18.9.14

La extraña política actual ¿Quien la va a realizar y desde donde?

Junto a Podemos y Ganamos, y en paralelo, se están formando otros grupos de políticos vecinales, de personas muy implicadas en los tejidos sociales de las ciudades, intentando desplazar a los políticos “viejos” por incapacidad; tanteando las posibilidades del nuevo momento político a través de diversas plataformas que otorguen el protagonismo social a las personas.

No seré yo quien diga que tienen razón, aunque se veía venir la importancia política cada vez mayor de las asociaciones de vecinos y asociaciones sociales, cansados de esperar soluciones y de recibir bonitos discursos de despacho. Y pongo en duda la razón por el motivo simple de que todos han tenido la oportunidad de pertenecer a partidos políticos, muchos de ellos ya pertenecen a los mismos, y es muy complicado discernir entre movimientos sociales y partidos a la hora de elegir desde donde gestionar con eficiencia y trabajar por el bien común.

Estas personas organizadas ya en diversos grupos de compromiso político pero ajenos a los partidos políticos tradicionales quieren trabajo para las personas, sueldos dignos, pensiones suficientes, más democracia y menos corrupción, que no haya desahucios y se puedan rescatar a las personas y más a las familias, desean que se puede decidir sobre tu propio cuerpo y tu muerte, a que las riquezas sean mejor repartidas, a que hay banca pública capaz de entender el crédito como un servicio social, creen totalmente en la salud pública y universal, en una justicia creíble, una economía más solidaria y productiva, una educación púbica válida en todos los niveles, unos servicios públicos de calidad suficiente, una participación ciudadana real y no de libreta infantil.

¿Pueden los partidos políticos recoger como básicos estos elementos tan sencillos para el trabajo social hacia las personas? Sin duda SI. Lo complicado es resultar creíble, aunar el trabajo de más personas válidas en todo tipo de proyecto, pero desde ópticas políticas, pues al final TODO es política. Aunque a algunos (muchos) la palabra política les produzca repelús.

17.9.14

Aplausos para Pedro Sánchez del PSOE. Aunque cueste entender esta forma de comunicación


Todos preparados que voy a decir una barbaridad. Hoy a la tarde y tras criticar muy fuertemente Jorge Javier Vázquez desde el programa Sálvame contra el Toro de la Vega por ser el alcalde de Tordesillas del PSOE y no entender que se permitan estas salvajadas, ha llamado en directo el Secretario General del PSOE Pedro Sánchez para aclararle su punto de vista sobre este asunto.
¡Plas, plas, plas!

Es un programa de televisión cirquense, pero que un político llame con independencia de los contenidos libres del programa, para ofrecer una aclaración en directo, es de aplaudir, sin duda, entre esta nueva política que debe abrirse paso a borbotones.

Si lo están viendo casi dos millones de personas, no solo busca la aclaración y el asentamiento del voto de los espectadores, sino también la cercanía, la interacción, el uso moderno de los medios de comunicación.

Las críticas van a venir a borbotones, pero personalmente creo que ha sido un acierto, pues el político debe ser el que gestiona las dudas, el que ofrece sus posturas a la información pública, esté esta donde esté. Tan importantes son estos dos millones que ven tripas de corazón que los que hacen deporte, leen El País o entienden de música clásica. La sociedad es muy plural y el político debe estar en todos los sitios donde se reclame sus actuaciones.
¡Plas, plas, plas!

Nota.: Como hablo bastante de comunicación política, no es malo conocer nuevos caminos de comunicar y que ya emplean los nuevos líderes, más abiertos al contacto en todo tipo de situaciones. No entender esto, no darnos cuenta que la sociedad está en todos los lugares, esperando la explicación, es una equivocación. Sobre todo por que entre las obligaciones del político están las de aclarar en todas las situaciones, todo lo que afecte directamente a sus ideas, programas, sociedades o declaraciones anteriores.

16.9.14

¿Qué solución tiene el problema con/de Cataluña?

Ya empiezan los duros de la España nerviosa a tramitar y trasmitir sus miedos a todos. Hoy García Margallo, que no le tocaba opinar de esto pues es Ministro de Asuntos Exteriores y no Interiores, ha dicho que no se puede descartar que se suspenda la autonomía a Cataluña.

No sabe lo que esto supondría y hubiera sido mejor que hubiera leído a Baltasar Gracián sobre la importancia de los silencios.

Es cierto que desde Madrid no saben qué hacer pues la situación es nueva y delicada, pero en estas situaciones tensar más la cuerda con palabras gruesas y amenazas complicadas no ayuda a resolver los problemas. En esto está mucho más acertado el líder del PSOE, que sobre todo no tiene que resolver el problema.

Artur Más se le ve con menos contundencia que el Gobierno, dentro de su inevitable postura, deseando que se encienda la luz de un camino intermedio. Una posibilidad sería celebrar el referéndum en otra fecha, con otro tipo de preguntas, con unos criterios y controles más democráticos, con una campaña limpia y bien organizada, y acordando que es un referéndum meramente consultivo. No contentaría a nadie, ni a los duros del PP y afines, ni a los catalanes que desean la independencia, lo que nos indica que es el punto medio inevitable para buscar soluciones y no más tensiones.

¿Para qué serviría este resultado? Pues para tomarse en serio que a España hay que dotarla de unos mecanismos federales diferentes, con una relación más compartida y libre, con más respeto entre territorios sabiendo que son todos libres para irse o quedarse. No es romper España, es asentarla en sistemas territoriales parecidos a los de Reino Unido, Alemania, o EEUU, con las grandes diferencias que cada grupo de estados sobre los que me refiero tienen a la hora de engranar sus territorios, leyes, sociedades e historia. 

Y mantener la figura del Rey o del Presidente de la República según se tenga, como garante de la relación unida o separada, algo que llevan muy bien en el Reino Unido y del que se podría copiar. De hecho España es menos España desde que estamos en la Unión Europea y si todo sale como debería, cada vez España será menos España y más Europa.

Tras las buenas ideas deben venir los proyectos bien realizados

En todo iniciativa que vayas a emprender necesitas tener una buena idea, pero debe estar asentada dentro de un desarrollado proyecto.

Sin ideas nada funciona: deben ser novedosas, posibles, actualizadas al momento, originales. Propias si es posible o adaptadas a tu propio mercado de actuación.

Pero detrás de cada idea u objetivo hay que desarrollar el programa que lo sustente: su rentabilidad, su posibilidad real de construirse, nuestras capacidades para realizarla, el análisis del mercado a donde acude, las competencias y debilidades de la idea, su financiación primera y su mantenimiento, su viabilidad.

Da igual si es una empresa, un proyecto artístico o educativo; toda idea necesita sujetarse tras un proyecto desarrollado para su fin. La idea es la bombilla, el proyecto el cable que le da luz. Si crees tener una buena idea que te permita convertirse en un proyecto, desarróllalo y solo entonces sabrás si tiene posibilidades de ser posible, de ser rentable, de merecer el esfuerzo. El proyecto es el que da sustancia a la buena idea, el que permite saber si además de buena idea merece trabajarla y hacerla crecer.