¿Os gusta el Paseo Independencia de Zaragoza, la Gran Vía de Madrid, la New St de Birmingham, los Campos Elíseos de París, las Ramblas de Barcelona? Pues por cada una de estas calles maravillosas, existen en las mismas ciudades 100 calles que son horrorosas, muchas de ellas vacías, sucias, peligrosas, sin servicios. Barrios enteros que esconden la pobreza, pues ella misma tienda a esconderse.
La ciudades son maravillosas, tanto que (casi) todos los ciudadanos quieren irse a vivir a su interior. Añoran sus localidades anteriores y vuelven los días libres, pero desean ser y sentirse de ciudad. En España, en China o en Senegal. Puede que equivocadamente, pero eso depende del tipo de ayudas que reciben en los pueblos para lograr su independencia vital y económica.
Pero las ciudades necesitan crearse desde y hacia una calidad determinada, pues si no es así se convierten en todo lo contrario a lo que se necesita. Por eso las ciudades que ahora crecen hasta tamaños imposibles, se pueden hundir en su miseria a largo plazo.
Cuanto más pobre es una sociedad, más necesita una red de grandes ciudades para sobrevivir. Es mucho más sencillo sobrevivir —en estos tiempos— en una gran ciudad que en un pueblo. Diréis que no, pero lo diréis equivocadamente. La capacidad que tiene un pueblo para soportar un número medible de personas sin recursos es muy inferior al que tiene una ciudad.
En Madrid aproximadamente hay un 1.200.000 personas de población extranjera declarada. Sobre todo entre los 20 y los 40 años de edad. El 95% vivien entre la capital y su zona metropolitana. Casi un 19% de la población declarada de la Comunidad de Madrid son extranjeros. Las migraciones crean conflictos en localidades pequeñas y en cambios pasan mucho más desapercibidas en las grandes ciudades. Hablo de percentajes de movimientos migratorios.
¿Puede una ciudad como Alcañiz (por poner un ejemplo elegido al azar) con 16.333 habitantes, tener en su seno sin problemas de convivencia y de forma fácil, un total de 3.270 extranjeros? En realidad se acerca. Tiene 2.264 vecinos extranjeros. Tener mil más, sería un punto complicado de asumir.
Pero los extranjeros no son un dato válido para lo que hablamos. En la Comunidad de Madrid hay unas 90.000 familias en la pobreza más absoluta, en emergencia social. ¿Os imagináis en Alcañiz a 225 familias, hogares, en la misma situación de emergencia social? ¿Casi mil personas en una localidad de 16.000 habitantes, necesitando ayuda constante para sobrevivir?
Las personas que están en esta situación, dentro de las grandes ciudades, en general, son familias migradas desde zonas rurales. Y que en la ciudad lo están pasando muy mal. Pero que en sus zonas de origen, en las zonas rurales, serían un tremendo problema sin solución. No porque no sea capaz de asumir mucho mejor las ayudas sociales las zonas rurales, que sin duda lo son, sino porque estadísticamente se colapsan mucho antes y en un porcentaje mucho menor que en las ciudades. No hablo de números totales, sino de porcentajes sobre la población.
No confundir pobreza con hambre. Son dos conceptos muy distintos, aunque uno se contenga en el otro. El hambre es más sencillo de resolver en las localidades pequeñas. La pobreza NO.
Incluso a las sociedades y sus gobiernos les resulta más sencillo crear redes de apoyo sanitario, educativo, de acción social, de formación para el trabajo, de control de problemas, de seguridad o de apoyos habitacionales en una gran ciudad que en todas las pequeñas localidades si se mantuvieran viviendo en ellas. Y se ha demostrado, que los propios vecinos de las pequeñas localidades, increíblemente potentes para ayudar a sus vecinos nativos, las comunidades pequeñas se agotan mucho antes a la hora de ayudar a los migrantes.