22.9.08

John Malkovich es un actor con mayúsculas

John Malkovich es un ACTOR con mayúsculas, un animal del escenario que lleva en la sangre el actuar con esfuerzo.

Una de las primeras veces que fui a Londres vi en un teatro del centro de la ciudad —pero un local muy normalito— anunciado como actor a John Malkovich, y yo dudé de que en realidad fuera él quien actuaba en aquel local que entendía pequeño para su importancia.

Y sí, era John Malkovich en una obra de teatro, porque es un actor incapaz de estar parado, viviendo de sus rentas del cine.

En estos días ha estado en San Sebastián, ha concedido entrevistas y ha recibido aplausos. Me quedo con su frase de titular.

"Todos llevamos un idiota dentro que va creciendo y prosperando"

21.9.08

Las campañas electorales y los eslogan cortos


El candidato John McCain de EEUU publicó un vídeo en 2008 sacando los colores a Barak Obama por decir que se va a reunir con Hugo Chavez. 

"Soy John McCain y apruebo este mensaje", concluyendo: "En noviembre, tú decides", termina diciendo el republicano al dirigirse a sus votantes. 

Este "Tú decides" me resulta familiar, y aunque me trae malos recuerdos por unos resultados malos, creo que era una buena frase, un buen eslogan que debía haber tenido mejores resultados. 

Es cierto que un mensaje corto, en si mismo, no es nada, no es todo, pero puede ayudar, es necesario para embalar el contenido. Es casi como un grito de aviso, de llamada, de personalidad.

En una campaña electoral, una frase corta sirve para mover al elector, para enmarcar el mensaje más completo; y recurrir al "Tú decides" es un acto de libertad que entregas, de responsabilidad que reconoces, de reconocimiento hacia la figura del elector. 

Lo cierto es que siempre son los electores quienes crean política sin ellos saberlo, los que cada pocos años examinan a los partidos políticos y los aprueban o les suspenden, dándoles poder y dinero o negándoselo. 

El poder del "Tú decides" va mucho más allá que el de procurar gobiernos, pues afecta también a que unas fuerzas políticas vivan o mueran.

Y sin ninguna duda, todos los partidos políticos apuestas por frases cortas, efectistas, fáciles de recordar, que "digan" y hablen de ellos con dos a lo sumo tres palabras.

20.9.08

La economía no se compra, se arregla.

Todo el barullo que se está montando actualmente con la economía se puede resumir en una tonta frase: Mi perro se porta muy bien, excepto cuando se porta mal.

Me encanta cuando los liberales hablan de mercados y de ofertas y demandas, y de curvas y rectas, y capital y trabajo, y largo plazo, y el sistema económico obviando a la mayor que todo el sistema se debe fundamentar no en si mismo, si no en los que la conforman, usease nosotros, como consumidores y como productores.

Ahora mismo el liberalismo no ha fallado. No puede fallar. Sin una mínima y correcta intervención pública sabemos, y ya tenemos experiencia, que desemboca en descalabro. Pero aun así el liberalismo no puede fallar, por que la crisis es cíclica y ya se podía vaticinar. ¿No es absurdo?

En unos años, cuando pase esta crisis, los liberales nos dirán: Ven, ya paso, si es que el liberalismo se arregla a si mismo. Es una teoría política tan valida como cualquier otra.
Y seguirán hablando de Adam Smith como si siguiéramos en el panorama socio-económico de 1776, y se llenaran la boca con la libertad, y el individualismo.
Y, hombre, si tomamos el liberalismo en el largo plazo como, “la actuación de los individuos” como tal, tienen razón. Y es que no hay nadie más que nos pueda salvar.

Ayer subieron mucho las bolsas. Inyectaron mucho dinero en la economía, y subieron las bolsas. Pero el problema sigue estando. Si por un casual mañana mismo se arreglaran los bancos y todo volviera a la normalidad, esa normalidad nos llevaría de nuevo al descalabro.
Y es que hay que diferenciar un bache económico, (un ciclo en recesión, que como en todo aspecto socio-cultural, seguirá estando, provisto por el miedo, o por ciclos de inversión, o por un estancamiento económico, etc), de una crisis provista por el mal funcionamiento del sistema.

En ese caso, cuando lo que ha fallado no es meramente cíclico, sino una política financiera agotadora (dar dinero de cualquier manera, fomentar el endeudamiento, la deuda externa, no controlar minimamente los precios de artículos básicos, como las viviendas…), entonces no se puede comprar a la economía. No se puede inyectar dinero en los bancos y esperar que todo se resuelva solo, porque a medio plazo, seguimos estando en las mismas.
Hay que solventar los fallos económicos que tengamos, y dejarse de obviarlos solo por que “si pasa algo se arreglará solo”. Por que no se arregla solo, se arregla con el esfuerzo de todos.


Y que se acabe ya el timo de "la mano invisible", que cansa bastante.
Saludos.

19.9.08

Aprender a jugar en Bolsa

La gente, los consumidores, tienen que aprender a jugar en Bolsa antes de meter sus ahorros en bocas de tiburones de todas las familias posibles.
Es increible la cantidad de pequeños ahorradores que sin saber nada de Bolsa dejan sus dineros de sobra, en manos de profesionales de jugar con el dinero ajeno. Los bolsistas ganan una pasata gansa sobre todo con el dinero de los demás, ellos si que saben jugar sobre seguro, pero para ello necesitan siempre tener a pardillos que caigan en sus garras.
Por cada acción que baja de cotización hay una venta a la baja (o mil) y por cada vez que sube una cotización, una compra de algo que está barato y que se aprovechan de ellos unos tipos listos que si saben si aquello que se compra vale más o menos de lo que figura en un panel.
Es inentendible que familias enteras se jueguen sus cuartos como si fueran las quinielas, convencidos de que aquello es el modo más sencillo de hacerse millonarios. Y lo curioso es que es cierto, pero solo para los más listos.
Que no quepa duda que por cada pérdida de valor en una acción, alguien pierde pero como los dineros no desaparecen, alguien gana. Y por cada subida de acciones sucede lo mismo.
Lo peor para los tiburones bolsistas es que esta está calmada pues sin turbulencia es imposible pescar peces de los gordos. Contra más veces suba algo en el ciclo, más personas se pueden hacer ricos y más pobres.