El otro día leía que tras estar en el wc comportándonos como un animal racional…, hay que lavarse las manos con jabón, que lavarse con agua es simplemente mojarse las manos. Parece obvio pero la mayoría de españoles tan solo se mojan las manos. Y a veces ni eso. Así que las cosas nos van como nos van. Ni para estar sanos y limpios somos capaces de hacernos casos entre nosotros.
Uno escucha declaraciones de personas elegidas por “todos o por algunos” y se asombra. Casi nunca son mujeres. Deberíamos probar aunque fuera por egoísmo. ¿Y si las mujeres fueran capaces de resolver lo que nos parece imposible?
El número de tontos es inversamente proporcional al de soluciones. Escucho que uno dice que quiere hablar con el otro, y el otro dice que sí. ¿Pero de qué?
Hablar siempre es positivo, excepto que sirva para cerrar puertas. Una cosa es hablar, dialogar, y otra soltar el sermón. Una cosa es decir que sí amén jesús a todo y al quedarse solo hacer la peineta…, y otra bien distinta coger un poquito de lo hablado e intentar ponerlo en funcionamiento.
Nací en plena posguerra del hambre. De las colas del petróleo para calentar y las ayudas de los americanos. Estamos teniendo —los de mi edad— la suerte de ver lo que ninguna generación ha visto en su vida. Y lo que nos queda. No de años, sino por ver.
16.5.18
15.5.18
No queremos enterarnos. Así somos más libres
Empezamos a no darnos cuenta de lo que nos sucede. Es otra fase muy simpática de la intervención mental, de la manipulación social. Ya no estamos cabreados, pues además de jodernos han aprendido a que no sintamos dolor. Es una fase muy inteligente y a la que hay que aplaudir. La siguiente y en la que ya casi estamos, es agradecer el que nos vayan jodiendo.
España está en una situación de debilidad muy cercana a la que tenía en los años 70. No es respetada en Europa, tenemos unos políticos que están en su fase de caída sin retorno y sin recambio, una economía que tan solo se mueve afectada por las coyunturas externas a nuestras decisiones, unos medios de comunicación más atentos a su viabilidad económica que a su trabajo de calidad, una justicia en entredicho, y unos problemas territoriales entre graves y muy graves.
Todavía no estamos en los años 30, pero nos acercamos. La diferencia entre los años 70 y los años 30 es que los políticos viejos y nuevos de cada época eran muy diferentes. En los años 30 se alentaba la violencia desde la mayoría de los bocachanclas que no sabían leer libros de historia. En los años 70 se sabía que el bebé era muy débil y que había que cuidarlo y no darle muchos meneos.
En estos años 10 del nuevo siglo estamos en los 70, pero a veces demostrándonos que lo que queremos son los años 30. Las incapacidades son manifiestas, incluso hasta para dimitir o para facilitar los cambios. El duelo fratricida en Cataluña está tranquilamente metido en la dialéctica, y mientras no se salga de allí no irá a más. La dignidad laboral no existe y con ella hemos perdido el futuro de la generación joven que no puede emanciparse. Esto es grave pero no ahora sino dentro de dos décadas, cuando deberían ser adultos, con familias completas y una profesionalidad productiva a la altura de nuestros vecinos.
España no tiene quien le quiera, pues hasta los de las banderas en los balcones no saben pasar de allí, de colgar trapos en contra de los catalanes, pero no a favor de España. No necesitamos trapos comprados en los chinos, sino trabajo serio por la España del futuro.
España está en una situación de debilidad muy cercana a la que tenía en los años 70. No es respetada en Europa, tenemos unos políticos que están en su fase de caída sin retorno y sin recambio, una economía que tan solo se mueve afectada por las coyunturas externas a nuestras decisiones, unos medios de comunicación más atentos a su viabilidad económica que a su trabajo de calidad, una justicia en entredicho, y unos problemas territoriales entre graves y muy graves.
Todavía no estamos en los años 30, pero nos acercamos. La diferencia entre los años 70 y los años 30 es que los políticos viejos y nuevos de cada época eran muy diferentes. En los años 30 se alentaba la violencia desde la mayoría de los bocachanclas que no sabían leer libros de historia. En los años 70 se sabía que el bebé era muy débil y que había que cuidarlo y no darle muchos meneos.
En estos años 10 del nuevo siglo estamos en los 70, pero a veces demostrándonos que lo que queremos son los años 30. Las incapacidades son manifiestas, incluso hasta para dimitir o para facilitar los cambios. El duelo fratricida en Cataluña está tranquilamente metido en la dialéctica, y mientras no se salga de allí no irá a más. La dignidad laboral no existe y con ella hemos perdido el futuro de la generación joven que no puede emanciparse. Esto es grave pero no ahora sino dentro de dos décadas, cuando deberían ser adultos, con familias completas y una profesionalidad productiva a la altura de nuestros vecinos.
España no tiene quien le quiera, pues hasta los de las banderas en los balcones no saben pasar de allí, de colgar trapos en contra de los catalanes, pero no a favor de España. No necesitamos trapos comprados en los chinos, sino trabajo serio por la España del futuro.
Nota.: La viñeta es de El Roto, publicada en El País
10.5.18
Nos afectan los problemas que creemos, o los que nos dicen que creamos?
El CIS último (los anteriores más o menos también) ofrecen algunos datos que debemos analizar con calma si los desglosamos por edades. Veamos algunos de ellos.
Los problemas de corrupción junto a los políticos y la política, son señalados en general como muy importante (sumados ambos item) y en unos números altos. Dan como el mayor de los problemas de España en un 38,4% de los jóvenes hasta los 24 años, y una puntuación negativa de 21,8% los mayores de 65 años. Gran diferencia. Que se mantiene si sumamos el primer, segundo y tercer problema, sumando los jóvenes un 70,2% y los mayores de 65 años un 49,1%. Sigue existiendo la diferencia.
¿Pero cómo le afectan a usted? Pues aquí la respuesta cambia. Los jóvenes pasan del 70,2% en afectación en general, al 10,8% en afectación personal. Tremendo cambio. Sienten que los políticos en general son un grave problema, pero admiten que a ellos esto no les afecta. En cambio a los mayores este cambio entre general y personal les afecta con mucha menos diferencia. Pasan del 49,1% que lo sienten de forma global a un 18,5% de forma persona. Baja mucho, pero de forma totalmente distinta a como lo perciben los jóvenes.
Sentimos algunos problemas como ciertos, aunque no nos afecten, y nos dejamos llevar por la sensación de que lo son, sin estar seguro de ello, o al menos sin haberlos visto de cerca.
Los problemas de corrupción junto a los políticos y la política, son señalados en general como muy importante (sumados ambos item) y en unos números altos. Dan como el mayor de los problemas de España en un 38,4% de los jóvenes hasta los 24 años, y una puntuación negativa de 21,8% los mayores de 65 años. Gran diferencia. Que se mantiene si sumamos el primer, segundo y tercer problema, sumando los jóvenes un 70,2% y los mayores de 65 años un 49,1%. Sigue existiendo la diferencia.
¿Pero cómo le afectan a usted? Pues aquí la respuesta cambia. Los jóvenes pasan del 70,2% en afectación en general, al 10,8% en afectación personal. Tremendo cambio. Sienten que los políticos en general son un grave problema, pero admiten que a ellos esto no les afecta. En cambio a los mayores este cambio entre general y personal les afecta con mucha menos diferencia. Pasan del 49,1% que lo sienten de forma global a un 18,5% de forma persona. Baja mucho, pero de forma totalmente distinta a como lo perciben los jóvenes.
Sentimos algunos problemas como ciertos, aunque no nos afecten, y nos dejamos llevar por la sensación de que lo son, sin estar seguro de ello, o al menos sin haberlos visto de cerca.
9.5.18
Sirve para algo leerse el CIS? ¿Qué es el CIS? ¿Un planeta nuevo?
El CIS de ayer tuvo que pasar por la cocina varias veces hasta encontrarle el gusto y el sabor que se quería. No resultó fácil. Como el voto directo daba a C’s unos 4 puntos más que al PP, y como el voto directo más simpatía insistía en darle a C’s otros 4,3 puntos por encima que al PP, se optó por buscar donde los votantes anteriores del PP estaban mintiendo y se encontró el dato de que muchos de ellos no quieren recordar que en su momento votaron al PP. ¿Les daba asco recordar lo que hicieron?
Con esos ingredientes al final el PP logró auparse a la primera estimación del CIS de abril 2018 con un 1,6% por encima de Ciudadanos. Todos contentos. El PSOE y no sin razón, dice que hay un triple empate. Pero claro, pobre pena es que en ese triple empate haya dos partidos de derechas y uno de izquierdas.
Damos la sensación de que España va muy bien para los trabajadores, o que los trabajadores ya no son de izquierdas, que cualquiera de las dos cosas pueden pasar, siendo ambas falsas aunque no lo sepan los protagonistas.
Los sondeos no sirven de nada. Votar, en muchas ocasiones tampoco. Pero al menos nos vamos creyendo que esta pérdida de democracia no es tal, y que estamos mejor que nunca. Los datos del CIS que no son de voto…, son terribles para España. La sensación que damos es triste y peligrosa. Pero casi nadie lee el CIS y los problemas que nos apuntan sus barómetros. Mucho mejor así.
Con esos ingredientes al final el PP logró auparse a la primera estimación del CIS de abril 2018 con un 1,6% por encima de Ciudadanos. Todos contentos. El PSOE y no sin razón, dice que hay un triple empate. Pero claro, pobre pena es que en ese triple empate haya dos partidos de derechas y uno de izquierdas.
Damos la sensación de que España va muy bien para los trabajadores, o que los trabajadores ya no son de izquierdas, que cualquiera de las dos cosas pueden pasar, siendo ambas falsas aunque no lo sepan los protagonistas.
Los sondeos no sirven de nada. Votar, en muchas ocasiones tampoco. Pero al menos nos vamos creyendo que esta pérdida de democracia no es tal, y que estamos mejor que nunca. Los datos del CIS que no son de voto…, son terribles para España. La sensación que damos es triste y peligrosa. Pero casi nadie lee el CIS y los problemas que nos apuntan sus barómetros. Mucho mejor así.
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