22.9.11

¿Qué quieres ser, cuando ya seas mayor, cuando la edad se esté acabándo?

De pequeño, las amigas de la madre, los cuñados de algún amigo familiar, las vecinas impertinentes te preguntan con cara de espera: —¿Y tú de mayor, qué quieres ser?
Pero cuando de verdad te lo tendrían que preguntar, cuando en realidad es importante saber responder a esta cuestión, cuando ya de adulto tienes ocasión de intentar responderte y lo que es más importante, trabajar en serio por labrarte ese periodo complicado “de ser mayor”, nadie te lo pregunta, ninguno nos lo preguntamos.

¿Qué quieres ser, cuando ya seas mayor, cuando la edad ya esté acabándose?

Pues son pocos y pocas los que deseamos plantearnos estos temas, los que construimos la vejez en los años de madurez, lo que pensamos que algún día seremos mayores y que por ello es bueno pensar un poco en esto, para aprender a serlo con felicidad, con ganas, con energía suficiente para soportarlo. No nos enseñan a envejecer, a afrontar con madurez y respeto unos años complejos pero también bonitos si hemos sabido prepararnos para ello.
Yo de mayor, simplemente quiere ser libre, disfrutar de ser mayor, respetarme como anciano, sin añorar lo perdido pues es todavía mucho lo que me queda por vivir, aunque sea en poco tiempo. Yo de anciano quiero que las enfermedades me respeten, que no es poco eso.

Los altibajos o recaídas temporales en la depresión

La depresión, como enfermedad diagnosticada y tratada —no como síntomas o estados de ánimo en depresiones leves—, es una enfermedad muy puñetera. Quién la padece, sobre todo en las primeras semanas o meses de tratamiento diagnosticada, se sorprende de las recaídas, de sus altibajos. 

Es muy normal (posible) mejorar, encontrarte bien, estar mucho más animado y de repente…, sin motivo aparente…, volver a caer, hundirte sin motivo claro, sin poder explicar los por qué de esas caídas.

Hay que asumir las recaídas, los altibajos. Son parte del proceso de enfermedad y de la solución.
Tras cada caída vuelve a los pocos días la situación anterior, nos volvemos a recuperar y gozamos otra vez de la sensación más normal; recuperados y casi felices. 

Hay que acostumbrarse a estas recaídas, a estos altibajos en el proceso de depresión. Hay que conocerse bien, es importante esto, y saber asumir que aunque nos sintamos bien, es posible que tengamos recaídas y en algún momento volvamos a hundirnos. 

En la misma medida en que nos hundiremos debemos saber que a los pocos días volveremos a levantar el ánimo, volveremos a la situación normal.

Un último consejo. Nunca hay que dejar la medicación sin control médico. 

Se puede dejar la medicación, sí, pero cuando los profesionales lo indiquen y de una forma controlada que ellos pautarán. Los efectos rebote por dejar mal la medicación son muy negativos para la curación total. 

Y de todas las formas, si tenemos que estar muchos años tomando una medicación, es simplemente por que se ha convertido en crónica la situación, algo que les sucede a millones de pacientes de cientos de enfermedades distintas en todo el mundo.