8.3.15

Todos los días deben ser 8 de marzo

Todos los días deberían ser 8 de marzo. En una sociedad donde la pobreza crece más entre las mujeres; en donde existe una brecha salarial entre mujeres y hombre que aumenta día a día y que en Aragón se acerca al 30%; en un país donde se sufren graves retrocesos de derechos y muy especialmente en el ámbito de los derechos de las mujeres; donde el paro y la precariedad laboral se ceba en las mujeres con una tasa de actividad femenina quince puntos inferior a la masculina, más todavía entre las jóvenes; donde los puestos directivos de las empresas son casi exclusivamente masculinos; donde el derecho a decidir sobre su propio cuerpo es todavía una reivindicación casi revolucionaria para las mujeres, el 8 de marzo no puede ser sino un día reivindicativo, de lucha y de recuerdo para todas las mujeres y los hombres que fueron abriendo caminos hacia la igualdad no exento de incomprensión, de dificultades e incluso de represión en una sociedad abiertamente patriarcal.

A todas las mujeres que han tenido que ser silenciosas

A todos las mujeres silenciosas que han ido ayudando a construir la historia de todos nosotros, la historia de nuestras sociedades. A todos las mujeres que han sido nuestras madres, las creadoras de los hombres, las educadoras de todos nosotors.

A todas: Un beso en el Día Internacional de las Mujeres

Feliz Día; mujer, mujeres. Feliz Día madre

Feliz Día, mujer, mujeres. Feliz Día madre. Por la igualdad, la libertad y la fraternidad.

7.3.15

Decir NO es muy diferente a sentir el no

Decir NO es dificilísimo, en serio, tanto que se dice muy pocas veces, menos de las que imaginamos. Y es que sin darnos cuenta, muchos NO nunca se llegan a pronunciar, nos los imaginamos y los asumimos sin que nos lo digan. Es la censura del SI, la pérdida de las posibilidades por miedo.

Decir NO cuesta mucho, así que nos hemos inventado un sistema para decir no sin decir NO. Complejo de explicar pues cada uno de nosotros empleamos un medio técnico, en serio. Muchas veces empleamos el más sencillo. No decir SI. Y todos entendemos que si no nos dicen SI, en realidad nos están diciendo NO. Y no es cierto.

El silencio administrativo lo empleamos todos nosotros para decidir. Si no te digo que SI realmente te estoy diciendo un no con minúsculas, que tú mismo van a interpretar como un NO con mayúsculas. Deberíamos practicar lo contrario. Si no son capaces de decirnos NO hay que tomar el SI y olvidarnos de milongas. En caso de apuro siempre podemos decir que entendimos que nos habían dado el si, pues no habían dicho no. Por si cuela.