Hablar de si se llegó o no se llegó a la Luna en los años 60 del siglo XX parece una tontería para perder el tiempo, pero es un tema que sin interesar mucho, sigue creando dudas que no se rebajan, sino que se acrecientan.
Se dice que entre el 10% y el 18% de los norteamericanos creen que NUNCA se llegó a la Luna. Mucho más elevado este número entre los jóvenes, mucho menos entre los que vivimos aquellos momentos,
En Europa los números cambian. Y nos movemos entre el 10% y el 25% dependiendo de países. en Rusia estos números ascienden casi hasta el 60% lo cual es más lógico de entender. Y también son los jóvenes los que en mayor número creen que aquello fue un engaño.
Quienes dicen que el alunizaje fue fingido y en engaño suelen apoyarse en una mezcla de razones políticas, técnicas y psicológicas. Argumentan que durante la Guerra Fría, el gobierno de EE UU, necesitaba un gran triunfo para demostrar su supremacía frente a la Unión Soviética. Fingir el alunizaje habría sido “más seguro y barato” que arriesgar vidas en muy alto número o fracasar en una guerra.Se dice que llegar a la Luna sirvió para desviar la atención pública del descontento social y de la guerra de Vietnam, manteniendo la moral ciudadana y justificando el gasto en espacio.
Quienes dudan del alunizaje señalan supuestas irregularidades en las imágenes, Ausencia de estrellas en el cielo lunar. Bandera “ondeando y moviéndose” pese a la ausencia de viento.
Retículas tras algunos objetos, interpretadas como montajes, diciendo que estos puntos han sido refutados por expertos en fotografía y física lunar, que explican efectos de exposición y reflejos.
Mientras que muchos adoptan una “mentalidad conspirativa” y creen que los gobiernos y las grandes instituciones ocultan información. Esta tendencia se relaciona con la percepción de que “siempre hay poderes secretos que manipulan los sucesos”.
Tras dos días de orbitar la Luna, Armstrong y Aldrin descendieron en el módulo Eagle hacia la superficie lunar, mientras que Collins permanecía en el módulo Columbia. En la superficie lunar, los astronautas recolectaron muestras de rocas y suelo y realizaron los primeros experimentos. Luego se subieron al Eagle y se volvieron al Columbia, desde donde emprendieron el viaje a la Tierra.
Curiosamente ahora se dice que el Módulo Lunar, el que los bajó a la superficie de la Luna desde el módulo Columbia del Apolo 11, y luego los subió de vuelta al módulo para volver, ese módulo Eagle que vemos como muy precario en la imagen, NUNCA antes se había probado en su función total, nunca había alunizado sin personas.
Es decir, este tipo de módulo, nunca había ido a la Luna, se había desacoplado del cohete, bajado al suelo, luego volver a subir para después partir hacia la Tierra, y sin tener tripulantes por si algo fallaba.
El ordenador a bordo del Apolo 11 era el legendario Apollo Guidance Computer (AGC), desarrollado por el MIT Instrumentation Laboratory. Fue instalado en el módulo de mando y en el módulo lunar y podemos ver su teclado.
Características técnicas del AGC:
Computadora digital de arquitectura de 16 bits (15 bits y un bit de paridad).
Memoria RAM (lectura/escritura, core memory): 2 y 4 KB (entre 2.048 y 4,096 palabras según módulo).
Memoria ROM (core rope memory, fija): 24–72 KB (según versión y misión).
Procesador: CPU propia, 16 bits, operando a 1.024 MHz (un poco más de un millón de ciclos por segundo).
Peso: Unos 31–32 kg (70 libras).
Tamaño: Aproximadamente 60.96 cm de largo x 30.48 cm de ancho x 15.24 cm de alto.
Interfaz: El famoso teclado y display DSKY (“DISKY”), que permitía a los astronautas introducir instrucciones numéricas y recibir datos en forma de número y mensajes cortos. Un teclado numérico de 10 teclas (0-9) más teclas de "Verbo", "Sustantivo", "Enter" y otras teclas especiales.