9.11.11

Equivocamos la formación profesional continua con la formación necesaria

En España solo el 32% de los trabajadores recibe algún tipo de formación continua en su empresa, según un estudio realizado por Brainers, la división especializada en formación a medida para empresas del Grupo Constant, que pone de relieve el potencial de la demanda de formación para ocupados.

Con estas cifras, España se sitúa lejos de países como Alemania, donde el 52% de empleados recibe algún formación. Los países nórdicos son los que más aprovechan los recursos destinados a la formación, ya que el 70% de los trabajadores asisten a cursos. "Nuestras empresas apuestan poco por la formación, pero la tendencia se va corrigiendo", explica la directora de Brainers, Gloria Rasero.

Pero estos datos son todavía mucho peores si atendemos al tipo de cursos de formación continúa que se realizan y se contabilizan como formación profesional.
Brainers concluye que los idiomas son la primera opción de formación que solicitan los trabajadores, con una de cada tres peticiones. Pero a continuación es la formación en prevención de riesgos laborales, las habilidades directivas y la ofimática las que representan el resto de las demandas formativas. Es decir, contabilizamos como formación los cursos para prevención de riegos laborales, algo que en muy poco favorece a la calidad en la producción, aunque sea necesario, cursos que se deberían considerar básicos en todo proceso de producción y separados de lo que se debe considerar formación, que debe estar encaminada a crecer profesionalmente y a actualizarse.

"Los idiomas y la prevención de riesgos son los más demandados, se están introduciendo nuevos cursos acordes con la demanda real de las empresas y la nueva normativa que rige en ellas. Es el caso de los cursos de interpretación de lenguaje de sordos o el curso de manejo del desfibrilador semiautomático", explica Rasero. Y volvemos a lo mismo que comentaba antes. Cursos que en nada tienen que ver con lo que en verdad se necesita para crear mejorar empresas, más excelentes profesionales, aumentar las opciones de competir en calidad dentro de un mercado laboral muy duro y competitivo.

Empezar la jornada laboral con optimismo, con más energía

Es importante empezar la jornada laboral con buen humor, con energías nuevas, con una visión del nuevo día que sea positiva y llena de luz. Un consejo pequeño es acudir al trabajo unos 15 minutos antes de la hora de entrada lo que no nos obliga a tener que entrar raudamente a trabajar. Esos minutos libres lo debemos ocupar en pasera tranquilamente por los alrededores de nuestro puesto de trabajo, mucho mejor si tenemos algunos jardines o algún pequeño parque. Un simple y sencillo paseo de unos minutos, sin nada que hacer, por las cercanías a nuestro puesto de trabajo nos hará ver la jornada de otra manera. Es tan sencillo como probar un día y ver los resultados. Entraremos menos estresados, más optimistas, con otro punto de vista y con más ganas de sentirnos positivamente libres, pues sabemos que existen otras posibilidades que las que se encierran tras las paredes laborales.