23.1.13

Quien soy yo?; ¿quien eres tú?

¿Quién soy?
Me refiero más bien a: ¿Quién eres tú?
Si, pregúntate tú mismo: ¿Quien soy yo?
La clave de nuestra felicidad está en conocernos bien, en saber quienes somos. No es sencillo pero es muy útil.
Ya Sócratesse decía que la clave de la felicidad personal era conocerse, comprenderse tras analizarnos y ser feliz en el convencimiento de que tras conocernos nos amaríamos más, nos respetaríamos más.
Una vida sin análisis personal no merece la pena vivirse, se decía Sócrates. Yo añadiría que sin la necesaria aprobación personal. Hay que conocerse y aprobarse, ser un “yo” asumido por uno mismo.
Como es muy complicado saber quien somos, qué somos, vamos a realizar un ejercicio al revés. Vamos a ser capaces qué NO somos. Apuntemos en una libreto qué NO somos, y así lograremos acercarnos un poco más a saber qué SI somos, por descarte.
Haz el ejercicio, escribe qué NO somos. Ayuda a conocernos.

22.1.13

Nueve claves para vender el miedo, la ansiedad, la angustia

Toda persona tendrá que asumir riesgos en su vida. Los líderes; pero también las personas normales. Todos. Tú y yo. Así que tendremos que ir preparándonos para salir airosos de ellos.

Ante los riesgos los problemas más frecuentes son aguantar bien las críticas, el miedo a fracasar, asumir tus propias limitaciones e intentar conocer bien a los demás, para poder trabajar en equipo o incluso para vencerlos. Hay que crear una especie de coraza alrededor de nosotros, para sentirnos fuertes, saber defendernos, aumentar tus defensas.

Tú vales lo que vales, que no sabemos de momento cuanto es, pero que por mucho que te halaguen no es más, que por mucho que te critiquen no es tampoco menos. Los que te rodean puede calificarte, juzgarte y valorarte. Pero por mucho que te incidan sus opiniones, la verdad es que vales lo que ya valías antes de que te dijeran anda. Ni positivo ni negativo.


Tus decisiones pueden no gustar, seguro que no podrán gustar a todos, pero también es cierto que te gustarán a ti. Tú, vas a tomar las decisiones que consideres mejores en cada momento. Si te equivocas tendrás que revisar tu manera de decidir, pero lo harás por el fracaso, no por lo que digan de ti los demás. Los escucharás para aprender, pero no para sufrir.

En la vida no nos equivocamos, excepto si los resultados obtenidos no son buenos. No existen los errores, existen los resultados bueno o malos. Pueden ser resultados a corto plazo o resultados a largo plazo. Si crees que te estás equivocando, casi seguro que te estás equivocando. Pero eso no quiere decir que estés equivocado, tal vez sea que el camino emprendido no sea el mejor y que lo que debes hacer no es cambiar el lugar de la meta, sino el camino a recorrer. No el fondo sino las formas.

Todos nos equivocamos en las decisiones que tomamos. Sobre todo los que tomamos muchas decisiones. Es progresivo. Solo NO se equivoca quien NO toma decisiones. Pero muchas veces estos errores lo son por no saber vigilar bien los caminos emprendidos, no porque no sepamos a donde nos dirigimos.

Nadie es perfecto. Los que parecen perfectos tienen la suerte de NO ser perfectos. Todos actuamos con arreglo a patrones aprendidos por nuestra experiencia y es imposible no tener en nuestra mochila polvo, equivocaciones, sensaciones que no supimos valorar bien. Todos tenemos un margen de error que debemos asumir como inevitable. Somos humanos e imperfectos.

Tú elijes, así que reflexiona antes de decidir. Cada día eres más sabio, tienen más experiencia de vida, más carga emocional y más soluciones. El tiempo enseña y cura, te hace más fuerte, más listo para saber resolver problemas.

Si tienes dudas pregunta, consulta, habla, pide ayuda, escucha. Elije a una persona que esté centrada, que sea válida, que sepa mantener prudencia y secretos, que sea equilibrada. Necesitamos siempre a alguien que no deje reflexionar, pues las soluciones las debemos encontrar nosotros para creérnoslas bien. Del otro necesitamos LUZ; que no abra nuestros ojos.

Funciona mejor la poesia que la prosa para activar el cerebro

Se ha investigado en la Universidad de Liverpool la influencia de leer poesía durante una terapia psicológica, de reeducación emocional, y se ha determinado que puede ser más efectivo leer poesía que dejare llevar por los consejos de los libros de autoayuda, que muchas veces simplemente traducen y simplifican los consejos que llevan siglos dándose en textos poéticos.

La realidad es algo distinta, y vamos a intentar aclararla, para lograr entender qué se busca y de qué manera se pueden obtener mejores resultados.

El experimento monitorizado en el cerebro de voluntarios, mostraban una mayor actividad cerebral cuando el voluntario leían poesía que mientras leían los mismos pasajes y textos pero pasados a lenguaje coloquial.  Los resultados señalaban que la actividad cerebral se dispara cuando el lector se encuentra con palabras inusuales o con estructuras semánticas complejas, pero se queda quieta cuando el contenido se expresa en lenguaje coloquial.  El tema es que la poesía y la necesidad de leerla con atención para buscarle su sentido afecta al hemisferio derecho del cerebro, donde están los recuerdos autobiográficos, y ayuda a reflexionar sobre ellos y a ponerlos en perspectiva.

Los expertos señalaron que esos estímulos se mantienen durante un tiempo, y potencian la capacidad de atención del individuo.  “La poesía no es sólo una cuestión de estilo literario. La descripción profunda de experiencias añade elementos emocionales y biográficos al conocimiento cognitivo que ya poseemos de nuestros recuerdos”, según explicó uno de los profesores encargados del ingenioso estudio.

Sabido esto, la siguiente duda que asalta a los investigadores está relacionada con las adaptaciones que se realizan de algunos clásicos de la literatura, Charles Dickens, por dar un ejemplo, para acomodar su lenguaje a las expresiones de la lengua actual, facilitando así su comprensión. Se los comprenderá mejor, sí, pero ¿seguirán siendo igual de útiles? ¿Seguirán potenciando nuestra atención?

En el PP algunos sabe mucho, muchos saben algo

El PP ha encargado una auditoría interna (para ellos solos, para intentar saber y no contar)  más una auditoria externa que pagarán ellos y encargarán a quien les de la real gana y que no podrá demostrar nada de nada.

Alguien (más de uno) sabe mucho, muchos saben algo; pero si no hay papelicos guardados en las cajas del PP (presuntamente), nadie podrá demostrar nunca nada. Y es de pensar que los apuntes en B, alguien se los ha llevado o los ha roto en el WC de algún despacho.
En las contabilidades de ninguna organización, quedan rastros de la contabilidad B, luego nadie puede demostrar nada con la contabilidad que se puede enseñar. La otra, la que guarda en su ordenador personal el “jefe” del tinglado, no se sabe con qué nombre se guara. Y los recibos, que NUNCA se firman dos veces, los guarda el mismo que los entrega.
Creo que Bárcenas era de los contables antiguos, de los de lápiz y libretica, así que es más complicado todavía poder pillarle en el supuesto caso de que algo no fuera legal. Nada de nada, oiga.
Así que o logramos hacer que alguien cante, que se acojonen de verdad, o no se podrá hacer nada, lo que jorobará más al PP, que tendrá que soportar el estigma de la trampa durante toda su vida.
¿Da igual en este santo país hacer trampas?, pues parece que si, que incluso entre algunos de nuestros vecinos de calle, resulta simpático y da personalidad sabe engañar. Somos así de imbéciles y perdonamos las trampas pensando que demuestran que quien la hace es un tipo listo. Joder con la bobería profesional.