19.10.25
Donald Trump se caga en sus compatriotas
Tenemos un serio problema a estas alturas del siglo XXI con el futuro mundial, por la suma de varios personajes incapaces de entender qué representan en la historia. Nos guste o no, Donald Trump es uno de ellos, y así figurará en los libros de historia.
Así serán de importantes todas sus acciones, aunque él las considere un juego de niños. Todo lo que hacen las personas, es más o menos importante, según el grado de poder (o respeto e incluso miedo) que tiene quien las realiza. Y aquí entra también las palabras, las tonterías, el mensaje no verbal.
Una de las primeras cosas que aprendes cuando eres ascendido en un puesto de responsabilidad, es que aunque te quieras llevar igual de bien con todas las personas de antes, ellos son los primeros que te ven y te respetan como lo que eres ahora.
Antes podías decir un chiste o una tontería, y la decía el amigo a sus colegas. Ahora esa misma tontería ya no la dice el amigo, sino el Jefe, el Alcalde, el Presidente, y su importancia mental en quien la escucha, aunque siga siendo tu amigo o colega, es diferente.
El vídeo de Donald Trump lanzando excrementos que nos imaginamos deben ser de una diarrea propia, desde un caza de combate, sobre las cabezas de los manifestantes que mostraban su descontento con las actuales políticas del gobierno de EEUU, es mucho más que una gracia de un incapaz.
Se suma un caza de guerra, con mierda líquida para emborronar, un objetivo que son sus propios compatriotas, y una vestimenta de Rey, para infundir poder europeo pues debe añorar no poder ser Rey.
Una mezcla absurda y peligrosa por la mentalidad de quien la expresa.
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