13.4.15

Extremadura 16 - y si la comparamos con Aragón?

Vamos a realizar unos brochazos bastos sobre lo que acerca o separa a Extremadura y Aragón en su actual realidad económica. En Extremadura hay 16 poblaciones con más de 10.000 habitantes, en un territorio también muy grande pero escaso de habitantes como Aragón. Todas las comparaciones son odiosas, pero es importante analizar algunos varemos para ver si los datos nos abren por sinergias las puertas del futuro similar o no. En Aragón tenemos 13 poblaciones con más de 10.000 habitantes, algo muy parecido si exceptuamos la diferenciación de Zaragoza como gran ciudad, 4,5 veces más grande que Badajoz, la mayor ciudad extremeña. Aragón tiene casi un 15% más de superficie y un 20% más de población que Extremadura. Ambas son inmensas zonas con muy poca población. La gran diferencia está en que mientras Extremadura es bastante homogénea en su territorio, en Aragón la diversidad es tremenda entre muchas de sus comarcas en su extenso pero muy variable territorio. Ambas son fronteras de otros países europeos aunque mucho más fácilmente permeable en el caso extremeño. Ambos territorios también están atravesados por grandes ríos que ayudan a vertebrar la vitalidad económica aunque no sea comparable el rendimiento económico que se le saca al Tajo y Guadiana con el del Ebro. Basta comprobar el tamaño en kilómetros del verde que rodea a los ríos extremeños con la similar realidad en el caso del Ebro. Aragón sale perdiendo por goleada. La situación geográfica de Aragón como territorio parece a priori mejor, pero las tensiones que restan economía por parte de los vecinos más poderosos, son una debilidad de Aragón en comparación con Extremadura. No es lo mismo estar rodeado de las potentes Cataluña, Navarra y País Vasco a estarlo de territorios similares en sus realidades y sobre todo en sus políticas fiscales.

Extremadura 15 - y llegamos al hotel a dormir

En el Hotel Velada Mérida vamos a tener nuestro punto de encuentro, de dormitorio, de medio pensionistas con derecho a televisión. Ayer ni la pusimos para no despertarnos del cansancio que ya acumulábamos. Y solo hemos empezado el viaje, jope. Es un hotel de cuatro estrellas según la puerta, pero la cena de anoche era de dos tirando a pasada de cocción. Nada hay que joda más cuando viajas que sentir que te tratan como en un cuartel de infantería. Huevos pasados de minutos, lenguado de mentira pasado de cocción y unas natillas de café que casi salvaron la cena pues sin duda eran lo mejor. Ahora y casi recuperados de las horas de autobús hemos tenido el primer encontronazo con el hotel. Todos tenía os que bajar a desayunar a la vez, en tropel, haciendo fila en el buffet esperando a que lo abrieran a las 8. Una idiotez supina. El resto de clientes podían entrar desde las 7,30 pero los de la mili no, había que esperar. Y eso supone 55 adultos intentando coger zumo de naranja todos a tropel, 55 medio pensionistas deseando tortilla de patata antes de que vuele. La variedad de las viandas bien, la calidad..., hoy hace buen sol, si.