Nombres raros

Encontrar un nombre para la empresa es a veces complicado, incluso porque hasta los más personales están a veces ya registrados.
Aquí tenemos la imagen de las ventanas de un restaurante de la isla de Mallorca, con un nombre curioso, "Pegasón y el pajarillo enmascarado".
No tuve la suerte de comer porque la hora no era la indicada, pero parecía una casa de comidas amable y bien surtida.
Estos días en Sevilla he encontrado la famosa taberna "En la espero te esquina" que en el Barrio de Santa Cruz planta cara con un nombre original y unas tapas como todas en la capital de Andalucía, encantadoras.
Seguiremos buscando.

Ovejas

Ellas están ajenas a quien las observa, pero se llevan bien. Son jóvenes y amigas, comen los mismo, duermen en el mismo cobertizo y se miran a veces con cara de amistad y otras con la de jugar a morderse.
No se dan cuenta de que una es blanca y la otra es negra, ellas no se dan cuenta. Nosotros si.
Los limones les dan sombra y las cobijan, tal vez sea eso, que la vitamina C sea buena para la convivencia.

Huevas andaluzas

Es un plato sencillo y tiene su aquel.
Se necesitan huevas de merluza, bacalao o de otro tipo de pescado. Frescas o de lata.
Si son frescas se cuecen en agua hirviendo con sal 3 minutos y se dejan enfriar.

Ahora dos formas de presentar.
Una forma sencilla es en ensalada, con tomate cortado a cuadraditos pequeños, cebolla y pimiento verde. Se añade a todo unas huevas peladas y cortadas en trozos del mismo tamaño y se rocían con unas vinagreta algo historiada. Puede ser de aceite de oliva vírgen, algo de vinagre de Módena (poco, por favor) y unas gotas de mostaza. Se sirve fría sin pasarse, pero al menos media hora después de haberla hecho para que los sabores se mezclen. Parecidos sabores, distintas texturas en boca.

La otra manera de tomarlas aun es más sencilla.
Tal y como se ve en la imagen, simplemente sobre una base de lechuga, las huevas cortadas en mitades y con una salsa mahonesa sencilla o con algo de brandy.
Un poquito de pimienta negra recién molida le va muy bien, pero los gustos son los gustos.

Sonreir no es fácil

Poner cara de circunstancia y de sonrisa forzada cuando los extraterrestres de los gamberros te han lanzado globos de pintura es un gesto grotesco. Pero se cuenta con ellos, incluso en las campañas electorales. Si se pusieran a pensar en algo útil, seríamos un país de lo más productivo, pero les da por joder. Y sin sexo.