6.8.15

El CIS, los indecisos, Podemos, los flojeras y un funeral

El CIS publicado ayer, es simple como un consomé de ave. Todo claro, sencillo de masticar y cura a casi todo el mundo que tiene el estómago revuelto. Lo de Grecia está funcionando perfectamente para meter miedos. Nada como ver en cuello ajeno lo mucho que puede apretar si te equivocas de correaje. Y los indecisos que son miedicas han tomado buena nota.

Que los indecisos del PP -los que se le quedaron en casa en las municipales- se han acojonado, es básico para entender que estén dejando de votar a Ciudadanos. Eso y que Ribera ya no es tan novedoso y tampoco es que esté demostrando maravillosas ideas nuevas. Sumado a una buena venta de la recuperación económica antes de tiempo pues toca correr, son los elemento clave para entender que el PP ascienda.

Entre los indecisos del PP hay funcionarios, jubilados de paga media o alta, mandos intermedios, desclasados y flojeras. Pero ellos prefieren vivir casi bien y con las narices tapadas, antes que jugar a ser griegos aunque solo sea de pensamiento. Es decir, son los que creen que en Europa todavía se nos quiere.

En el otro lado está un Podemos que es una mezcla de grupo mareado, indecisos entre ellos mismos, sopa de letras y grupos que no saben si van o vuelven, se unen o se apegan, se disuelven o se separan. No saben si suben o si bajan, si quieren o incluso si no se quieren ni entre ellos. Y eso molesta incluso a los que estaban dispuestos a quererlos. Las gentes de Podemos siguen creyendo que es mejor solos que acompañados de los que ya han demostrado que son de izquierdas, no vayan a confundirse ellos mismos. 

El PSOE del que hace un año a lo sumo se podría pagar mil duros de los viejos, está que no se lo cree. Sigue creciendo sin hacer nada que no sea lamerse mal las heridas propias, y poniendo cara de ser "Los inevitables". Ya se habla de hacer acuerdos entre el PSOE y Podemos, y de volver a ser tan prepotentes con el resto de la izquierda, como ha sido siempre. Ojo, no es igual el PSOE con Podemos a Podemos con el PSOE.

Nos queda eso sí, asistir con mucho respeto al funeral de IU y UPyD, no sabemos si incinerados o en nicho, y que siempre quedarán como los que lo intentaron hasta incluso lograr tener unas encuestas muy subidas de tono, pero que sufrieron en ambos casos el ver nacer a un primo hermano que se les comió los mocos. Hacerse amigo de los primos después de que los han zancadilleados no es nada fácil. Para ninguno de los primos.

5.8.15

Telecinco es el termómetro electoral más barato

El Partido Popular y Telecinco se parecen mucho. Ambos insisten en una programación floja, basurilla, siempre criticada, pero..., cada encuesta mensual ambos ganan al PSOE o Antena3. Algo no entendemos bien los españoles.

Yo no haría más encuestas de intención de voto. Con ver los resultados mensuales de audiencia de Telecinco tendríamos bastante. Mientras los espectadores no cambien, nada cambia en España. Pero asumiendo que nada tienen que ver Telecinco con la política, pero si mucho con la sociología del indeciso que es quien de verdad cambia los gobiernos.

Los que nos dedicamos a la política nos creemos que somos lo que logramos que nuestro partido suba o baje, se mantenga o se estrelle. Es falso. Da igual lo que hagamos en la gestión política. Lo que importa, solo, es que suba o baje Telecinco, la Sexta o La 2. Da igual el tipo de programación mientras la sopa de toda ella logre el resultado que les importa a los italianos y a la publicidad. En política lo cambiaríamos por: " a los alemanes y al capital", pero es lo mismo.

Todo el mundo dice que la mejor cadena es La 2 y luego La Sexta. Pero en realidad la que se lleva más espectadores, publicidad y aplausos escondidos es Telecinco o el Partido Popular, que se parecen mucho sin tener nada que ver. Mientras en España no veamos mucho más otro tipo de televisión, no tenemos cambio a la vista. Pero no se trata de que la vea usted o yo. A nosotros ya nos dan por imposibles. Se trata de que cambien de opinión los indecisos que al final son los que dan con el dedo al 5 sin saber qué soluciones tienen para nada. 

Lo sabe Podemos; acabado el chollo de la tele queda rezar para que te saquen en todos los canales posibles, al menos para que no se olviden de que existías en la esperanza colectiva. Y si no, que se lo pregunten a Carmona, que iba para Alcalde de Madrid y se ha quedado en concejal del Grupo Mixto, sin derecho a mesa.

3.8.15

Si tienes unos días tontos, ponte a jugar con la pintura acuarela

¿Ves unos pies caminando?
¿Tienes unos de esos días tontos, que no sabes bien porqué pero no tienes ganas de nada?

Mira, ponte a jugar con la pintura. Crea. Del verbo “crear”. ¿Piensas que es complicado, que tú no sirves, que es una idiotez? Si no empiezas, nunca lo sabrás. Yo te aseguro que sí puedes, pero eres tú quien se tiene que convencer.

Coge un papel de tamaño normal, una cuartilla, pero a ser posible recia, de papel para dibujar. Vas a necesitar unas acuarelas de las más simples. Unos pinceles y un vaso de agua, o mejor dos para que estén los pinceles más limpios siempre y el color más puro.

Empieza por coger con el pincel y bien disuelto en agua un poco del color que quieras y lanza unas manchas sobre el papel. Si los colores son buenos la potencia del color será más fuerte. Pero se trata de jugar. Efectivamente, sabiendo tanto tú como yo que eres una persona adulta. ¿Desde cuando los adultos no juegan?

Ahora ya tienes sobre el papel una gotas de color.
No dicen nada.
¿Seguro?

Revisa esas gotas, esas manchas. Dale la vuelta a la hoja, mira mejor. Efectivamente, algo ya se asemejan a…, sí!…, continúa.

Se trata de completar el cuadro con más manchas, con otros toques de color empleando el pincel, las acuarelas y el agua. No te preocupes si una línea que representa el horizonte se compone de varios tonos, de colores que nada tienen que ver con todos los horizontes que tu recuerdes. Da igual si los ojos de ese retrato están compuestos de varios colores o si los dedos se te manchan o si el papel ha quedado una auténtica mierda. Lo tiras y vuelves a empezar con otro.

¿Te sientes mejor? Pues de eso se trataba no? Al terminar todo, lo rompes. Lo destrozas. O te lo guardas en un cajón. O se lo enseñas a tu pareja o a tus amigos. Haz lo que quieras pues es tuyo.

Unas preguntas sencillas. ¿Vives y trabajas en España?

Unas preguntas sencillas, fáciles. Para jorobar. ¿Vives en España? ¿Trabajas y paseas por los caminos de España? Bien. Vamos bien. ¿Pagas impuestos en España y tiemblas cada vez que llega a tu buzón un sobre con el membrete de Hacienda?

¿Eres de los que piensan que los griegos no pagan impuestos, trabajan poco y tienen lo que se merecen? ¿De los que piensan que Grecia debe cambiar sus formas políticas y quejarse mucho menos? Vamos bien.

Empezamos a pensar todos como Varoufakis. Curiosamente y no sabemos bien porqué, la inmensa mayoría de los europeos piensa lo mismo que he puesto en el párrafo segundo. Y si lo piensan tantos millones de ciudadanos formados y listos, que han ido a los mejores colegios europeos, no deberían estar equivocados. O si.