4.1.12

Eres rico, y lo peor es que no lo sabes

Yo sé que esto que te voy a decir no estás de acuerdo, pero piensa un poco más, pues no intento acomodarte ante el desastre, sino que valores correctamente lo que cada uno tenemos. 

Tú ya eres rico.

Mira, de verdad, si me estás leyendo, ya eres rico, tienes la surte de disponer de acceso a mucha información, a muchísima más de la que podía acceder hace unas décadas el bachiller mejor preparado. Pero además tienes la suerte de poderte comunicar con miles de personas sin levantarte de la silla, algo que no pueden hacer miles de millones de personas en este mundo. 

El coste de esta comunicación de esta acceso es mucho más alto que el coste de la alimentación de miles de millones de personas en el mundo. Tienes acceso a información sobre la salud, algo que la mayoría de las personas no tienen.

La violencia en medio mundo es brutal, la vida no vale lo mismo en todos los sitios. En algunos nada. La edad media en muchos países no llega todavía a los 50 años. En alguno supera por poco los 40 años de edad. ¿Cuántos tienes tú? ¿cuántos te quedarían en esos países?

¿Tienes sed?, pues si, acudes al grifo y como poco en tu hogar tienes agua nada más abrirlo. Si, además tienes un hogar en la mayoría de los casos o la posibilidad de volverlo a conseguir si lo has perdido, algo que se da en muy pocas ocasiones aunque siempre muy dolorosas y terribles.

Si, es cierto, es posible que no seas tan rico como desearías, pero eso es otro asunto. Quieres ser MÁS rico, bien, es lógico, es el mejor método para que la sociedad crezca, que cada uno intentemos ser mejores y más. Pero eso no nos evita pensar que ya somos mucho.

¿Te gusta la música?, pues si, la inmensa mayoría de las personas no tienen acceso a la música cuando les apetece. Ni al Arte, ni a la lectura, ni a la televisión o la información. Es indeseable que sea así, pero lo es y nos debe servir para valorar más lo que SÍ tenemos.

Decía Séneca que no es pobre aquel que tiene poco, sino el que desea tener más.

Los RRHH han perdido poder en las empresas. Grave error

En tiempos de crisis, en momentos de despidos y con desvaloración de los puestos de trabajo, en periodos en los que todo son recortes y sustos laborales, las personas sienten —como es lógico—, que el valor de su puesto de trabajo ha desaparecido. Ni tiene seguridad en su trabajo ni este le ofrece garantías para su propio futuro ni sabe si en breve dejará de formar parte del equipo sobre el que está entregando su calidad humana y profesional.

La reacción lógica de todas la personas cuando llegan a “su” conclusión inevitable de que ya no están seguros en su puesto de trabajo es la de dejarse llevar, sentirse heridos y contemplar el conjunto laboral desde un punto de vista más negativo y mucho menos motivador. Esta situación dejará durante muchos años una herida, un decaimiento laboral, una desmotivación grave, que tendremos que resolver más pronto que tarde.

De esta crisis —es casi seguro que…— saldremos, y que cada empresa necesitará a sus mejores profesionales pero también a todo el resto de sus recursos humanos para crecer y para volverse a posicionar en sus mercados. Y lo que es más importante, para encontrar su futuro. Pero con las personas heridas de inseguridad esto será imposible.

El daño que se está haciendo al mercado laboral, se está haciendo también y preferentemente al mercado productivo de calidad, a ese mercado laboral que necesitamos como país para volvernos a posicionar en puestos de competitividad. 

Hoy los departamentos de Recursos Humanos de las empresas han sido vapuleados por los técnicos asesores económicos que buscaban el beneficio a corto plazo, cuando no nivelar sus contabilidades desde la decisión del despido y no desde la de innovar, modificar la producción, cambiar sistemas, actuar sobre los departamentos de ventas o modificar servicios. Los departamentos de RRHH han perdido poder en las empresas y eso será muy grave en los próximos años, al desvirtuar su poder y relación dentro de las organizaciones laborales.

No contar con los departamentos de RRHH a la hora de planificar su futuro es un gran error, pues solo la excelencia y la motivación de sus equipos serán los que vuelvan a posicionar a las empresas, a los equipos, en el lugar competitivo necesario.

Datos del desempleo en Aragón a diciembre de 2011

El desempleo está afectando en mayor medida a Aragón en relación a otros territorios. Es cierto que veníamos de una buena posición, como lo es que la destrucción de empleo en Aragón está por encima de la media española. El 2011 concluyó con 101.982 desempleados totales en Aragón, lo que representa un aumento del 10,05% (+9.313 personas) respecto al año 2010 y supone un nuevo récord. Mientras, en el conjunto de España el incremento anual fue del 7,86%, lo que pone de manifiesto que Aragón se aproxima al desempleo que se dan en el conjunto de España.

Diciembre no fue un mes bueno para el mercado de trabajo en Aragón. Durante los últimos 31 días de 2011, a las oficinas del Instituto Aragonés de Empleo (INAEM) acudieron casi 2.000 personas que se habían quedado sin trabajo. Se cerraba así un año aciago en el que la tasa mensual de parados solo bajó en tres de los 12 meses del año. Este mal dato de inscritos en el INAEM no lo mejora la estadística de contratos constituidos: de los 24.972 contratos que se firmaron en Aragón más del 93% fueron temporales.

Lo peor es que el dato de los contratos formalizados no solo corresponde al último mes de 2011, sino que es una situación que se repite en el balance anual del año que acaba de terminar. De los 393.179 contratos de trabajo que se firmaron en Aragón durante 2011: 361.704, casi el 92%, fueron temporales. Además, 10.556 de esos contratos se enmarcan en la categoría de eventuales según las circunstancias de la producción.

Los 31.475 contratos indefinidos que se formalizaron en Aragón durante el año 2011 es la peor estadística de los últimos cinco años, según los datos recogidos por el INAEM: supone 1.499 contratos menos que los registrados en 2010 y 24.469 menos que los de 2008, fecha de comienzo de la crisis económica.

El diciembre de 2011 fue el peor mes desde el año 2007 y, además, fue el segundo peor dato de todo 2011, solo superado por los datos registrados en febrero, cuando se firmaron 24.459 contratos nuevos. El tipo de jornada del 66,3% (aproximadamente 260.680) de todos los contratos formalizados fue a tiempo completo.

3.1.12

La importancia de un buen profesor en el desarrollo de la persona

Todos, todas, tenemos muy dentro de cada uno de nosotros un recuerdo especial de algún profesor de nuestros años de colegio. Puede ser un recuerdo bueno o malo, muy importante siempre en lo positivo o en la negativo. Todos sabemos dar importancia a “ese” profesor o profesora que nos marcó en aquellos años tan iniciativos, en un camino o en otro.

La calidad humana de los profesores es fundamental en el desarrollo de la persona, como alumno primero y como adulto después, pues marca el futuro y queda grabado en lo más interno de los recuerdos infantiles. Insisto en decir claramente que para bien o para mal.

Nuestras vivencias en los años tan importante del colegio, de la infancia que como esponjas todo lo absorbemos, son fundamentales para ser bueno o malos ciudadanos, para ser libres y capaces, para saber labrarnos un futuro en una dirección o en otra.

Por ello es fundamental la figura del profesor y entre todo debemos darle un valor que hoy le hemos restado. No estoy hablando de darle más autoridad, que a lo mejor sí, sino de darle la importancia social que se merece por la figura que representa. Y por ello tenerle bien formado, bien remunerado, bien motivado, bien engañado en el sistema educativo global, con la familia, son el sistema, con los alumnos, con las nuevas técnicas formativas.

Los alumnos fracasan, el fracaso escolar es muy amplio en España. Pero a veces junto a excelentes profesionales hay auténticos borregos en puestos educativos. Junto a profesores que entregan mucho más de lo que se les piden hay auténticos jetas que se esconden ante el trabajo o se convierten en dictadores en la defensa de sus privilegios como profesores. Son los menos, sin duda, pero dejan huella que rompe a personas. Lo malo de esto es que otros profesores excelentes lo saben y lo callan, y aquí sí que no deberían callar, pues el corporativismo juega en su contra.

Las familias tienen que estar muy atentas ante errores educativos (si pueden tener la capacidad de estar atentas) y respetar siempre la figura del profesor como unas institución muy importante. Pero a la vez y con la mayor educación imprescindible, ser exigentes en ese control de calidad total que se debe dar cada día más en todos los procesos formativos en los niños. Las familias estamos para educar (no todas pueden hacerlo, por desgracia), para los profesores están para formar y motivar, y hay que vigilar que la calidad sea alta pues es el futuro de nuestra juventud lo que está sobre su responsabilidad. 

El sistema educativo tiene que cambiar en muchos aspectos internos. No tanto en métodos o en organización educativa de cara al alumno, como en exigencia hacia cada uno de los factores que intervienen en la educación. Hay que exigir más a los alumnos, pero también más a algunos pocos profesores. Hay que implicar más a los alumnos en su trabajo, pero también apartar a algunos profesores que no quieren ejercer con responsabilidad su trabajo muy importante. Y hacer una selección exquisita del personal cuando entra en labores educativas.