22.11.11

Contra el estrés, ejercicios sencillos pero necesarios

Hemos escuchado muchas veces que el ejercicio es muy beneficioso para la salud, más todavía si padecemos estrés y debemos dedicar un poco de tiempo a relajarnos y a cuidar nuestra mente y nuestro cuerpo.

Pero cuando hablamos de ejercicio no siempre es necesario grandes esfuerzos, de complicada realización.
Andar a una velocidad un poco más alta que pasear, es un buen ejercicio, si se sabe elegir el recorrido, se acompaña de otras personas o de una música elegida.

La natación es una excelente terapia para muchos problemas de salud y cada vez hay más centros cerca de nuestro hogar con piscina climatizada y a unos precios asumibles.
Pero más barato es aprender a realizar en casa ejercicios de Yoga o de Pilates, que además de relajarnos nos ayudarán a estirar nuestros entumecidos músculos y a respirar mejor.

No hay que pensar en apurar el cuerpo, en lograr unos objetivos alejados de lo que realmente podemos y debemos hacer. Tan malo es el sedentarismo como los ejercicios físicos —sobre todo a ciertas edades—, sin control y sin mesura. Para el estrés nada como ejercicios que nos ayuden a relajarnos, a sentirnos mejor, a conocer más nuestro cuerpo, a sentirnos mejor estirando nuestro cuerpo y aprendiendo a respirar mejor.

Sigue cometiendo errores Zapatero. Peor para el PSOE

José Luis Rodríguez Zapatero está demostrando que no sabe ni perder, pues perder es retirarse, es dejar paso, es escuchar y tomar decisiones, es asumir y ponerse de responsable ante los que simplemente han recogido sus malas labranzas.

 Zapatero debería haber convocado un Congreso Extraordinario para enero.

 Zapatero debería haber dimitido como Secretario General del PSOE.

 Zapatero debería haber aparecido junto a Rubalcaba en la noche electoral para explicar a todos los españoles cual era su impresión de una derrota, sufrida sobre todo por su labor al frente de la Presidencia.

Perder es complejo, pero toda persona con responsabilidad debe estar preparada para ganar y para perder en igualdad de capacidad. Y de dimitir cuando es necesario para el bien de la gestión que se realiza.
No fue Zapatero capaz de asumir la crisis mundial, todavía no la ha asumido, jope. No supo convocar elecciones anticipadas cuando debería. Pero sobre todo y por encima de todo, no supo organizar a su alrededor equipos de ministros y colaboradores capaces de resolver, de gestionar, de explicar, de incidir en Europa creando respeto.
Si de algo hay que señalar como negativo a Zapatero, sobre todas las demás decisiones, es por su nula capacidad para formar equipos a su vera, que gestionaran la España que en cada momento se ha ido encontrando. A veces con buenos políticos ha realizado malas delegaciones de gestión. A veces rodeándose de malos ministros. Otras dejando ir a buenos ministros. Otras dando cancha a boberías de complicada explicación con la que estaba cayendo entre los españoles.
Su gestión de los RR.HH. ha sido un desastre y lo sigue siendo.

Los tres primeros errores de Mariano Rajoy

Empieza Mariano Rajoy con tres primeros errores, su camino como Presidente del Gobierno, aunque todavía no ejerza como tal.

 La sombra de José María Aznar es alargada y no debería tapar nunca la luz del líder que empieza y debe consolidarse. Sus apariciones sonriente y dando consejos hacen un mal a Rajoy, pues lo tutela, que puede resultar simpático para sus militantes o inclusos sus votantes, pero es un problema para Rajoy.

 Solicitar ayuda a Merkel, antes de asentarse, poniendo a España a sus pies es un error grave, pues sin duda se necesita ayuda, pero también respeto, confianza del resto de países europeas hacia esta España que aspira a ser diferente.

 No querer hablar con Amaiur, que te puede gustar más o menos, pero recoge los votos de ciudadanos vascos y libres que han decidido que les represente en el Congreso de Madrid. Partido por cierto, totalmente legal.

Esperamos que sepa ir dominando sus nervios y sus fantasmas.

21.11.11

Niños y jóvenes consentidos, serán adultos blandosy manipuladores

El brand bullying es el miedo que tenemos los padres en no comprar a nuestros hijos productos de marca, por diversos motivos, casi todos ilógicos. Caemos en la trampa de la marca para que no se señale a nuestros hijos como consumidores de productos de peor calidad y ellos, que son mucho más listos de lo que nos parece, caen en la trampa de este consumismo desaforado y sin sentido y luego de jóvenes son ellos los que nos piden productos de marca, como elementos diferenciadores.

Compensamos erróneamente nuestra posible falta de atención, de tiempo, de dedicación, con las compras compulsivas y a ser posible diferenciadoras hacia otros niños, pensando que así nuestros hijos entenderán que los queremos mucho. 

En casi todos los casos, las familias hacen un gran trabajo con sus hijos, les atendemos bien y no debemos caer en la trampa del sentimiento de culpa, por una —posible— deficiente atención. Sobre todo en familias que trabajan todos los miembros adultos. A muchas marcas dirigidas al público infantil y juvenil les interesa sobre todo que los padres y madres se sientan mal, para así intentar meterles sus productos por los ojos del consumismo, como compensación a lo que nunca es posible. Los niños necesitan amor y atención, y si ya se la damos, que en muchos casos es así, no debemos caer en errores consumistas.

Los bienes materiales como sustitutos, lo son más preocupantes entre los jóvenes, pues estos si que pueden intentar manipular los sentimientos de sus padres, exigiendo el consumo de productos que no son necesarios.

Un niño consentido, es un niño y joven blando, que no valora lo que cuestan los objetos ni las relaciones, que incluso aprende a manipular los sentimientos de quienes les rodean para conseguir objetos materiales. Los niños son egocéntricos y deben aprender que en el mundo que les rodea hay muchas personas y que hay que respetar a todos. Aprender a asumir el NO es muy importante, en las relaciones y en el consumo, pues en la vida posterior tendrán que asumir muchos NO y es bueno aprender cuanto antes a utilizarlos y asumirlos.

Debemos enseñar a que los niños no son discriminados por que no les compramos un producto de marca, que nada tiene que ver el consumismo y el caro gasto en productos a veces inútiles, con el amor, la buena relación, el cariño y la educación.