12.4.15

Extremadura 05 - el río Jalón nace en Soria

Todos los recién nacidos son pequeños y frágiles. El río Jalón nace en Esteras de Medinaceli en Soria a unos 1.100 metros de altura para tras 224 km bajando irse a engordar el Ebro en Torres de Berrellén. Es uno de los ríos importantes de la cuenca media del Ebro y sobre sus orillas se fueron asentando históricamente pueblos que formaron Aragón desde las guerras o los acuerdos. Pero hoy tras muchos años lo he visto nacer. Los ríos nacen constantemente, fríos y sin dolor, con aguas muy trasparentes y sabrosas. El agua natural sabe a vida. No nace de una sola boca sino que desde la sierra Ministra bajan al menos tres brazos diminutos y sencillos que manando del suelo demuestran que la vida o la muerte depende de la tierra.

Extremadura 04 - Soria verde y Don Quijote

Por Medinaceli tenemos siete grados que son el detalle de las alturas, ahora pintadas de verde por los cereales que empiezan a cubrir los campos. El pan nace de verde esperanza, curioso. Es la España alta, la Soria antigua y hermosa, la recia que no abandona sus historias. Ahora eso si, salpicada por molinos blancos de aire que de haberlos conocidos Don Quijote les hubiera dedicado más capítulos. Nunca me ha quedado claro si Don Quijote escribió a Cervantes o fue al revés. Muchas veces los hijos se comen a sus padres.

Extremadura 03 - Medinaceli nos espera con café caliente

Amanece que no es poco tras las cabezadas por el madrugón. Hasta el Monasterio de Guadalupe tenemos nos dicen 570 kilómetros que dichos así, con el sueño, nos parecen excesivos. Cada dos horas hay que parar que nos lo manda Europa, así que Medinaceli parece el destino perfecto para el café de ahora. Medinaceli son dos pueblos, el de abajo y el de arriba. Como suele suceder, cuanto más cerca se está del cielo, más bonito se es. Debe ser que las nubes tersan las pieles incluso de las casas de los pueblos. Si entornas los ojos y sueñas un poco en el Medinaceli de arriba te crees en la Edad Media pero con las comodidades de hoy. No cuela.

Extremadura 02 - la madrugada

A las seis de la mañana de un domingo el silencio es atronador. De una docena de bares solo uno está abierto dando carajillos y revueltos. Los cuatro clientes obedientes están en la calle pues necesitan fumar. A estas horas debería estar prohibido no fumar. Desde Zaragoza a Extremadura hay tantos kilómetros que no sé contarlos. Pero los 55 del autobús ya hemos madrugado para no perdernos la excursión. Os iré contando