19.12.22

El pueblo de Argentina, ha ganado al mundo


Me quiero referir por un momento a lo que realmente ha representado para el pueblo argentino ganar el Mundial de Futbol, mucho más que ganar unos partidos deportivos a selecciones de diferentes países. 

Todas las sociedades necesitan GANAR en algún momento, sobre todo para aumentar sus autoestimas como sociedad. No gana una persona, no gano yo, sino nosotros. Y esa diferencia, que es muy importante y tiene un valor muy diferente al YO, es necesario tenerla de vez en cuando a lo largo de los tiempos.

Argentina es un país curioso y hermano en donde miles de españoles están allí por haber sido acogidos cuando en España se estaba peor que en Argentina, una sociedad que tiene complicado tener una autoestima alta.

Se sabe rico, se sabe con tremendas posibilidades de triunfar, pero en cambio por diversos motivos siempre pierde, siempre se hunde.

Sus economías son un desastre, sus políticas no las entienden ni ellos, perdieron una guerra absurda con un país muy alejado al suyo, se han empobrecido varias veces, son pobres de verdad, tanto, que el fútbol es una de las salidas para dejar de ser pobre.

Ganar a Europa, ganar a la anterior Campeona del Mundo es demostrarse así misma que ellos son tan buenos como los demás. No creo que quieran ser mejor que nadie, aspiran simplemente a ser iguales, y esa diferencia es la que precisamente le dan más opciones para ganar.

Hoy ha sido en un deporte, en el fútbol que tanto tiene de casi enfermedad colectiva en muchos países, pero para los argentinos ha representado ganarse así mismos, romper con sus malos farios y demostrarse una vez más… que son capaces de todo.

Ser pesimista no está mal, pero si dura excesivamente ese pesimismo colectivo, se convierte en enfermedad que hay que tratar con cirugía.

18.12.22

Los españoles nos estamos perdiendo el respeto. Cuidado, que no es broma


El nivel de violencia social de los españoles es muy alto, está aumentando tras la pandemia a unos espacios incluso hasta ahora respetados dentro de las máximas instituciones del Estado, violencia verbal que ya raya la falta de respeto de cualquiera contra cualquiera en el calle a calle, creándose grupos mentales de enemigos verbales entre personas o familiares que hasta no hace mucho se consideraban amigos.

¿Para qué estos grados de violencia?

Para nada, pues no sirve de nada, no mueve realidades, excepto en espacios negativos. 

Ahora hay familias discutidas o amigos que ya no se llaman o no quedan, pues no saben de qué hablar sin discutir. Y todo sin saber realmente qué está sucediendo, quien maneja los hilos y las provocaciones.

O somos capaces de parar esta debacle social en España o nos convertiremos en países peligrosos que también hablan castellano, y no quiero señalar con el dedo. Cuidado con perdernos el respeto.

10.12.22

Cuba hoy. ¿Mejor o peor sin Fidel Castro?


Hablaba ayer —diciembre 2022— con un religioso español que ha estado más de una década viviendo y trabajando en Cuba, no en capitales grandes sino en pueblos medianos, de la actual situación de esa Cuba querida por mi aunque nunca visitada, pues mi abuela llegó de niña a la Cuba de la Guerra con los americanos, para eso su padre, mi bisabuelo, era militar.

La primera pregunta fue directa.

—¿Se vive hoy mejor hoy en Cuba que con Fidel Castro?

Y la respuesta fue triste.

—Se vive peor.

A partir de ese punto seguimos hablando de la economía cubana, de su sistema productivo, tanto industrial como del campo o del turismo. De sus debilidades para conformar empresas que sean capaces de sacar réditos añadidos a sus productos agrarios o ganaderos con empresas de transformación, de las dificultades de la moneda hoy tan fluctuante que ya casi no es ni moneda, de la Sanidad que no se puede adaptar a las nuevas tecnologías por falta de medios y que observa como van escapando los mejores alumnos, del militarismo de una Cuba que no remonta sino al revés, que pierde atractivo para las empresas extranjeras, etc.

Ya en los últimos años de Fidel Castro era un poco más sencillo para ellos, los religiosos, trabajar en escuelas rurales, y eso casi se ha mantenido. Pero el resto de posibilidades para los propios cubanos han decaído y eso hace que la marcha de muchos de ellos sean una constante que con números propios de emigración es muy preocupante.

Cuba y sus gentes se merecen un gran cambio, lento para ser asimilado pero muy decidido en abrirse al siglo XXI y a las nuevas economías. No se puede estar pendientes de los regalos de Vietnam o incluso de los EEUU aunque esto suene a imposible. También a los EEUU les interesa una Cuba pacífica y no tan pobre.

1.12.22

Los silencios son culpables de los ataques


Estamos convirtiendo la convivencia política en un juego de bestias, en irreflexivas respuestas a las provocaciones de unos contra otros, a un juego en donde quien sale perdiendo es la sociedad española en general. 

Lo normal, lo que ya sucede, es que todos nos vayamos apartando de esa política, e incluso de toda política.

No se trata ahora de una defensa de ideas que necesita violencia verbal o de ningún tipo, pues sabemos perfectamente quienes son los torpes que caen en los insultos simplemente para provocar

Se necesita algo tan sencillo como tener templanza, inteligencia política y saber que se nos está provocando.

Y además se necesita también una cierta dosis de sensatez a la hora de legislar, reformar, cambiar modos de la sociedad, y apretar mucho más a esos poderes escondidos que juegan a joder.

Hay ciudadanos de esta España, que desde sus puestos de trabajo público están jodiendo el Sistema

Ya no radica solo en el poder de los Poderosos, de los clásicos Poderes Escondidos, sino que ya se está atacando a los servicios de la sociedad desde muchos otros espacios. Y no nos queremos dar cuenta. 

En realidad estamos jugando a jodernos los unos a los otros. Y lo siento, así lo veo. Los silencios también son culpables.

Ajovín