Todos los niños quieren aprender y quieren además aprender mucho y muy rápido. Y es cuando le pretendemos enseñar aquello que él no le interesa es cuando ceja de preguntar, de interesarse por aprender. El niño deja de aprender cuando no le sabemos enseñar.
Y además cada niño tiene unas inquietudes distintas, unas velocidades diferentes, unas ganas por unos u otros temas que van cambiando incluso por minutos según edad.
Y si lo sabemos… ¿porqué nos empeñamos en enseñarles en el tiempo en que no toca asuntos que no le interesan, y que seguro le interesarán en otro momento de su vida?
¿Es correcta la planificación de materias que hacemos los padres y el sistema educativo con los hijos y los niños? ¿Deben aprender a leer, escribir, contar cuando los adultos queramos y hayamos indicado en una hoja de trabajo o cuando ellos sientan que les apetece y les interesa?
No es verdad eso que a veces se dice de que si les dejamos sin presionar, no desearían nunca aprender nada. Nunca tendrían momento para aprender a leer, a escribir o dibujar.
¿Quién falla cuando hay Fracaso Escolar, el alumno, los profesores, los padres o el Sistema de Enseñanza? Sólo sabiendo qué falla sabremos encontrar la solución, rectificando.
3.3.20
Juegos infantiles de 1957 en el poblado Caño Roto
Es un espacio urbano libre de Madrid, está en el edificio del Instituto Libre de Enseñanza y tiene instalados estos muebles urbanos que son maquetas a tamaño real de unos juegos diseñados por Ángel Ferrant para el poblado Caño Roto de Madrid en el año 1957.
El poblado de Caño Roto en Carabanchel (Madrid) fue en el año 1956 una de las primeras iniciativas de viviendas sociales realizados para las familias de la emigración que venían desde el campo a la capital, y se encontraban viviendas muy caros o literalmente chabolas.
En aquellos años se construyeron con este Plan de Vivienda unas 5.000 viviendas en varias zonas de Madrid donde los futuros propietarios ayudaban en la construcción en aquellas taras más sencillas en las que podían intervenir según sus conocimientos.
Bloques altos de pisos en los exteriores acogían a grandes zonas de adosados de dos plantas con zona de jardín o tierra vallada a su lado, diseñado todo para que tanto el sol como el aire pudiera entrar con facilidad a todas las zonas por igual, a todos los edificios sin que los grandes taparan a las casas bajas.
El poblado de Caño Roto en Carabanchel (Madrid) fue en el año 1956 una de las primeras iniciativas de viviendas sociales realizados para las familias de la emigración que venían desde el campo a la capital, y se encontraban viviendas muy caros o literalmente chabolas.
En aquellos años se construyeron con este Plan de Vivienda unas 5.000 viviendas en varias zonas de Madrid donde los futuros propietarios ayudaban en la construcción en aquellas taras más sencillas en las que podían intervenir según sus conocimientos.
Bloques altos de pisos en los exteriores acogían a grandes zonas de adosados de dos plantas con zona de jardín o tierra vallada a su lado, diseñado todo para que tanto el sol como el aire pudiera entrar con facilidad a todas las zonas por igual, a todos los edificios sin que los grandes taparan a las casas bajas.
La recreación de estos muebles urbanos se ha logrado hacer por fotografías de la época donde se pueden observar estos mobiliarios y juegos infantiles realizados con madera sencilla.
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