahorrar es positivo, que saber invertir es positivo también

Pero eso no faculta a nadie de esas Clases a no reconocer que las desigualdades deben cuidarse mucho más, pues en llegando a un punto movible que nadie sabe colocar, puede explotar todo el tinglado y convertirse en complicado tener una sociedad en donde solo haya Clase Baja y Clase Burguesa.


¿Mandamos tanques modernos a Ucrania?


Sobre la mesa europea está ahora el debate sobre mandar o no mandar mejores y más modernos tanques para ayudar a Ucrania a defenderse de Rusia. Hablamos sin duda de un salto hacia arriba en la ayuda de la OTAN hacia uno de los países del conflicto. Aumentar el impacto y la ayuda en material bélico pesado, contra Rusia.

Las guerras, casi todas, siempre acaban cuando uno de los contrincantes es vencido, derrotado, humillado.

Con esta premisa anterior hay que tener mucho cuidado, pues aunque tenemos ejemplos no muy lejanos de guerras que se disuelven sin que nadie aparente ganar, y podemos nombrar a Vietnam o a Afganistan, lo cierto es que alguien pierde, aunque el otro no sea el ganador, no pueda decir que es quien ha ganado. 

En el conflicto de Rusia contra Ucrania, no es nada sencillo entender que uno de los dos países pueda perder. Por lo que supondrá para todo el mundo occidental esto, sea quien sea quien gane o pierda. 

O lo que es lo mismo, no debería perder nadie, si no queremos que al final perdamos todos.

Ya sé que esto es complicadísimo de entender, pero como en toda partida de ajedrez, a veces hay movimientos que no parecen lógicos, y son los que mueven el tablero y sus piezas.

Mandar las mejores armas pesadas del mundo occidental a Ucrania tiene sus riesgos serios. Y no hacerlo es también indicar que el apoyo es limitado y eso lo apuntará Rusia en su haber. Así que mucho cuidado con las decisiones, pues no hay que pensar en abril de 2023, sino en junio de 2024 como poco. 

Y mientras tanto los civiles ucranianos se van muriendo, el país y su sociedad sufre sin poderlo medir una guerra que no llega a entender, y Europa se juega su futuro aunque disimule para no meter miedos. 

En los conflictos en los que nadie puede ganar, lo normal es que todos pierdan. Incluso los de alrededor.

Nota.: La imagen es de 2017 de Patrik Stollarz para AFP


20.1.23

Oriol Junqueras pierde el respeto de los independentistas catalanes


Nunca creí que el camino que emprendió Cataluña en 2017 fuera a servir para nada bueno, era ilógico y absurdo emprender por la fuerza de la política catalana algo que nunca iba a ser aceptado por España. Una torpeza catalana en los modos, en los plazos, y en los contenidos.

Aquello llevó al exilio a los principales representantes legales de Cataluña en la política y a la cárcel posteriormente a casi todos ellos.

Ayer cuando vi a Oriol Junqueras abandonar la protesta independentista en Barcelona entre gritos y abucheos que le acusaban de traidor, y le amenazaban, se me volvió a caer las ganas de hablar de política, de estar dentro, incluso de estar cerca.

Estar casi cuatro años en la cárcel por ayudar en la Independencia de Cataluña, no le ha servido siendo uno de sus máximos gestores, ni para tener tan siquiera el respeto de los suyos, de los cercanos, de la mayoría de catalanes. Unos le insultaban, pero casi nadie lo apoyó o le defendió.

Algo va mal en Cataluña y en la sociedad en general cuando no sabemos valorar con errores o sin ellos, el coraje de quien gestiona.

Seguramente para muchos catalanes Oriol Junqueras no ha hecho bien todo, incluso para gran parte del resto de españoles todo lo he hecho mal. Pero que salga a la calle a apoyar un nuevo intento de Independencia y se les agreda verbalmente antes de tener que abandonar, nos indica en qué punto social estamos.

Tomemos buena nota, pues si a quien ha pasado todo ese tiempo en la cárcel por intentarlo… lo tratan así los suyos, debemos sospechar como nos tratarían a los que opinamos de otra manera.

19.1.23

¿Qué países y sociedades te parecen válidas, interesantes?


Hay una fórmula que parece bastante válida para saber si un país o una sociedad es interesante o no a ojos del resto, si es positiva y válida o simplemente es una sociedad con dificultades, aunque no lo veamos desde fuera. Cuidado que todo esto es muy relativo. 

¿Cuantos conocidos tuyos, del grado o distancia que sea, conoces que hayan mostrado alguna vez deseos de inmigra a trabajar o estudiar a países como Bolivia, Kenia, Marruecos o Nepal? Efectivamente pocos. Pero de entrada eso no es ni negativo ni quiere indicar nada que no sea la lógica que se nos ha ido inculcando al mundo occidental.

Pero en cambio sí conoces a personas que alguna vez han comentado que les gustaría irse a trabajar o a estudiar a Irlanda, Alemania, EEUU, Japón, Corea del Sur o Chile.

Ya tenemos pistas, incluso si marcamos en rojo y verde estos puntos sobre un mapa del mundo, tendremos pistas fabulosas para saber qué aprobamos nosotros desde nuestra forma occidental de entender la calidad de vida.

Lo podemos utilizar para marcar ciudades de nuestro propio territorio, para hacerlo con oficios o con carreras universitarias. Si tenemos dudas, empecemos al revés, tachando lo que no nos gusta y observar qué va quedando.

¿Estamos acertando en nuestras decisiones? Pues es un modo bastante simplista y por eso no es un modelo a seguir, si no va acompañado de una reflexión serena. ¿Nepal o los EEUU… a qué? Todo depende también de con quien.

¿A qué distancia está la horchata de la globalización? ¿Y Macron de nosotros mismos?


La globalización es maravillosa, un invento muy viejo, que en este siglo XXI se ha extendido hasta límites insospechados. Yo puedo estar en mi casa, viendo una película en la televisión y puedo dar la orden de que me traigan mañana un reloj muy moderno y hecho por unos ciudadanos tailandeses, o unos cascos para escuchar música americana que han fabricado unos chinos que hasta hace unos meses solo trabajaban con vacas.

Me llegará el reloj a casa, sin tenerme que mover, sin pagar con dinero, perfectamente empaquetado, sin fallo en el sistema globalizado de fabricación distribución y entrega. Muy sencillo y sin que medien problemas ni dinero real.

Pero a su vez hoy he podido leer o ver en vídeo una conversación entre Javier Cercas y Emmanuelle Macron en París, en donde me hablaban a mi, directamente a mi como parte pequeñísima de los europeos, y en la misma conversación en la que mandaba Macron mensajes a Biden o a Putin

Es la globalización tremenda de poder en la misma conversación, dividir las párrafos para hablarles a partes tan distintas en el funcionamiento del mundo como somos la sociedad de consumo y trabajo… y los líderes que dominan el mundo a golpe de bombas.

No todo veremos como lógico que gente importante se dirija a gentes tan frágil como los ciudadanos, pero es parte de su estrategia globalizada. Todos formamos parte de unos engranajes perfectamente diseñados para que engranemos los unos con los otros.

Sin miles de soldados jóvenes que tengan que aceptar que van a morir o a matar, es imposible crear una guerra.

Es la globalización moderna, la que sirve para que la horchata suba un 200% de precio por culpa de una guerra a 4.000 kilómetros de distancia y en una zona en donde nunca han conocido la horchata. En las guerras globalizadas unos mueren y otros se hacen ricos, pero eso lo mejor es obviarlo y mantenerlo en silencio burocrático.


15.1.23

Acoso sexual y verbal en el ámbito sanitario


Me pasan una documentación (que es pública) sobre acoso sexual en el ámbito médico sobre la que he ido preguntando a diversos profesionales para añadirme más datos, y ante lo que todos podríamos entender sin reflexionar mucho, no es solo de unos profesionales de la sanidad hacia otros profesionales de la sanidad, sino también de pacientes hacia sus médicos y personal de enfermería. 

Hemos llegado a un grado de pérdida de respeto básico entre las personas, que ya todo nos parece hasta entendible. Da la sensación de que somos capaces de cualquier imbecilidad como pacientes o usuarios y de tenerla que añadir a una estadística, pues no es algo casual o esporádico, sino medible. Esa violencia de paciente a médico se da con más facilidad entre paciente de cualquier sexo hacia profesional sanitario hombre.

Es cierto que han aumentado las violencias sociales retransmitidas, que ahora ya hemos trasladado a los Telediarios las escenas de las series televisivas, de las películas. Sean guerras en donde destrozamos barrios enteros, muertos troceados por las calles, o jóvenes que se encorran con catanas o pistolas por las calles de cualquier ciudad española conocida.

Cada vez lo tienen más complicado en el cine para sorprendernos. Y no es cuestión de cambiar las leyes, pues a los que son ya unos animales bípedos les da igual los años de cárcel, simplemente se adaptan. Hay que trabajar desde otras ópticas y otros marcos mentales de refuerzo positivo, de educación, desde una edad que no sea la adolescencia cuando ya está todo formado.

Lo hablaba el otro día con un Director General de Sanidad: se ha detectado tras la pandemia un aumento enorme de esa exigencia en tono muy incontrolable, que raya la violencia de cualquier tipo. Ya no todo lo entendemos com violencia, sino que hay muchas más situaciones que lo rayan y eso machaca al profesional, que se cree que en su trabajo va a ayudar a los demás, y se encuentra con borregos. 

Lo normal ahora, me decían, es que sobre todo en consultas telefónicas en donde no se ven las caras las personas, se comience con una queja del paciente que te resta minutos sin aportar nada a la llamada, excepto mala baba. Y pone a la defensiva al médico. Pero luego ninguno de ellos acude a su consultorio a pedir una Hoja de Reclamaciones, que existen y funcionan.

Las quejas, nunca, deben hacerse al profesional que te atiende, hay al menos otros tres modos de queja. Las Hojas de Reclamaciones que os puedo asegurar que llegan a donde tienen que llegar; generalmente un buzón en el propio centro médico; y además siempre hay —al menos en Aragón— un Consejo de Salud en donde normalmente los Presidentes NO SON personal del Centro pero tienen contacto directo con los responsables del SALUD.

Julio Puente

12.1.23

¿Cual es el precio por niño en una guardería de calidad?


El propio mercado no siempre es capaz de suministrar lo que necesitan las sociedades. Por diversos motivos. En España se necesitan muchas más plazas de guarderías, sobre todo para niños pequeños y como un servicio —y perdonen la expresión— de auténticas guarderías para "guardar" niños de familias que tienen que trabajar todos los adultos. 

Incluso lo que se demanda y no se obtiene son horarios muy amplios, desde las 6 de la mañana (incluso desde las 5) hasta las 12 de la noche. Conciliar es muy complicado cuando estamos en tiempos de crisis económica.

No hay suficientes plazas privadas y casi nada de espacio públicos. Pero hay demanda y necesidad por la actual situación laboral de muchas personas jóvenes, sobre todo de inmigrantes con contratos de mala calidad y horarios imposibles. 

Pero ahora viene el problema del precio. 

El coste por niño en una guardería privada que ponga en prácticas todas las normas legales actuales, en cuanto a metros por niño, categoría profesional de los asistentes, servicios y atenciones, es de… 7.500 euros al año escolar de 10/11 meses. Pero pueden ser inferiores a los 1.000 euros al año si podemos acogernos a todo tipo de ayudas.

La cantidad total del precio de estos servicios públicos fundamentales puede ser mucho menor si podemos acceder por Renta o tipo de familia a las ayudas públicas o a escuelas infantiles que dependen de los Ayuntamientos o las Comunidades Autónomas. 

Como es lógico la diferencia entre lo que se paga y lo que cuestan, se compensan con subvenciones públicas. Pero cuando hay crisis y se intenta convencer de que los impuestos no deben subir, no aumentan las plazas públicas y no hay empresa que quiera crear guarderías para perder dinero. 

O lo que es peor, algunas empresas se saltan las normas y leyes y crean servicios "ilegales". 

O rebajamos las normas o no tendremos servicios. 

O somos capaces de entender que no es posible hoy tener la calidad asistencial que nos hemos planteado o no hay solución barata si no entendemos que los impuestos sirven para muchos servicios. Y si no somos capaces de resolver estos problemas, al final lo pagan los abuelos.

Estamos perdiendo la humanidad social mínima


Estamos agrios, violentos incluso, se contagia ser ásperos y malhumorados, pues nos estamos volviendo incapaces de entender la vida en sociedad, compleja, y para lo que se requiere algo de suavidad, de vocación en ser algo más humanista. 

Hace unos días intentaba entenderme con una profesional de la atención a la sociedad, una persona que trabaja en una profesión hoy casi agotadora, la Sanidad, y para la que se requiere mucha vocación. 

Lo malo de mi conversación no radica en que ella no quisiera entender —no lograra yo hacerla entender— que hay profesiones que a veces son complejas, sino que entendiera que como la suya hay muchas y solo en la suma de todas las personas logramos que esto funcione bien.

Esta profesional es médica y no desea admitir que los pacientes son sagrados, sobre todo los más débiles. Lo puede decir o disimular con palabras pues tampoco se atreve a decir que los pacientes son ya como clientes, pero los hechos que adopta en algunas decisiones que yo le critiqué no sirven para entender eso. No, no soy su paciente, pero sí tengo responsabilidades.

A nadie se le obliga a ser médico, ni fontanero, militar, bombero o fresador. Somos libres de entrar en una profesión y de salirnos de ella. Pero para algunas se necesita vocación y en mucha cantidad. 

A ningún médico le agrada trabajar 10 horas todos los días, pero a veces hay que hacerlo pues hay tiempos muy complicados. Y si hay quejas, los últimos que lo tienen que notar son los pacientes.

Tengo un amigo enterrador en Zaragoza. No es tampoco un oficio sencillo. Cuando nació nadie le dijo que sería enterrador, pero nunca se ha quejado si un día tiene que sacar de la tumba a dos personas, un niño o un anciano. O meter luego en ese sitio a los hijos de los metidos en sacos o a la madre de los primeros.

Tengo otro que es bombero y a veces tiene miedo en algunas intervenciones, pero es lo que le toca. 

Incluso tenía otro que trabajaba en una fundición a cuatro turnos rotatorios con el que era muy complicado quedar, pero en cambio su esposa ocupaba su sitio con los amigos y amigas para que no se perdieran las relaciones. Cuando no trabajaba se tenía que ir a la cama pues madrugaba a las 5 de la mañana o acababa de trabajar a las 10 y solo podía quedar a las 11. 

No hay oficios fáciles en muchos casos, pero quien se dedica al servicio público, debería saber que a veces es muy complicado su trabajo, y muchos médicos lo saben de sobra y les encanta su labor humanista. La inmensa mayoría son excelente profesionales con vocación y por eso en España tenemos un servicio de Sanidad que es todavía fabuloso, aunque se lo intenten cargar unos torpes.


1.1.23

Hemos empezado el 2023 para disimular


Son tiempos tremendamente curiosos para disimular y no llamarles raros o jodidos. Rescatamos a
Anne Igartiburu y Ramón García para las campanadas de Fin de Año 2022 y es posible que hayan sido escuchadas por un número tremendo de oyentes fuera de los canales que todavía queremos considerar habituales.

Seguimos admitiendo que las guerra mata y a su vez también admitimos que es inevitable, como si matar fuera de lo más normal. ¿Hemos ido al colegio? Nos tratamos mal, no nos hablamos entre nosotros, somos incapaces de reconocer que todos nosotros nos equivocamos o que utilizamos unas violencias que no corresponden con la verdad.

Bien, hemos entrado ya en el 2023 para disimular, pues en realidad no queremos cambiar nada, estamos mal pero nos conformamos sabiendo que otros están peor. Más tontos no podemos ser. Aunque tal vez sea posible que en este nuevo 2023 nos logremos superar.

Seguiremos escuchando música de los años 70 y 80 del siglo XX pensando que entonces se vivía mejor. Es mentira, si acaso ahora estamos consiguiendo que se vida peor, que no es lo mismo.