7.10.11

Exceso de consumo de sal en los hogares españoles

Sabemos que el exceso de sal en las comidas es peligrosa, que España consume el doble de la media de Europa, que está en 5 gramos día por persona mientras que en España llegamos a los 10 gramos día por persona.

Sal que además de ser la que consumimos por nuestra decisión es la que contienen embutidos, productos cocinados, pastelería, patillas “de sabor” o sopas de sobre por poner unos ejemplos de gran consumo.

La sal en exceso aumenta nuestra presión sanguínea, lo que conocemos con el nombre de “tensión”, aumentando los casos de hipertensión entre los españoles, enfermedad que sobre todo produce mayor número de accidentes cerebro vasculares, los temibles ictus y aumentan también los problemas cardíacos.

Recordar que para aumentar el sabor de los alimentos se puede emplear la sal pero también hierbas aromáticas y especias tipo las pimientas, nuez moscada, etc.

El PP quiere menos política y menos políticos. Eso mismo opinan los dictadores

Está tan claro que los líderes políticos actuales en España son mediocres y grises marengo, que hasta nos han aparecido los fantasmas de Felipe Gonzáles y José María Aznar pululando por los mítines, dando moral y gritando como posesos para convencer a los convencidos. Mal.

Y mientras tanto, en su vorágine de que decrezca la política en todo lo que toquan, el PP avisa que intentará poner menos políticos en el Congreso o en los Gobiernos autonómicos, pues sobran. Bajar desde 350 a 300 diputados no necesita reformas de la Constitución, pero si lo hiciera, de noche y en Navidad lo pueden hacer sin que nos demos cuenta como con el déficit. Mal.

Menos política es lo que le interesa a los conservadores y si apuramos, mucha menos política es lo que le interesa a los dictadores. Es cierto que los medios de comunicación influyen negativamente en la visión que todos tenemos de la clase política y que esta además ayuda poco a que mejore nuestra percepción, pero de aquí a suprimir poco a poco a los políticos hay un trecho. Mal.

6.10.11

¿Qué es el síndrome de ansiedad generalizada?

La ansiedad generalizada es una preocupación mental muy alta y una ansiedad excesivas, que se produce casi a diario y con una duración mayor o igual a los 6 meses. Es con todo un problema menor, aunque sus síntomas sean realmente alarmantes a veces.
La ansiedad y la preocupación que acompaña a la ansiedad generalizada son tan extremas que son difíciles de controlar. Además, la persona experimenta tres o más de los siguientes síntomas: inquietud ante asuntos sencillos, cansancio fácil y alto, gran dificultad para concentrarse, irritabilidad fácil, tensión muscular y alteración del sueño, temblores, dolores de cabeza fuertes, mareos o sudoración sin motivo.
Las preocupaciones son algo natural que nos afectan a todos; entre las más frecuentes se encuentran las de las responsabilidades en el trabajo, el dinero, la salud, la seguridad, las reparaciones del vehículo y las labores cotidianas. Pero si la gran intensidad, frecuencia o duración de estas preocupaciones son desproporcionadamente más grandes que las necesarias para la situación que nos afecta, estonces estamos hablando de una ansiedad generalizada.

La ansiedad generalizada es más frecuente de lo que nos imaginamos: aproximadamente del 3 al 5 % de los adultos la presenta en algún momento durante el periodo de un año. Las mujeres tienen el doble de probabilidades de padecerla que los hombre. Frecuentemente comienza en la niñez o en la adolescencia, pero se puede presentar a cualquier edad. Para la mayor parte de la gente, esta condición es fluctuante, empeorando en determinados momentos (sobre todo en épocas de estrés) y persiste a lo largo de muchos años, como si la personalidad se volviera proclive a tener ansiedad generalizada ante cualquier pequeño problema.


La ansiedad generalizada nos pone en tensión, con un miedo excesivo, como si deseáramos defendernos de un ataque inexistente.

Los fármacos son el tratamiento de elección para la ansiedad generalizada. Habitualmente se prescriben fármacos ansiolíticos como las benzodiacepinas (diazepam, lorazepam); sin embargo, debido a que el uso de benzodiacepinas a largo plazo puede crear dependencia, si se decide su interrupción, debe reducirse escalonadamente y nunca de forma brusca. El alivio que proporcionan las benzodiacepinas compensa generalmente algunos ligeros efectos secundarios. La buspirona es otro fármaco eficaz para muchas personas con ansiedad generalizada. Su uso parece no acarrear dependencia física. Sin embargo, la buspirona puede tardar dos semanas o más en hacer efecto, en contraste con las benzodiacepinas, que comienzan a actuar en el plazo de unos minutos.

La terapia de comportamiento no suele ser generalmente beneficiosa porque no existen claras situaciones que desencadenen la ansiedad. Las técnicas de relajación y de biorretroacción pueden ayudar.
La ansiedad generalizada puede estar asociada con conflictos psicológicos subyacentes. Estos conflictos están frecuentemente relacionados con inseguridades y actitudes autocríticas que son autodestructivas. Para algunas personas, la psicoterapia puede ser eficaz para ayudar a comprender y a resolver conflictos psicológicos internos.

Ha muerto un soñador, Steve Jobs



Ha muerto un soñador, un Steve Jobs que ayudaba a soñar, a ilusionarse por la tecnología, a lograr que creyéramos que el futuro se escribía a golpes de nuevos sueños imposibles.

Ha muerto un joven hombre de negocios que adivinó el futuro, lo construyó para nosotros y lo supo vender como nadie. Hoy la manzana de Apple tiene dos mordiscos.