Me encontré hoy con la palabra "acontecidos", una de esas palabras un poco escondidas en nuestro uso habitual. Tenía la cara acontecida, como triste, ojerosa y melancólica. Tenemos un idioma riquísimo para los matices.
24.7.21
Los acontecidos tienen cara de sufrimiento
Me encontré hoy con la palabra "acontecidos", una de esas palabras un poco escondidas en nuestro uso habitual. Tenía la cara acontecida, como triste, ojerosa y melancólica. Tenemos un idioma riquísimo para los matices.
22.7.21
Detalles de por qué España tiene tanto desempleo
España tiene un problema contundente de empleo. No siempre de forma lineal y en todos los sectores, pero desde principio de los años 80 se descontroló el tema y los datos empezaron a ser brutales. En 1975 teníamos un 3,7% de desempleo medido y en menos de 10 años se superó el 20% de personas desempleadas. En cuanto nos tocó la crisis mundial y el Papa Estado no entró a resolver artificialmente los problemas, todo se desmanteló.
¿El motivo? hay varios, incluida la crisis del petróleo que afectó a todo el mundo a partir de la mitad de los años 70. Esto supone que todo el mundo económico e industrial del mundo se tuvo que adaptar a los cambios necesarios para que este tipo de crisis no se repitieran y se necesitaban una modernización global de los modelos económicos e industriales. Y España no era capaz pues arrastraba problemas estructurales muy graves.
España salía de una dictadura de 40 años en donde el tejido empresarial era obsoleto, mal constituido, autárquico y que dependía en gran medida del propio Estado. No se cerraban empresas, pues parecía imposible, fueran o no rentables. Se intentaba por todos los medios sujetarlas aunque fuera artificialmente a base de ayudas que en realidad no trabajaban en la regeneración de la economía productiva de España de cara a su futuro.
El tejido empresarial era obsoleto, no producía con arreglo a la demanda y lo hacia además con unos precios fuera de mercado y con una productividad insostenible.
Había que reordenar las plantillas y crear una Formación Profesional válida para los nuevos tiempos productivos.
Las empresas tenían que entender de directivos y de empresarios y no de Jefes y Trabajadores mientras que a su vez había que sanear las finanzas, la competitividad, la especialización de sus producciones, los controles de calidad, mientras se necesitaba introducir nuevos sistemas de gestión empresarial.
Se cambiaron las Leyes Laborales, nace el Estatuto del Trabajador que solo modifica los aspectos de los trabajadores privados pero nada de los públicos ni de los empresarios que siguen siendo muchos, pequeños y muy mal preparados.
Crece el rechazo de los trabajadores privados a los cambios, se desmantelas muchas empresas públicas que necesitan transformarse, se privatizan unas, se cierran otras, se entra en un proceso de Reconversión que no es suficiente pues no entra en las bases de la economía productiva real, no toca el tejido empresarial ni el funcionamiento del trabajo público.
Lo que en 1980 y años siguientes debió ser una reconversión real de nuestra economía productiva y laboral se quedó solo en una reconversión de la gran empresa pública o semipública, insuficiente pues las PYMES privadas siguieron heridas y caminando a empujones, en muy excesivo número y sin un tejido empresarial capaz de entender los procesos cambiantes de los mercados con mecanismos distintos a tener que despedir (decrecer) cuando llegan olores de crisis.
España tiene hoy un tejido productivo empresarial obsoleto otra vez, que gira sobre sectores de poco valor añadido y muy identificados con el Sector Servicios, con mejoras constantes muy válidas, pero puntuales e insuficientes. Hay grandes empresarios, pero no son la mayoría ni gozan del empuje necesario.
Y eso nos lleva a detectar nuestras debilidades más simples en el tejido empresarial, de la empresa española y de los diferentes factores que la integran.
Gran endeudamiento, baja productividad real para el tiempo invertido, poca rentabilidad de las empresas, poca especialización en sectores punteros y nuevos, excesivo desempleo sobre todo en sectores jóvenes de la población, sueldos muy bajos para compensar la baja productividad o baja rentabilidad, excesiva dependencia del consumo interno, poca formación destinada a crear nuevos empresarios.
Durante décadas hemos invertido en Formación Profesional Continua para nada, o para alimentar a una red de centros educativos que no han estado a la altura de lo que necesitaba España, y lo saben muy bien todos los que han intervenido en estos procesos. Lo grave no es el dinero perdido en estos intentos fallidos, lo grave son las décadas perdidas para nada. ¿Dónde ha quedado la especialización, la Formación de Calidad con arreglo a lo que necesita la economía? ¿Qué porcentaje de plazas en Formación eran de nivel alto para alumnos que trabajaban en puestos técnicos, con profesorado de alta calidad, impartidas las clases por técnicos de reputada solvencia en sus trabajos productivos?
La muerte no es nada para nosotros. Epicuro y Dios
"La muerte no es nada para nosotros. Cuando se presenta nosotros ya no somos". Epicuro
Epicuro de Samos nos habló de la vida y de la muerte. Filósofo que buscaba la felicidad aunque para ellos hubiera que hablar de la muerte tal vez para entenderla mejor y de esa forma sin dejar de tenerla presente, no nos atenace.
Tal vez como podemos intuir en la imagen, todo queda desenfocado en nuestro pensamiento, pues la muerte siempre es el final y aunque no le tengamos miedo, si tememos al camino, a los últimos pasos que damos.
Este griego murió con 71 años de edad hace 2.300 años. Tuvo que ver fallecer a muchos amigos y enemigos. Se cree que debió escribir más de 300 libros o manuscritos, aunque han llegado hasta nuestros días muchos menos.
Unos cinco siglos después de él, el escritor cristiano Lactancio puso en boca de Epicuro la siguiente frase con una pregunta final:
"Si Dios —dice Epicuro— desea eliminar los males y no puede; o si Él es capaz, y no está dispuesto; o si Él no está dispuesto ni es capaz, o Él está dispuesto y es capaz, tenemos cuatro opciones.18.7.21
¿Qué debería leer Aragón de los últimos datos sociológicos del País Vasco?
Hoy se publican en algunos medios de comunicación opiniones y análisis políticos del último barómetro o Sociómetro vasco y hay dos datos que resultan curiosos y pueden representar una tendencia en toda España. Y lo intentaré explicar. Por una parte bajan a cifras nunca vista el número de vasco que ESTÁN EN CONTRA de la independencia del País Vasco de España. Están ahora en un 41%. Pero a su vez ha aumentado bastante el número de posibles votantes a opciones políticas nacionalistas claras. Y estas dos cifras parecerían una contradicción, cuando en realidad no lo son.
¿Quién ha dicho, ha explicado con sensatez y seriedad que FUERA DE ESPAÑA se puede vivir mejor que dentro del paraguas de un país o un Estado, encajado perfectamente en Europa y en el que además se es cabeza de león, con un sistema Federal para ellos?
Si se suman las ventajas y las desventajas es lógico entender la respuesta de lo vascos hacia algo que desde el resto de España se intentará entender de muchas maneras. Pero que yo creo es simplemente inteligencia social.
¿Dónde se ha explicado que Cataluña puede vivir mejor —es decir, los catalanes— siendo independiente de España, que siendo un motor que puede estar presionando siempre para sus propias libertades y sus apoyos económicos?
¿Serían más capaces en este mundo globalizado, dentro incluso de una Europa que de entrada no los aceptaría, si se independizaran por las bravas Cataluña y el País Vasco?
Claro que estos datos también hay que leerlos desde fuera del País Vasco y Cataluña. Si ellos van optando poco a poco por querer quedarse en España pero por mantener un perfil alto en nacionalismo, es decir, en defensa de lo suyo, caba preguntarse qué deberíamos hacer los que estamos muy cerca y a medio camino de ambos.