28.7.14

Cómo lograr una relación de pareja de calidad en el tiempo y en las satisfacciones

Todos necesitamos tener una relación sana y eficaz con alguna persona cercana, a ser posible con una pareja con quien libremente queremos compartir parte de nuestra vida. Vivir solos es también una opción, pero aun así es importante tener a otra persona en quien confiar y compartir parte de nuestra vida, que no tiene que ser siempre la convivencia diaria. Y no siempre estamos hablando del amor.

Tener un gran amigo, una persona con quien compartir parte de la vida es importante pero se debe basar en la confianza, en el compartir aquellas cosas que nos influyen, nos importan. Tener confianza en alguien es complejo, va en aumento con el tiempo y depende de ambas partes. Si estamos junto a alguien que no es capaz de intercambiar la confianza, si no es bidireccional, lo mejor es abandonar, dejar la relación compartida para convertirla en una simple relación de amistad.

Hay que comunicarse muy bien, que no siempre es lo mismo que comunicarse mucho. Aquí lo importante no es hablar mucho entre ambos, sino hablar con sinceridad y con “calidad”. Tan importante es hablar como escuchar, tan importante el idioma verbal como el de los gestos.

En una relación ambos somos diferentes. Simplemente distintos. Por eso nunca hay que intentar cambiar al otro, sino aceptarlo, asumir sus diferencias, tolerar lo que no nos gusta de la otra persona, pues estamos seguros que por su parte hará igual con nosotros.

Si importante es comprendernos, más es respetarnos, aceptar nuestras formas de ser, nunca poner en una discusión frases hirientes, nunca sacar los colores al compañero, nunca señalarle con el dedo de la envidia o la falta de respeto. Todos tenemos errores sobre nosotros, pero nunca hay que recordarlo en momento de ira, con mala baba, con odio momentáneo.

Todas las relaciones deben ser entretenidas, alegres, divertidas, completas socialmente, compartidas, respetando los tiempos y los espacios personales de cada uno, dejando que siempre hay un lugar y un tiempo para cada uno sin tener que contar con el otro. Es bueno tener relaciones en las que el otro no entre, tiempos en las que el otro no intervenga.

27.7.14

10 Diez consejos para ser más optimistas ante la vida

No es sencillo ser una persona optimista, pero algunos lo consiguen sin problemas, con una facilidad que asombra. Veamos algunos pequeños consejos para lograrlo, pues dentro del optimismo está también la salud.

Hay que creer en nosotros mismos, tener autoestima y una capacidad de asertividad alta. Somos capaces y lograremos lo que nos propongamos.

Mira, con sinceridad, no dejes que otros se meten en tu vida a mangonearla. Tu vida es tuya, te pertenece a ti, compártela si quieres, pero no permitas que otros te la zarandeen, te la utilices.

 No intente tener todo. Confórmate con lo que sea necesario y posible. Desear “el todo” cree idiotez humana. Lo mejor es disfrutar de lo que se puede conseguir.

La gente es buena. Hay malos y estos se dejan notar mucho, pero la mayoría de la gente es buena, y además muchas veces necesitan tu compañía y tu ayuda.

En la vida siempre hay caminos torcidos, piedras en las que tropezaremos, caídas y fuerzas para levantarnos. Es lo que les pasa a todos. DE las caídas se aprende. Y recuerda que todos han tropezado muchas veces, la diferencia está en saberse levantar o en hundirse.

No te preocupes por lograr el éxito.  Muchas veces no sirve para muchos. Preocúpate en alcanzar el placer, la felicidad, los valores humanos, el amor, la sencillez, la sonrisas.

Siempre hay que ir mejorando, es una de nuestras obligaciones. Un optimista también sigue mejorando su vida. Aunque creamos que ya lo tiene todo, él sabe que no y que debe seguir aprendiendo.

Sonreír es entregar amor. Ser amable, agradable, humano es entregar amor.

No vivas del tiempo que ya no está, no recuerdes el pasado más que para reconocer que has ido aprendiendo. De todo el pasado has logrado levantarse e ir edificando quien hoy eres.

Habla menos. Actúa y tira hacia el futuro desde el presente. Sé positivo y sigue mejorando tu forma de ser. Ser optimista es ser positivo, ser alegre. Pero nunca es ser tonto, ser un abandonado, ser alguien que no se entera. Ser optimista es saber que la vida es así y que hay que disfrutarla, pero sobre todo hacerla disfrutar a los que nos rodean.


26.7.14

Ejercicios para el cerebro. Ejercicios para evitar las pérdidas de memoria

Estamos compuestos de cuerpo y mente, de una parte física y otra mental, de un cerebro y un cuerpo. Sabemos con mucha facilidad cuidar o destrozar nuestro cuerpo ¿pero sabemos hacer lo mismo con nuestro cerebro?

Hay que tener una actividad social interesante y compleja, hay que tener inquietudes sociales para lograr que el cerebro esté engrasado y funcione bien, no se nos envejezca como el cuerpo con el paso de los años. Así de simple es la gimnasia mental para mantenernos en forma. 

Emplear el cerebro con pequeños juegos, con ejercicios sencillos o con actividades sociales. Leer, escribir, hacer crucigramas, jugar a sencillos juegos de piezas en el ordenador o en una Tablet, hablar con amigos, jugar a las cartas, al ajedrez, al dominó. Estar interesado en alguna actividad deportiva de la que nos interese el todo de la misma. Controlar bien los horarios y distribuirlos entre las actividades. Bailar, cocinar, tener un animal de compañía, ordenar el album fotográfico familiar, organizar una colección de algo, leer el periódico todos los días, tener un huerto en macetas. Escribir un diario o un libro de poesías.

Con los años la memoria se vuelve más compleja, tenemos nuestro disco duro interno muy lleno y sobre todo muy fragmentado, muy liado, lo que nos cuesta mucho más acceder a sus rincones escondidos. Para ello hay que tener estímulos intelectuales constantes que nos hagan estar en forma y no perder el acceso a nuestra habilidades cerebrales.

A partir de los sesenta años tenemos más problemas que nos acercan a la demencia senil y por ello debemos prestar más atención a las debilidades que podamos detectar. Se calcula que este problema de la edad suele aparecer con pequeños síntomas unos 10 años antes de ser un problema irresoluble, por lo que estar atentos nos debe servir para buscar remedios antes de que la enfermedad sea problemática.

Hay que dormir bien para recuperar el cerebro, para ponerlo todos los días “a cero”, hay que hacer algún tipo de actividad física para proteger nuestro sistema de circulación sanguínea, hay que descansar y sobre todo no aceptar el estrés como una posibilidad a edades avanzadas pues destroza los receptores del hipocampo ni caer en depresiones aunque sean leves, pues nos atenaza y nos vuelve más débiles ante un cerebro que hay que cuidar un poco más.


¿Cómo aprendemos más y mejor? Aprendamos a aprender


Aprender es sobre todo recordar lo aprendido, ser capaz de retener aquello que nos enseñan, lo que absorbemos interiormente y que debemos retener para el momento en que nos haga falta emplearlo. Aprendemos hoy pero no sabemos cuando lo necesitaremos. Por eso es fundamental recordar, interiorizar lo aprendido. Incluso olvidarnos de que lo sabemos, pero no olvidarnos de lo que sabemos.

Hay principalmente tres formas de aprender.
Aprendizaje verbal
Aprendizaje visual
Aprendizaje por prácticas

No todos interactuamos de igual manera con los tres sistemas de aprendizaje pues algunos dan más importancia mental de la media a uno o a otro sistema, pero lo demostrado es que el aprendizaje verbal es el más utilizado pero el que menos capacidad tiene para lograr objetivos perdurables, mientras que el aprendizaje por descubrimiento y práctica es el más eficaz pero el menos empleado y el más complejo de tener a mano.

Se calcula que solo entre el 10/15% de lo que leemos queda retenido y que entre el 15/25% de lo que nos dicen, de lo que escuchamos logramos guardar como experiencia. Estos son los dos pilares del aprendizaje verbal.

En cambio si se nos enseña con visuales logramos retener entre un 30/40% de lo que se nos muestra, llegando al 50/65% si además se nos hacen prácticas en el acto con demostraciones de lo que se nos explica.

Si logramos participar en la demostración podemos lograr retener hasta un 80% de lo que se nos está enseñando, que puede llegar al 90/95% si somos nosotros los que tenemos que realizar la operación que intentamos aprender, en el típico juego de error solución, donde nuestra capacidad para tomar decisiones son vitales para lograr los objetivos de la prueba y para así aprender de ellos. Por eso los aprendizajes antiguos de oficios o tareas tenían una capacidad tan enorme de crear profesionales, pues sobre todo se basaban en el trabajo de campo, en la responsabilidad por y para hacer las tareas, bajo tutela y asesoramiento, pero siempre practicando.