13.6.10

Reforma laboral poco cocida

Sigo insistiendo, según más leo el documento del Gobierno para la reforma laboral, que no tienen ni idea de lo que son las empresas, de cual es la realidad del mercado laboral. Y eso que creo, tienen centenares de asesores.
La norma (que ya existe y en otros tiempo se ha utilizado mucho) de que los contratos por “obra o servicio” no se podían eternizar y que a los 2/3 años de un contrato eventual hubiera la obligación de hacer un contrato fijo, se lo saltaban a la torera de la forma más sencilla del mundo. Me gustaría conocer el número de contratos eventuales que se han hecho fijos terminado el tiempo máximo y el que han terminado en despido para volver a contratar a una persona diferente. Volveremos a la rotación, que no es peor pero si mala. Sobre todo para la productividad.
Hay que partir de un hecho incuestionable. La clase empresarial española, sobre todo en PYMES no tiene calidad, no entiende de productividad ni de motivación. Van a la pela del corto plazo, al negociete del hoy, a cuadrar cuentas del mes. Y punto final.
Falta una formación empresarial en este santo país que cale en el tejido productivo de abajo arriba. Para crear nuevos empresarios y para que los que ya lo son sepan serlo, aprendan de qué forma se puede optimizar su negocio. Si, para ganar más. Pero es que ahora juegan a enmarronar todo (marrón de color de pobres), a no tener ni puñetera idea que no sea contratar a un asesor tramposo.
¿Cuántos asesores de empresas pueden explicar a sus clientes, porque así se lo piden estos, de qué forma se puede mejorar el negocio en el medio plazo?, ¿cuánto simplemente reciben peticiones para hacer trampas o trampillas?
No se trata de retrasar la presentación de la reforma laboral como solicita CIU, sino de presentar de una vez documentos correctos, iniciativas que funcionen. A mi el sistema de intentar que queden poco cabreados los sindicatos y la CEOE a partes iguales, me parece el peor de los sistemas posibles. No se trata de no cabrear, sino de hacer las reformas con profesionalidad.

11.6.10

Empresas en pérdidas durante 6 meses. Otra tontada posible del gobierno.

Que el gobierno quiera bajar la indemnización por despido si hay pérdidas en una empresa durante 6 meses indica claramente que nunca han trabajado en una empresa y no saben cómo funcionan en un país tan dado a la picaresca y la trampa.
Todas las empresas, todas repito, pueden tener pérdidas durante 6 meses, provocadas con compras aumentadas y facturaciones retrasadas, con devoluciones negociadas de facturaciones o ingresos pendientes, con manipulaciones varias de las que tanto saben los asesores de empresas, y compensarlas después en los restantes 6 meses del año. 
Algo que no se puede hacer sin riesgo si se analiza un año fiscal completo, por el riesgo de que una inspección de hacienda pille las trampas. Y aun así se hace.
Fijar en menos de un año el periodo para analizar las pérdidas de una empresa es una barbaridad de tontos. Pero ellos sabrán.

Los mercados, fuente de odio y amor.

Nos levantamos diariamente esperando a ver que se pública sobre nosotros en la esfera internacional. El panorama nacional nos lo sabemos al dedillo, y esperamos que sea fuera donde las perspectivas comiencen a ser positivas.

El nuevo contrato de trabajo se mantiene sin acuerdo. Nadie cede, nadie da, nadie mira más allá de sus propios intereses. Todos culpan al otro y todos gritan al cielo, y los españoles miran al televisor sin saber si alegrarse o llorar ante las buenas nuevas.

Vendemos deuda de forma holgada pero el contento nos dura hasta que el Financial Times nos vuelve a meter en el saco de la oscuridad, aludiendo a una preparación por parte de la UE de un rescate, algo desmentido por un comisionario de la UE, que queda ahí como puntilla escrita.
Porque lo de que la información es poder tiene más sentido que nunca. La información mueve el dinero de una forma directa y rápida. Los periódicos más populares, igual que los “gurús” de la economía (los mismos que estafaron a medio mundo, sí), dicen cuatro palabras y los mercados se tiñen rojo. El rojo demuestra las palabras del gurú, o del periódico, y aquí todos contentos.

Los países siguen en pugna por sus propios resultados. Alemania publica un recorte de 80.000 millones, (¿necesario?), buscando llegar a un dato numérico que ahuyente los malos espíritus de la credibilidad financiera.
Muchos criticaban a los mercados, a las agencias de Ratings, a los especuladores… pero seguimos moviendo la economía para todos ellos, para no asustarlos, para que no hablen mal de nosotros. Seguimos esperando que sean ellos quienes suban nuestras bolsas, quienes nos pongan AAA en nuestra deuda, quienes suban el euro y hablan bien de nosotros en la ruleta de la fortuna que es el periodismo especulativo.

Es como criticar a los hipócritas e irte a cenar con ellos todas las noches. Al final te conviertes en uno de ellos. Yo al menos me siento así.

10.6.10

Zapatero escucha a Felipe González. No sabemos si hará caso a los socialistas históricos

La pregunta lógica sería ¿es capaz Zapatero de hacer políticas de izquierdas desde dentro de la crisis?, porque si no es capaz de hacer políticas diferentes a las que ordenan los mercados desbocados, lo lógico sería que abandonara. Para hacer políticas conservadoras, nada como los profesionales de eso.
Hoy Zapatero se ha reunido con lo más granado de los socialistas históricos. Ante los retos de las reformas laborales y de pensiones, sin descuidar las financieras, es todavía posible hacer políticas de izquierdas desde el Gobierno socialista. Se juega la credibilidad de los próximos 10 años legislativos.
¿Habrá Zapatero escuchado a Felipe y Guerra, a los socialistas con poso histórico o se creará en posesión de su verdad, única y manipulada por el conservadurismo europeo?
En breves semanas veremos la respuesta. Mientras tanto seguiremos pensando que es posible rectificar o al menos no cometer más errores que dejen al socialismo español al borde del abismo. Y que no nos cuenten que se toman las medidas necesarias para el grave momento actual, porque hay difernetes maneras de enfocar los mismos problemas.