2.4.22

Pablo Casado se va. Otro político hundido por los suyos


La caída de Pablo Casado es un síntoma, un mal síntoma de lo que es la política en donde tus enemigos reales, los verdaderos están siempre a tu lado y nunca lejos. Insultas al que está en otras formaciones políticas diferentes a la tuya, pero quien te asesina por la espalda siempre es el que tienes en la misma mesa.

Y eso, aunque nos parezca consustancial con la política desde los Griegos viejos, es una pena y un despilfarro de energías sociales, que pasa factura. No es un proceso bueno para la selección natural de los mejores. 

Pablo Casado hace bien en irse de la política. ¿Cuántos han huido de la política en la última década? Ya, sí, me refiero a España pero también a Aragón. Y claro, los que quedan amarrados a su espacio no suelen ser los mejores para todos, sino los mejores para sí mismos.

En el caso de Pablo Casado, es casi seguro que el gran error fuera haberlo elegido, pero es curiosa la manera de echarlo, empujado por alguien curiosamente poro ejemplar para empujar.

1.4.22

Me han subido los churros. ¿Qué debo hacer?


Hoy en mi panadería han subido la media docena de churros desde los 1,10 euros a los 1,45 euros. Dicen que es el aceite. Así que efectivamente, es una forma de ahorrar aceite, pues con no comprar los churros, se consume menos aceite.

Los consumidores tenemos pocas herramientas para evitar la inflación, pero alguna tenemos. La más eficaz es dejar de comprar, quiero decir, dejar de comprar aquello que ha subido desmesuradamente, y sobre todo lo que no es imprescindible. Hay que compensar. 

La inflación es una máquina de crear pobres, y la saben utilizar muy bien lo que aspiran a ser más ricos. Así que toca defenderse. O dejarles que se salgan con sus mayores beneficios, a costa de todos los pobres consumidores que solo sabemos trabajar y consumir.