25.12.19

El ajedrez como la política, depende de los peones

En política se juega mucho al ajedrez sobre el tablero de la sociedad, y quien no sabe mover muy bien las fichas casi siempre pierde. Porque el ajedrez como la política son deportes de estrategia y lucha, de control de tiempos y movimientos propios, de adivinar los movimientos contrarios, de esconder los tuyos envueltos en normalidad, de sacrificar piezas para obtener buena posición, de calma y tranquilidad controlando los tiempos, de sujetar los nervios para que nunca se noten, de engañar y no caer en los engaños que te tiende el contrario.

De saber que a veces un peón se puede convertir en reina. Un Rey sin peones pero con torre… vale menos que un Rey con una buena colección de peones estrategas.

En el ajedrez como en la política tan importante es conocer muy bien las aperturas de los trabajos como controlar muy bien los finales pues de ellos también depende el ganar y el perder si todo va muy igualado. Y curiosamente los finales son tremendamente variados. 

Podría darse el caso de que acudiendo a un final en inferioridad de posición, lo ganas por saber mover esos finales tácticos, casi matemáticos. Sí, hablo de política también.

En el ajedrez como en política tan importante es tener buenas piezas como el lugar que ocupan en el tablero en relación al mismo o a las piezas del contrario. 

Una buena posición puede dejar de serlo si el contrario se mueve y tu no logras detectar hacia dónde se quiere mover. Y en el ajedrez como en la política, no es lo mismo un alfil que un caballo, y no siempre una torre es más valiosa que un caballo o incluso un peón. 

Todo depende de la posición, de lo que ha decidido hacer el contrario con cada elemento, aunque sean más que los tuyos pero que al saberse ganador se siente descuidado.

Porque al final la pregunta siempre es la misma. ¿Qué es ganar y qué es perder? ¿Se puede ganar… perdiendo? 

Mingote nos dijo dónde está la indignación social que no se nota. Casi

La dignidad en la vida de las personas… depende. Pero los que sabemos ver desde diversas posiciones diferentes sí sabemos dónde está esa dignidad mínima. Y por eso somos los que no debemos consentir que se viva de forma indigna. 

Esta viñeta de Mingote es fabulosa para entender que los que viven mal no siempre saben que viven mal. 

Y aunque eso es una ventaja para ellos pues les ayuda a vivir bien (mejor) dentro de su mala vida, es un indignidad permitirlo, pero sobre todo no darles las oportunidades de que elijan. 

España tiene mucho ruido y nos lo ha dicho el Rey

Demasiado ruido en la vida española, y nos lo ha dicho a su manera el Rey en esta Nochebuena de todos. Quien le escribe los discursos al Rey debe ser socialista de libro, de pensamiento social y de entrenador de personas que deben creer más en sí mismas.

Creemos poco en nosotros mismos y nos lo han dicho a la cara en una noche de mesa puesta, somos egoístas y la desigualdad social nos puede torcer el futuro si no le prestamos atención. 

Ruido del pasado que se quiere mezclar con el futuro de momento callado pues no ha llegado, pero en cuanto se vuelve presente nos muestra sus mochilas llenas de ruido intolerable. 

Escucho la canción “Ruido” de Sabina y se nota. Ruido vacío, ruido por hacer ruido, ruido de tontos para tontos. Un poquito de Tiempo Libre y escucharnos a nosotros mismos desde la relajación nos vendría muy bien.

Si quiere ver flores positivas, depende de tu mirada

Siempre hay flores para aquellos que desean verlas, nos dijo el artista Matisse, y es cierto, dentro de la dureza de la vida, depende de nosotros que sea más o menos dura. Incluso en los peores momentos siempre hay diversas maneras de encarar los presentas para que sean más soportables e incluso felices, o al contrario, nos creen dolores insufribles en el alma.