14.8.12

Algunos apuntes sobre nacionalismo, Aragón y Gran Bretaña

Me pregunta un buen amigo por cómo he observado el nacionalismo inglés que nos han vendido en los Juegos Olímpicos de Londres; creo que lo hace para picarme y ponerme a tono de cara al inevitable septiembre caliente. Bien, voy a intentar contestarme, contestarle, contestaros, pero sin hablar mucho de los ingleses. Yo a los amigos siempre les hago caso.

Efectivamente en Gran Bretaña son muy ingleses (más todavía que los franceses con Francia), y no podían dejar pasar el escaparate de los Juegos Olímpicos sin aprovecharlo para decirnos a todos del mundo mundial, qué son ellos, lo guapos que se ven y lo que han representado en la historia universal. Y lo supieron hacer muy bien, mezclando chimeneas y música pop, marineros, barbudos e inmigrantes perfectamente integrados, para terminar diciéndonos que sin ellos la música no hubiera existido. ¡Jope!
Algo hablé de su espectáculo inaugural en algún lugar, y sin duda me pareció sobrio, muy útil para sus intereses, bien realizado, natural para disimular sus fallos inevitables pues no son chinos (y sabiendo que todos los figurantes lo hacían gratis tras muchas horas de trabajo), un gran esfuerzo de equipo que deberíamos todos copiar y emplear más para demostrarnos todos que SI somos capaces.
Los ingleses hicieron aquel espectáculo simplemente por que creen en su nación. Esto es fabuloso, tremendo y muy positivo. Algo de lo que los españoles deberíamos copiar. Los españoles pero sobre todo los aragoneses, y aquí entro en materia, poco a poco. Pero volvamos al nacionalismo.

Yo NO soy nacionalista español, soy nacionalista aragonés (todos somos nacionalistas de algo o bien no somos nada de nada); defiendo como el que más el diálogo entre todas las sensibilidades, y después de ser aragonés soy español, tras la cual paso a ser europeísta. Bueno, efectivamente soy un nacionalista raro de narices, pero tranquilos, que es la edad.
Ser nacionalista no es ser separatista, es simplemente ser amante de lo tuyo, defender lo que te acoge. Yo defiendo mi cueva primero, luego mi comunidad de vecinos y así voy ampliando hasta defender Zaragoza ante Aragón, que también tiene bemoles esto. Como integrante de una gran comunidad histórica, tengo la obligación moral y generacional de que se defienda lo que anteriores generaciones de aragoneses pudieron y supieron hacer. Pero sin caer nunca en los enfrentamientos verbales, pues la mejor manera de defender las posturas y razonándolas o callándolas, depende de los interlocutores.

13.8.12

Carnicería madrileña de "El Lechuga"

Las buenas tiendas se anunciaban hace unos años en las revistas especializadas. Ahora solo las grandes marcas acceden a los anuncios, globalizando también la publicidad. No es posible ver simplemente tiendas de ciudad, de barrio, anunciadas en las publicaciones locales tan siquiera.
Este anuncio de una carnicería de Madrid, de hace casi 100 años, anunciaba cebones de Asturias y terneras finas de Castilla. Pero sobre todo resulta curioso el nombre de la carnicería. Eran los hijos de Santiago Gallo “El Lechuga”. Tiempos de motes por los que se conocían a las personas. Para que luego digan que la marca personal es un invento americano de este nuevo siglo, propiciada por internet.