3.7.16

Cuidar la formación, la educación, es cuidar el futuro y la igualdad

Vamos a ver con detenimiento este gráfico publicado en El País con datos del Reino Unido sobre Educación y su traslado a los resultados finales de la sociedad, del que podríamos decir a simple vista que no nos interesante para España, pues refleja datos de un sistema educativo totalmente diferente al español, donde la educación pública tiene mucha menos calidad que en España y por el contrario se prima mucho más la educación elitista. Esto es cierto. Pero viene a señalar algo que sí es todavía más cierto. El tipo de educación, en cuanto a calidad, supone sin duda unas diferencias tremendas en el futuro de lxs niñxs. En Reino Unido sólo el 7% está dentro de un sistema educativo privado, y los puestos de responsabilidad que copan ese segmento infantil cuando son adultos es tremendo. Mientras un sólo un 7% de niñxs van a las escuela privada, un 71% de los magistrados han ido a la escuela privada, y así por diversos cortes sociales, podemos ver el poder que ocuparán estxs niñxs en la sociedad inglesa.

La calidad en la educación es fundamental a la hora de lograr una sociedad más igual, más plural, donde todxs lxs niñxs tengan las mismas posibilidades. Y para eso, hay que vigilar mucho que la calidad en la escuela pública sea excelente, a costa de cambiar muchas cosas en las mentalidades de muchas personas. También en la forma de pensar de los padres, que no siempre admiten con facilidad que hay que esforzarse como un elemento fundamental para subir en calidad final. Hablo de los famosos “deberes”, de las horas que los niños deben dedicar en sus casas a seguir trabajando o estudiando, a tener en casa una biblioteca, a tener ordenador para trabajar y no para jugar, a entender el bilingüismo como algo fundamental pero que no debe restar calidad en la formación de otras materias, de la importancia de que se lea y se vea televisión en otros idiomas, de que se experimente, de que se conozcan más y mejor las humanidades. De que para algunas carreras universitarias es fundamental el aprender a memorizar, que las técnicas de estudio funcionan y son personalizables, que estudiar es un trabajo y debe gustar a lxs niñxs, que la ortografía es muy importante, que hay que aprender a hablar en público, que la relación y atención para con lxs niñxs es importantísima en estas edades, que no se deben perder horas lectivas con materias muy personales como es la religión.

Diferencia entre no mentir y decir toda la verdad

Decía y avisaba Baltasar Gracián que no es lo mismo mentir que no decir toda la verdad. Y que a la hora de transmitir la verdad hay que tomarse su tiempo, sopesar lo que se dice, asumir que decir la verdad es abrir el corazón, y que tan importante es saber decir la verdad como saber qué hay que callarse.

Mentir es perder la credibilidad, pero decir toda la verdad, sin mesura, es de tontos, pues…, ¿qué queda después? El vacío. 

No por decir la verdad eras más bueno ni correcto. Alguna vez tendrás que mentir como nos sucede a todos, y si te pillan serás tratado mucho peor que los que mentimos a veces, por perder todo el crédito al ser tenido por una persona que se vacía de todo enseguida. Y recuerda que si mientes una vez para algunos es que has mentido siempre.

Pero añadía algo más y muy importante.

“No todas las verdades se pueden decir. Unas porque me importan solo a mí. Otras porque le importan al otro y le pueden hacer daño conocerlas

Medir y dosificar las verdades no es mentir. Es comportarse con inteligencia emocional, es saber dosificar la vida.

23.6.16

Con menos educación, más fácil es manipular

Hoy daban las notas de fin de curso en el Instituto de Secundaria junto a mi hogar. A las 11 no salían con muy buena cara la mayoría de los jóvenes, con un folio excesivo y algunas lágrimas en algunos de los pequeños. ¿Malas notas?

La educación en España no está a la altura de lo necesario en este mundo tan competitivo. Y sólo hay una solución. Hay que trabajar más. Deben trabajar mucho más los alumnos y creerse que lo que hacen sirve para mucho. 

Ese trabajo debe ser auspiciado desde las familias, desde la propia sociedad, desde el trabajo de diseño del futuro. Deben trabajar más algunos profesores que no están a la altura de lo necesario. 

Mientras hay profesores que trabajan el 150% de lo que tienen programado, otros no llegan al 75%. Y he sido benevolente en esta última cifra. Tengo suficientes datos como para decirlo con rotundidad. 

La educación del siglo XXI no puede estar anclada en sistemas educativos del siglo XX. Hay errores importantes que debemos revisar y modificar. Errores en la base del sistema. 

El bilingüismo es uno de los mayores errores en la gestión educativa. Cuando dentro de dos o tres décadas lo recuerden los expertos en educación, se preguntarán cómo pudimos ser tan imbéciles. 

Destrozamos materias básicas dándolas en inglés o francés, sin lograr que se aprenda bien las matemáticas ni el inglés. Dos errores por el precio de uno. Para aprender inglés o francés hay otros sistemas mucho más eficaces, y si hay duda, con preguntar a Marruecos ya sirve. 

Copiemos, aprendamos de nuestros vecinos, no seamos tan…, burros, por favor. Ya no pido copiar a Suecia o Noruega, sólo copiar al vecino Marruecos. Ellos si logran estudiar pues no toda la sociedad lo consigue, saber varios idiomas y de una forma muy natural.

Es básico que hoy los alumnos de bachiller sepan al menos dos idiomas perfectamente. Pero cuidado, no estoy hablando de conocerlos en sus gramáticas, hablo de conocerlos en su uso normal y habitual. Deben poder hablar y escuchar, escribir y leer con la normalidad de quien trabaja o estudia en esos idiomas. 

Pretender que con 8 años es más importante la gramática inglesa que saber leer con fluidez el inglés de la vida, es una tontería absurda que conduce a muchos fracasos. En el acceso a la Universidad se debería exigir un examen de inglés de lectura y escritura, de entendimiento de la lengua más que suficiente para investigar y seguir estudiando.

En estos temas somos la propia sociedad los que debemos exigir cambios. No cambios de leyes, que tanto cambio son simples sumas de errores, sino modificaciones de métodos, de sistemas, como se cambia el televisor, el coche o el horno, cuando sale algo mejor y más eficaz. 

La educación es el futuro, y o nos la tomamos muy en serio todxs, o se nos hunde la sociedad. La educación es libertad, por si a alguien le surgen dudas. Cuanta menos educación, más fácil es manipular a las personas.

22.6.16

La derrota es buena si sirve para aprender

Ayer España perdió ante Croacia al fútbol, pero en realidad perdió un equipo de personas en su lucha contra otro equipo de personas. ¿Y porqué? ¿qué podemos aprender de las derrotas?

El equipo perdedor se supo ganador mucho antes de salir al trabajo. Creyó que era mucho mejor y que el destino le aguardaba para darle la victoria a poco que hiciera. E hizo muy poco y todo mal. Se relajó el equipo, minusvaloró al contrario, creyó que le bastaba apretar un poco para vender más que su contrincante en el mismo mercado, y se hundió en sus dejadeces.

Es malo repetir el mismo guión tras haber logrado dos triunfos seguidos muy claros. La relajación viene si el que controla el equipo no es capaz de proveerla. No deberían haber salido las mismas personas con la misma idea. Los nuevos a veces salen con muchas ganas de lograr su propio espacio y por ello se relajan mucho menos.

Es malo perder las oportunidades y creer que ya vendrán otras. Es malo ponerse nervioso y no darse cuenta de ello. Es malo observar que parte de tu equipo de recursos humanos no está haciendo lo que le has ordenado y dejarles hacer pensando que aun así sabrán fabricar bien los beneficios. Quien dirige también lo debe hacer cuando la euforia domina la empresa.


La derrota es buena si sirve para asumirla con responsabilidad y si el equipo de personas se da cuenta de que para ser los mejores hay que creerse que la competencia es también muy buena. No sirve sólo con ser los mejores. Hay que demostrarlo, en todas las empresas que debamos hacer las personas.