5.1.17

Si eres sensible no me leas. Es obsceno esta vez

Si has alcanzado el éxito en la vida, deberías entender con claridad que cagar en un trono así tiene su punto. Imagínate, sentado, rodeado de maderas nobles que no nacieron para sujetar culos, y tú allí, preparándote para lo mejor de ese momento. Vaciarte desde el lujo.

No me quedó muy claro si la ranura de la tapa es para meter la mano y levantarla, o meter el ano y acertar para no manchar. No viví en aquellos años. Pero mola. Tiene diseño. ¿Y..., a donde irá a parar? 

Ahora está desconectado el don de sentarse. Ya no es posible usarlo. Ahora todo es más blanco e impersonal. Incluso en cagar hemos perdido dignidad y derechos. Si eras rico de siempre, se entiende. Los pobres siempre cagábamos entre las gallinas.

Alteza Cernuda, contra mágico Lorca

 Lorca es un poeta mágico, singular, excepcional y algo antiguo. A Lorca se le puede admirar no seguir, porque lleva a Rafael de León. Pero de Luis Cernuda se aprende y su magisterio no contamina. 

"Cernudos" (por usar el tosco palabro del sabio y zafio Buñuel) han sido, son, García Baena, Gil de Biedma, Brines, Valente o hasta el prosista Juan Goytisolo. 

Y, obviamente, cada cual ha hecho un sendero distinto. Solitario, a veces híspido, sin casarse con nadie, feliz en su homosexualidad moceril, tan rechazada, Luis Cernuda (incluso a su pesar) ha devenido un genio, sobre todo en La realidad y el deseo, aunque su prosa poética o crítica no sea en absoluto desdeñable... «Entre los otros y tú, entre el amor y tú, entre la vida y tú, está la soledad». 

Es el gran Cernuda, del que se goza y aprende siempre. Yo lo leí y descubrí en el otoño de 1970, en la benemérita antología del olvidado Santos Torroella. Gracias demos a Dios -al que sea- por la limpieza y alteza de Cernuda. Único.

Luis Antonio de Villena - El Mundo