3.12.17

Preparados para la Segunda Transición?

Puede parecer que la Transición vuelve a estar de moda, pues crecen los artículos de prensa, nacen programas de televisión e incluso este humilde escribidor y rata de hemeroteca ha creado un blog para hablar del asunto. Con sinceridad lo que creo es que empieza una nueva Transición y estamos sacando la vieja para aprender, copiar y no copiar.

La Constitución ha tocado fondo, el sistema político español está en crisis, pero no bajan las aguas tranquilas pues hay movimientos entre los nuevos partidos políticos que crecen o decrecen según meses, y eso hace que no se pueda abrir la Constitución, pues no hay serenidad. Para construir a 30 años vista hay que tener las situaciones como poco calmadas y con ganas de construir para el futuro y no para el presente.

Cataluña nos ha marcado el punto de partida. España no puede continuar igual. Y lo curioso es que nadie entiende esto. Continuar igual es precisamente una de las formas más claras de continuar de forma diferente. También en Cataluña necesitamos calmar las aguas sociales (no las políticas) si queremos que los cambios hacia una Transición nueva, sirvan para algo más que para una o dos legislaturas.


Hay más sindicatos que CC.OO. y UGT desde la Transición

Me quejaba en esta entrada de la deriva que los sindicatos tomaron en España a partir de 1982, volviéndose pragmáticos en exceso. Pero es cierto que si bien me refería a los dos grandes de ese momento, CC.OO. y UGT, me olvidada del papel realizado por otros sindicatos, que por diversos motivos siguieron con otras defensas de los trabajadores que al final se han reconocido como más lógicas.

Tanto USO desde ideas cristianas como CNT y CGT ambos desde planteamientos de ideología anarquista, no se dejaron atrapar (sobre todo estos dos últimos) en las redes de los caramelos económicos con los que parecían tapar discrepancias con financiaciones indirectas no siempre claras.

Un gran error de la Transición fue no sentar unas bases lógicas y posibles para la financiación de los partidos políticos y sindicatos. Fuera pública o mixta, pero capaz de que tantos unos como otros no tuvieran que recurrir a trampas o trampitas, a agradecimientos de estómago o a tener que copar parcelas de poder para estar más cerca de donde se decidían las financiaciones encubiertas, no ilegales, hay que advertir para que nadie sospeche lo que no fue ni es. Entre lo ilegal y lo legal, está lo alegal.

Un sindicato es un agente social imprescindible en una democracia, y por ello debería haberse dispuesto desde el principio una financiación legislada, más viniendo todos los trabajadores desde un sindicato vertical donde era obligatoria la afiliación sindical. Pero algunos sindicatos no deseaban jugar en igualdad de oportunidad con todos los demás sindicatos. Y esto siendo correcto —pues suponía no dejar entrar a sindicatos que no fueran de clase obrera— posibilitó que la financiación fuera en realidad un problema en vez de un asunto menor, o nada importante en el devenir diario de los sindicatos y partidos.

En estos momentos los cinco sindicatos más grandes de carácter estatal son CC.OO. y UGT con unos 900.000 afiliados cada uno, la CGT con unos 80.000, la USO con uno 70.000 y la CNT con un número indeterminado que puede ir desde los 10.000 a los 50.000 según fuentes diversas. Personalmente creo que los dos grandes confunden afiliación de pago al día con afiliación que han pasado por sus centrales sindicales en los últimos años, pero no puedo asegurar nada al respecto. En cualquier caso son números alejados de la afiliación que se da en otros países europeos.

Si nos basamos en datos de los países nórdicos que son los más diferentes con España vemos que Dinamarca, Finlandia, Suecia y Noruega tienen las tasas de afiliación más altas de la Unión Europea. Y que frente al 16,7% del caso español (la media en la UNión Europea es del 25%), son un 80% los trabajadores daneses que están afiliados a un sindicato, un 74% en el caso de los finlandeses, un 78% de los suecos y un 53% de los noruegos. Efectivamente, en el caso contrario tenemos a Francia con menos afiliados que en España. Y esto sucede en los países nórdicos porque allí prima un sistema distinto al español: los acuerdos que negocian los sindicatos únicamente afectan a sus afiliados.

Para terminar un dato crucial. El 21,2% de los trabajadores con contratos indefinidos pertenece a alguna central sindical, frente al 11% de los trabajadores con contratos temporales en España.

2.12.17

¿Dónde se equivocaron los sindicatos en la Transición?

La fuerza y sobre todo el respeto hacia los sindicatos se fue perdiendo en la Transición a partir de los años 80, tras el Gobierno de Felipe González. España necesitaba una recuperación económica y como siempre sucede, se realizó a través de sus trabajadores, perdiendo los sindicatos clásicos, a partir de la mitad de la década de los 80 una parte importante de afiliados, una frescura clara y un respeto de los políticos y empresarios que todavía sigue hoy en día.

Cuando el miércoles 14 de diciembre de 1988 se hizo la Huelga General contra el PSOE de Felipe González ya era demasiado tarde para lograr el respeto hacia los sindicatos. La economía crecía al 5% anual pero también crecía el desempleo y los sueldos con los convenios colectivos eran frenados en seco para seguir creciendo las empresas. Aquello supuso el primer gran error del socialismo obrero, pues curiosamente al año siguiente se celebraron elecciones generales y el PSOE volvió a ganar.

En ese momento los sindicatos se dieron cuenta que habían perdido el poder y el respeto. Los trabajadores se dieron cuenta bastante antes, pero también optaron por el pragmatismo, dividiéndose la sociedad trabajadora entre los que tenían un puesto público o en una gran empresa con convenios colectivos potentes o todo el resto que trabajaban como hoy 30 años después, en empresas pequeñas y con menos derechos cada vez.

Volverse pragmáticos es un gran hándicap en los sindicatos, pues si bien hay que comprender todas las partes en cualquier negociación, nunca deben pesar más los aspectos de los más poderosos contra los más débiles. Ser prácticos para una parte, sin atar las consecuencias y los retornos de ese pragmatismo que debe ser temporal o compartido, es un grave problema.

Hoy, varias décadas después del gran error de no saber formar unos sindicatos fuertes y con gran afiliación, excepto en las empresas públicas y en las grandes empresas, nos encontramos con un déficit que nos ha llevado a la actual situación de indignidad laboral, con unos hijos generacionales que vivirán peor y con menos derechos laborales que sus padres.


Miguel Hernández y su nuevo poema, siguen vivos

La familia del poeta Miguel Hernández, como aportación a su obra, ha decidido sacar a la luz un poema que los descendientes de su hermana Elvira tenían como un tesoro celosamente guardado a lo largo de tres generaciones: un poema inédito que, como tantos otros a lo largo de su vida, Miguel Hernández regaló, esta vez a su hermana.
El poema fotografía en forma de elegía la muerte accidental de su amigo Manolo, aguador de Orihuela, y se quedó inédito al atribuir el texto la responsabilidad última de la muerte de su amigo a la “mezquindad” de su madre, y después de una discusión, Miguel decide regalar el poema mecanografiado por él mismo, a su hermana para que lo guarde o si así lo desea, lo destruya.
Elvira conservó este poema y las cartas y documentos de su hermano, hasta la fecha de su fallecimiento en 1996, cuando pasan a manos de su hija mayor, Elvira Moreno Hernández, a quien años antes había confiado su custodia. Elvira Moreno entrega todo el archivo a su hija Mar en el año 2016, con el encargo tácito de que lo haga público en el momento oportuno, con acuerdo de toda su familia.
El manuscrito se escribió en las primeras semanas de agosto de 1935 en referencia a la muerte de un aguador de nombre Manuel García Ortuño, alias Solajes, y natural de Orihuela, donde ejercía su oficio y murió el 4 de agosto de 1935, un amigo de infancia de Miguel.


A MI AMIGO MANOLO, AGUADOR AHOGADO - Por Miguel Hernández
A punto de casarte te has ahogado.


Y una mujer tortura sus cabellos,
echa de menos un timón de olmo,
llora un novio de yunques resistentes,
un corazón de campanario en fiesta,
derramando jornales por el suelo, que unisteis
para pagar el azahar y el hijo.


Y otra mujer, tu madre, tan mezquina
que te crió con hierbas y mendrugos,
gime y te insulta porque ha de pagar tu entierro.


Hoy tendrán sed tinajas y gargantas,
hoy huelgan por ti fuentes y aguadores,
carros y surtidores, con los brazos caídos.


Tu cuerpo estaba hecho de herramientas sonoras:
parecías compuesto de disparos,
tu voz llevaba un trueno de las riendas
y dos trillos tus pasos, tan potentes
que quedaban las huellas de tus pies
grabadas en las losas.


Tú y la chicharra, de la misma especie.


Cuando hacías equilibrios sobre un cuchillo en pie,
cuando sobre tu carro
de cántaros templando sus guitarrones de agua,
relampagueando el látigo mordías al borrico,
cuando te desplegabas sobre tu acordeón,
caía seducida una hortelana.


Tú y Rosendo, los mozos más fornidos, Manolo.


Tu dilatado tórax ocupaba la calle,
a tu sien hondamente negra de juventud
acudían las venas y el amor a manojos,
parecía que nunca te habías de morir,
parecías verdad, y eras mentira.


Viniste al mundo derribando sillas
y levantando arados con los dientes,
tu mano mejoró la del león
y resistió tu espalda la caída de un pino.


Gremio de relucientes puñaladas,
suavemente las aguas te han matado.
Cuatro aguadores de anudados brazos
te llevan con los pies para delante.


Cuenta con mi dolor, cuenta conmigo,
y con mi corazón, y con mi lengua,
cuenta con un puñado de lágrimas y tierra,
cosechero que fuiste del estrépito,
privilegio acabado de la vida.