29.8.22

No dejes de leer por esperar más de la lectura, si acaso cambia de libro

Publicaba hace ya un par de años en El País esta viñeta de la serie: El Trampantojo de Max, con un claro texto cierto en el mensaje. 

Leemos poco, pero además estamos convencidos de que no merece la pena leer más… pues ya lo sabemos todo. O simplemente no nos gusta lo que hemos elegido. ¿No podríamos elegir otro libro?

Es como si naciéramos listos per se, y además nuestra capacidad de ir aprendiendo dependiera de nuestra mirada, de las mierdas que vamos encontrando por la vida mientras caminamos, incluso de las mentiras que nos cuentan con la sana intención de que parezcan verdades fabricadas. 

Tenemos que aprender a mirar, para al menos aprender a ver y separar la paja del polvo y al revés, pues en estos tiempos lo normal es la manipulación. 

Siempre ha sido, para ahora más pues la capacidad de los manipuladores de influir es tremenda.

Nunca dejes de leer por esperar más de la lectura, si acaso cambia de libro, pues hay algo que debemos recordar siempre. 

Ni un libro, ni una película, ni un plato de un restaurante es obligatorio terminárselo. Hay personas a las que no les gusta la carne y en cambio disfrutan tremendamente del sexo. O de unos calabacines rellenos de setas.

Un poema para vivir mejor la vida, de Roberto Abadíe Soriano

Os dejo abajo un pequeño texto poema de un pedagogo de Uruguay, que a sus 92 años y a modo de testamento vital, nos dejó el texto de abajo en donde recogía sus peuqeñas experiencias de vida. 

Se llamaba Roberto Abadíe Soriano, y además de el profesor de niños, junto al también profesor, poeta y pedagogo Humberto Zarrilli Caruso publicaron más de una decena de libros para las escuelas, y fundaron en Uruguay la escuela nocturna para que los jóvenes trabajadores pudieran formarse. 

Os dejo su poema:




Vida sana y ordenada,
la comida moderada.
No abusar de los remedios.
Buscar por todos los medios
no alterarse por nada.
Ejercicio y diversión,
no tener nunca aprehensión.
Poco encierro, mucho trato
y continua ocupación.


¿Quieres cambiar tus cosas? Pues adelante

Intentar que cambien los demás es una misión imposible y absurda. Si la vida que nos rodea no nos gusta empecemos por nosotros mismos y luego ya iremos viendo. 
Y si acaso expliquemos los motivos del cambio a las personas que nos rodean en la vida y hacia dónde queremos dirigirnos. 
En la manera más segura de que realmente algo cambie. Incluso de que las personas cercanas se atrevan a acompañarte en el nuevo camino o a comentarle algunos cambios para poderse adaptar a los mismos.

Nota.: La viñeta no sé de quien es. Lo siento.

25.8.22

Pórtico del Paraíso, Catedral de Ourense en Galicia

La catedral de Orense es el edificio medieval mas relevante de la ciudad gallega y puede que de toda Galicia. Se comenzó a edificar entre los siglos XII y XIII, aunque posteriormente se han sucedido diferentes ampliaciones y reformas.

Si algo destaca sobre el resto en la Catedral de Orense es su Pórtico del Paraíso, situado en el costado occidental. 

Se trata de uno de los conjuntos monumentales más destacados del edificio, tanto por sus dimensiones, como por la calidad de la imaginería, que conserva la policromía del siglo XVIII, cuyos colores han vuelto a ver la luz debido a una reciente restauración.

Tanto sus formas como su disposición muestran la influencia que el maestro Mateo y su taller que construyeron el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela llegó a tener en toda Galicia.

Los pórticos en las catedrales medievales eran, además de antesalas de las iglesias, espacios que servían para usos funerarios, asamblearios, e incluso lugares en donde se impartía justicia. Son lugares en donde la iconografía conforma uno de los elementos fundamentales, aunque hay que tener presente que el Pórtico del Paraíso no era un lugar de acceso al templo.

La disposición del Pórtico del Paraíso es similar al Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago, e incluso sus dimensiones son muy similares. Está conformado por tres arcos dobles, el central más ancho y ligeramente más alto que los dos laterales, separados por dos gruesos machones, y un parteluz en el arco central. 

Estos pilares tienen un basamento liso, que quizás en su momento se decoró figuras zoomorfas, ya que todavía pueden observarse algunos perfiles. Sobre éste se apoyan pequeñas columnas que rematan en capiteles que sostienen cimacios, decorados con motivos vegetales en su mayoría, aunque también se ven elementos zoomorfos e incluso representaciones humanas.

Sobre éstos hay dieciocho esculturas, nueve apóstoles en el lado del Evangelio y nueve profetas en el lado de la Epístola, que funcionan a modo de columnas, y, sobre sus cabezas, capiteles con cimacios que sostienen el salmer de los arcos, y otras esculturas que sostienen los nervios de las bóvedas de crucería estrellada que cubren este espacio, y que también fueron realizadas en el siglo XVI por Rodrigo Gil de Hontañón.

A pesar de que la influencia del Pórtico de la Gloria es indudable, tanto en la representación iconográfica como en la disposición de las figuras, en el Pórtico del Paraíso también se observan influencias francesas, particularmente de las esculturas de París y Amiens, cuyos ecos sin duda, llegarían a través del Camino de Santiago y del foco burgalés.

La iconografía del programa escultórico del Pórtico del Paraíso no narra escenas de los evangelios o relatos hagiográficos de un santo, no se trata de una biblia en imágenes, sino que las figuras representan a profetas y apóstoles, los testigos de la vida de Cristo. 

Todo esto debe entenderse en el contexto de las herejías que fueron tan frecuentes a lo largo del siglo XIII y las que se intentó frenar mediante el IV Concilio de Letrán (1215-1216) que, en algunos de sus capítulos, recomienda expresamente este tipo de representaciones.

En la imagen superior vemos a la izquierda, las almas de aquellos que se han salvado en el Juicio Final, que aparecen representadas como cuatro figuras, que son llevadas a los cielos por medio de Ángeles que visten mantos y túnicas policromadas. 

Algunas de éstas aparecen coronadas, y la fisionomía de los ángeles también da muestra de una clara intención naturalista por parte de los escultores. En su lado contrario estarían representadas las figuras que tienen que ir al infierno y parte de los sufrimientos que allí les esperan.

Nota.: Parte de los textos son de http://www.arteguias.com