16.4.24
Técnicas para fomentar el trabajo en equipo, aprendiendo
El trabajo en equipo es una habilidad esencial para el éxito en la vida profesional. Sin embargo, lamentablemente, muchos jóvenes carecen de esta habilidad debido a la falta de enseñanza y motivación en las escuelas.
No sabemos trabajar bien en equipo, no nos han enseñado en la escuela y lo que parece peor, no tenemos interés en cambiar y en aprender. Creemos que trabajar en equipo es darle facilidades al más justo de la clase o del equipo para que se enganche, se nos cuele en el equipo, cuando trabajar en equipo es complementar, es crecer desde la discrepancia ligera, es sumar diferencias y con ellas ya unidas presentar soluciones.
En muchas instituciones educativas, no se presta suficiente atención al desarrollo de habilidades de trabajo en equipo. Los estudiantes a menudo eligen a sus compañeros de equipo sin considerar la diversidad de habilidades y perspectivas. Esto lleva a equipos desorganizados y desmotivados, lo que afecta negativamente a la calidad del trabajo en equipo.
Es fundamental que los educadores comprendan la importancia del trabajo en equipo y promuevan su práctica desde una edad temprana. Esto implica enseñar a los estudiantes a colaborar de manera efectiva, valorar las diferencias de opinión y resolver conflictos de manera constructiva.
En el mercado laboral actual, las empresas valoran a los empleados que pueden trabajar bien en equipo. Se espera que los trabajadores sean capaces de colaborar con colegas de diferentes antecedentes y habilidades para lograr objetivos comunes. Nada serviría mejor para el equipo que, primero enseñarles que es muy importante y que sirve para mucho el saber trabajar en equipo y después saber adaptarse a las peculiaridades de cada grupo.
Por lo tanto, es crucial que los jóvenes adquieran habilidades de trabajo en equipo durante su educación para prepararse para el mundo laboral. Esto incluye aprender a trabajar con personas difíciles, resolver problemas de manera creativa y contribuir de manera efectiva a proyectos grupales. En un trabajo en equipo se aprende de lo que se trabaja, pero también y mucho de lo que se intenta en la relación de grupo.
Imaginemos ahora a todos los jóvenes que van a tener que encontrar trabajo más pronto que tarde. ¿Qué nos creemos que les van a exigir en el mercado laboral? ¿están preparados para trabajar en un entorno de equipos humanos en donde también hay jetas, vagos y mirones?
Nuestros hijos tienen que aprenden a trabajar en equipos no tanto para defenderse de las jetas, como para sacar conclusiones productivas en su trabajo, para hacer crecer a su país, a su empresa, a su proyecto.
En la actual Globalización laboral se nos pide productividad, se nos exige capacidad de solución, ser maleables ante los tropiezos y ante las dificultades, pero también ser complementarios.
Ya damos por sentado que en todo grupo habrá personas de distintas calidades incluidos los jetas que no desearán trabajar, pero la obligación del profesor sería intentar que el grupo sumara “algo” de estos menos preparados y con desgana, para que el total del grupo saliera reforzado.
En resumen, fomentar el trabajo en equipo en la educación no solo beneficia a los estudiantes, sino que también prepara a la próxima generación de trabajadores para tener éxito en un mercado laboral cada vez más competitivo y globalizado.
15.4.24
Irán espera el ataque de Israel, e Israel no sabe qué hacer
No sé qué respuesta tomará Israel contra Irán tras el ataque de este al primero. Pero sé que la tomará y además de forma casi urgente, pues estos asuntos de las guerras nunca se dejan enfriar.
La situación no es nada sencilla para Israel ni para el Mediterráneo. Cualquier decisión es mala y lo saben todas las partes. Incluye saber al de que es muy mala para Israel, no tomar ninguna decisión.
Israel ha vivido libre de amenazas a base de crear terror en sus vecinos.
Israel sabe que su fuerza real es el miedo que puede causar, no tanto su poderío militar, que sin contar el poder atómico y las ayudan sin mesura de los EEUU, no son tantas.
Las guerras en este siglo XXI parecen similares a las anteriores, pero no lo son tanto.
Sus vecinos desde los años 70 ya han aprendido a defenderse por vivir en una zona tan conflictiva. O al menos, lo han aprendido los que pueden aprenderlo, que son pocos pero muy significativos.
Irán lo ha dejado claro. Si no hay respuesta al ataque de Irán, aquí se acaba todo. De momento.
Pero Israel no puede consentir ser atacado y que no haya una respuesta muy contundente. Perdería gran parte de su valor defensivo, ese miedo del que he escrito antes.
Cualquier ataque de Israel a Irán será el inicio de una concatenación de reacciones complicadas de gestionar.
Y como suele suceder casi siempre, lo fácil será un ataque a un tercer país que parezca ser amigo de Irán, pero no es directamente Irán.
Los EEUU están muy pendientes por varios motivos.
Está la reelección (o no) de Biden, pero también el conflicto en Ucrania con Rusia, y los barullos comerciales que no controla muy bien los EEUU con una globalización que se nos ha ido a todos los occidentales de la mano.
Esta semana será definitiva. Y todo apunta que asistiremos a más tensiones, aunque nadie las desea. Excepto que sepan encontrar un mecanismo de amagar y dar, asustar un poco pero sin dar en los morros.