3.1.17

Voy hacia Madrid, un barrio de Zaragoza

Voy a Madrid. Hace frío. Casi mucho frío. Voy a beber, a respirar aire nuevo. Otra vez. Es como acercarse al pozo aunque no tengas sed y comprobar que está allí, por si lo necesitas. Madrid es un barrio de Zaragoza, un barrio de exposiciones y teatros, de tiendas y mezcolanzas, de libros viejos e incluso nuevos. Madrid es un barrio de plazas, de cafés, de adolescencia. Madrid es Madrid.


Lo mejor de Madrid es volverse. Cargado, claro. Lleno de nuevas energías. Otros cargan las pilas en el campo, entre árboles o montañas. Yo entre calles y museos. Ya dije algún día que yo era raro. Pero la culpa es mía pues practico mucho. Lo de ser diferente.


Voy montado en un ave de hierro.  Se contornea para darme gusto. Cada vez se me hace más corto el gusto. Debo ser yo, también yo, que ha logrado dominar el tiempo para que cada vez dure menos. Maldito aprendizaje el del tiempo. ¿No se puede parar?

Artículo de Ramón Acín sobre el Circo Maravillas

Artículo del año 1929
El oscense Ramón Acín fue un artista, intelectual, libertario y republicano, asesinado, como García Lorca, a comienzos de la Guerra Civil. Ramón Acín fue un "abanderado del arte de vanguardia desde la periferia" desde Aragón, y su figura quedó ensombrecida tras su trágica muerte.

Ramón Acín amaba el arte, pero comprendió pronto que… "es imposible que la belleza tenga lugar en un mundo injusto y por ello pretenderá la revolución social y el cambio pedagógico".

"¿Por qué la detención y muerte de Ramón Acín, el Lorca aragonés como se le ha llamado, fue el primer objetivo de los golpistas? Porque Acín encarnaba las cualidades más odiadas por la derecha y el clero: inteligencia, independencia, cultura, amor a la libertad, pedagogía anarcosindicalista, lucha por los más humildes..."

Ramón Acín decidió dedicarse al dibujo y la pintura con 20 años, y más adelante viviría con pasión la escritura. En este texto podemos cuatro brevedades suyos en una revista, hablando del Circo. Era 1929, ya había realizado la escultura Fuente de Las Pajaritas instalada en el parque Miguel Servet de Huesca…, y faltaban todavía siete años hasta que lo fusilaran por quererse quedar en Huesca.