21.10.25

El mundo juega a las guerras sin medir las consecuencias

Que nos vamos quedando sin la Unión Europea no es nuevo. En vez de hacerla más fuerte, se va dilapidando poco a poco a base de una debilidad que no sabemos revertir. 

El ex primer ministro de Francia, Édouard Philippe, advierte en el Foro World In Progress 2025 de Barcelona, contra el reciente acuerdo comercial firmado por la Unión Europea con EEUU para paliar los aranceles de Donald Trump: “Me aterra el acuerdo comercial de Europa con EEUU, pues es un acuerdo penoso, pues Europa renuncia a tener una relación directa fuerte” con los EEUU.

Pero esta realidad no es buena tampoco para los EEUU, que ven crecer a China entre otros actores mundiales, y a costa de sus propios errores con sus aliados históricos. 

Europa tiene más opciones para elegir amigos comerciales o económicos, y ninguna opción en buena pero a veces es inevitable, para negociar esa globalización imparable en lo económico.

En casi todo el siglo XX, la Europa más unida ha dependido de los EEUU, y los EEUU ha tenido a Europa a cambio, como freno occidental ante cualquier adversidad en el mundo. 

Ambos bloques se ayudaban a conformar un solo bloque teórico, que ya no es así. Ya estamos fuera en lo económico, político, cultural o social. No nos dejan sentarnos ni en las mesas de negociación de los asuntos que afectan a Europa.

Cada vez más, van surgiendo grietas en Europa por la corta visión de los EEU con los gobiernos europeos. Algunos países se acercan a Rusia, otros miran a Turquía, algunos hacen tratos preferentes con China, Japón, Corea o India, y otros saben que sus relaciones con la América no controlada por los EEUU, debe mejorar o cambiar.

Eso lleva a un despiece de la Unión Europea, con signos claros de una debilidad de los estados más importantes, que nos debe preocupar a todos. Es muy complejo mantener la Unión Europea, si sus miembros son tan dispares, tan nacionalistas y tan débiles en relación al todo.

José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España, ha dicho claramente en el mismo Foro, que vivimos "ya", en un entorno “muy incierto” y que: “Tenemos que ser muy ágiles, preparados para reaccionar de una situación u otra”. 


“Estamos —dijo— ante un conjunto de políticas que rompen de una forma radical con la que ha sido la continuidad política del siglo XX. A lo largo del siglo XX, hemos visto como las ventajas de la multilaterlidad han ido imponiéndose. No hemos sido capaces de percibir que estas ventajas iban generando costes de transición y esto ha dado lugar a este giro que vemos claramente en el caso de EE UU”.

Europa no se fía de los EEUU, ni a nivel económico ni a nivel político, y eso es un serio problema para ambos bloques en contienda. Hay detalles inasumibles y de preescolar que no se deben consentir y que tienen un precio en las relaciones entre bloques. El ninguneo de Europa es un claro error de los EEUU, que tendrá un precio.

Sabemos en Europa que la extrema derecha está en aumento en todo el territorio europeo, pero no toda ella es igual a la hora de acercarse a bloques mundiales. 

La hay en Europa que está más cercana a las tesis rusas y la hay más cercana a las tesis americanas o de Trump. Y aunque suena a curioso decir que ahora parecen más amigables los gobiernos de Rusia y los EEUU, y el enemigo de ellos nos parece China y Europa, eso depende de factores que no quieren tener en cuenta los propios EEUU.

Habitualmente una explosión bélica de un Bloque Tercero, es lo que ante la historia se ha utilizado para posicionar a los dos bloques principales. Esperamos todos que no sigamos haciendo experimentos con guerras provocadas, para intentar saber saber de qué parte está cada uno. Eso es muy peligroso.

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