9.3.09

Zapatero ya no lidera España, debe asumir cambios.

Un año después, España no es la misma, pero no ya por la crisis, sino por el descontento, por la incapacidad para dotar de ilusión a la sociedad, por el desencanto de una población abstraída ante su propio país.
Zapatero no quiero ver la realidad, como no quiso ver la crisis hace ahora un año, cuando negaba incluso la posibilidad de llamar crisis a la crisis.
No estamos ante una España con rumbo sino ante un país con problemas que no está demostrando liderazgo político, que parece esperar a que se vayan sucediendo las elecciones políticas para sí asumir las derrotas como soluciones a los problemas.
Necesitamos gerencia política, soluciones, capacidad de equivocarse, pero no sombría capacidad de aturdimiento y aletargamiento ante los problemas.
Zapatero debe dotarse de otros Ministros, de otras maneras de trasladar ilusión, ha gastado en un año todo lo que se le entregó en forma de poder. Debe renovar a su equipo, porque un Presidente no es el culpabre de lo mal que lo hagan sus ayudante, sino de no saber elegirlos o renovarlos.

El teatro de la vida

Todos somos pequeños actores en este teatro de la vida, no sabemos bien cómo es la función, ni cuando termina, ni cuando hay descanso, simplemente actuamos al compás de los que nos acompañan, al ritmo que nos marca la propia obra que nos envuelve.
Somos actores de reparto, iluminados por luces de colores que nos diferencian del resto, que no siempre podemos imprimir a nuestro personaje un sello personal, pues la obra en su conjunto sigue avanzando sin nuestro control.
Somos bueno o malos actores sin importar mucho nuestra interpretación al conjunto de espectadores, porque todos somos actores. Nadie aplaude, todos miramos e intentamos hacer lo mejor que podemos nuestra particular obra.
Seamos al menos buenos profesionales en nuestra forma de entender la obra, seamos humanos para así ayudar a los otros humanos.