Hemos entrado en este Otoño de 2021 llenos de preguntas y dudas, temores y avisos. Es ya esa Nueva Normalidad que todavía no es normalidad. Estamos empezando a ver el precio que hay que pagar por la pandemia y estos casi dos años (de momento) de parón global. Precio que nos llevará hacia una crisis económica.
A partir de este verano 2021 del que creíamos iba a marcar el inicio de una nueva vida nos hemos topado con algo que considerábamos imposible y sobre todo consideramos inentendible. El precio de la electricidad en España se ha ido multiplicando hasta casi X8 cuando considerábamos que era algo que casi no se movía de precio, que afectaba poco en la factura final, y mucho menos que pudiera producir tensiones diarias.
Porque lo curioso es que nos hemos ido acostumbrando a que cada día el precio de la electricidad se mueva hacia arriba o hacia abajo en cantidades que pueden rondar un 30% diario. Y que incluso se mueven de precio según horas dentro del mismo día. Empezamos con sonrisas cuando se nos explicaban las tarifas que se cambiaban según las horas del día y hablábamos de tener que poner la lavadora a las 3 de la madrugada.
El problema grave no es que cada uno de nosotros paguemos más por nuestra propia factura de electricidad, de energía pues esto se va a contagiar al gas. El grave problema es por una parte la posible escasez de energía, y por otra que estos precios descontrolados ya los están sufriendo las empresas con facturas de energía mucho más altos que en los hogares, y que necesitan trasladar a sus producciones.
Si ya en este octubre hemos visto como la inflación se ha colocado en un 5,5%, una cifra que no se recordaba desde hace tres décadas, todo puede tender a ser descontrolado. Y eso sí supone un añadido negativo a los hogares españoles que no solo tienen ya que soportar la subida de su energía, sino la de la cesta de la compra, la de cualquier producto que intentan adquirir.
Y volvemos al enunciado inicial. ¿Por qué sube el precio de la electricidad tan desbocadamente? Hace un año el precio del megavarios estaba sobre los 40 euros, y en este octubre hemos llegado a pagar por el 230 euros.
Todo parece que se debe a una serie de factores que personalmente no me explican lo suficiene estas brutales subidas.
Pero estos factores no parecen suficientes para que las subidas hayan sido tan altísimas. Insisten en que se debió al encarecimiento de los derechos de emisión de CO2 (debido a que son cada vez más caros porque la Unión Europea pretende reducir el uso de los combustibles fósiles) así como por el encarecimiento de los precios del gas, materia que emplean las centrales de ciclo combinado.
De ser cierto tendríamos que ir pensando que en este invierno vamos a llorar frío en los hogares pues el precio del gas también se nos disparará. Aunque mucho más peregrina parece la excusa de que este verano ha sido muy caluroso y el consumo ha subido mucho por los aires acondicionados.
Los precios del mercado de emisiones también han sufrido un importante incremento de en torno al 100 %, en tan solo seis meses.
En el tramo más caro del 7 de octubre de 2021, entre las ocho y las nueve de la noche, el MWh rebasó los 319 euros. Si hablamos de precios medios para dulcificar estas subidas y bajadas podemos decir que en el año 2020 fue de 40,4%, que en el año 2015 de unos 64 euros, o de que en el año 2010 no llegó a los 46 euros. En este septiembre hemos estado sobre los 161 euros el megavatio. Seguiremos atentos.