21.1.23

Clase Media Aspiracional. El nuevo invento imposible


Admitimos con suma facilidad que unas personas tengan mucho dinero, mucho poder, muchas opciones para seguir acumulando dinero y poder, mientras otras personas que viven en la misma ciudad, en el mismo barrio, pasen hambre, penurias, injusticia e incertidumbres sobre su futuro. Creemos que eso es lo normal, lo habitual y que además nos va a resultar gratis a todos.

La desigualdad también tiene un tamaño soportable.

Como nadie quiere ser Clase Trabajadora, y además muy pocos llegamos a ser Clase Media, se han inventado un nuevo concepto, la Clase Media Aspiracional, que es un modo de decir que se aspira a algo que no se logra, pero tampoco se olvida, ni se quiere criticar.

Esta presunta Clase Media Aspiracional huye de ser calificada como Clase Trabajadora, le parece algo superado aunque no llegue a ser otra cosa, pero defiende que aspira a algo y que aunque no lo haya conseguido, lo quiere defender. Estaría bien si no fuera porque en realidad hace el juego a los que impiden que llegue a ser Clase Media.

Para ser Clase Media lo fundamental es que te dejen ser y formar parte de "su" Clase Media auqellos que ya lo son. 

Sí, ser de Clase Media es vivir de tus ingresos como trabajadores pero además tener una parte importante de ingresos fijos que no provienen de tu trabajo, sino de tus rendimientos diversos. Es decir, del trabajo de otros.

Aspirar a vivir del trabajo de otros ciudadanos podría ser considerado lógico en un mundo sin excesivos controles sobre los beneficios, tener ingresos añadidos a los de tu trabajo a base de tus ahorros puede ser una manera lógica de entender que ahorrar es positivo, que saber invertir es positivo también

Pero eso no faculta a nadie de esas Clases a no reconocer que las desigualdades deben cuidarse mucho más, pues en llegando a un punto movible que nadie sabe colocar, puede explotar todo el tinglado y convertirse en complicado tener una sociedad en donde solo haya Clase Baja y Clase Burguesa.


¿Mandamos tanques modernos a Ucrania?


Sobre la mesa europea está ahora el debate sobre mandar o no mandar mejores y más modernos tanques para ayudar a Ucrania a defenderse de Rusia. Hablamos sin duda de un salto hacia arriba en la ayuda de la OTAN hacia uno de los países del conflicto. Aumentar el impacto y la ayuda en material bélico pesado, contra Rusia.

Las guerras, casi todas, siempre acaban cuando uno de los contrincantes es vencido, derrotado, humillado.

Con esta premisa anterior hay que tener mucho cuidado, pues aunque tenemos ejemplos no muy lejanos de guerras que se disuelven sin que nadie aparente ganar, y podemos nombrar a Vietnam o a Afganistan, lo cierto es que alguien pierde, aunque el otro no sea el ganador, no pueda decir que es quien ha ganado. 

En el conflicto de Rusia contra Ucrania, no es nada sencillo entender que uno de los dos países pueda perder. Por lo que supondrá para todo el mundo occidental esto, sea quien sea quien gane o pierda. 

O lo que es lo mismo, no debería perder nadie, si no queremos que al final perdamos todos.

Ya sé que esto es complicadísimo de entender, pero como en toda partida de ajedrez, a veces hay movimientos que no parecen lógicos, y son los que mueven el tablero y sus piezas.

Mandar las mejores armas pesadas del mundo occidental a Ucrania tiene sus riesgos serios. Y no hacerlo es también indicar que el apoyo es limitado y eso lo apuntará Rusia en su haber. Así que mucho cuidado con las decisiones, pues no hay que pensar en abril de 2023, sino en junio de 2024 como poco. 

Y mientras tanto los civiles ucranianos se van muriendo, el país y su sociedad sufre sin poderlo medir una guerra que no llega a entender, y Europa se juega su futuro aunque disimule para no meter miedos. 

En los conflictos en los que nadie puede ganar, lo normal es que todos pierdan. Incluso los de alrededor.

Nota.: La imagen es de 2017 de Patrik Stollarz para AFP


20.1.23

Oriol Junqueras pierde el respeto de los independentistas catalanes


Nunca creí que el camino que emprendió Cataluña en 2017 fuera a servir para nada bueno, era ilógico y absurdo emprender por la fuerza de la política catalana algo que nunca iba a ser aceptado por España. Una torpeza catalana en los modos, en los plazos, y en los contenidos.

Aquello llevó al exilio a los principales representantes legales de Cataluña en la política y a la cárcel posteriormente a casi todos ellos.

Ayer cuando vi a Oriol Junqueras abandonar la protesta independentista en Barcelona entre gritos y abucheos que le acusaban de traidor, y le amenazaban, se me volvió a caer las ganas de hablar de política, de estar dentro, incluso de estar cerca.

Estar casi cuatro años en la cárcel por ayudar en la Independencia de Cataluña, no le ha servido siendo uno de sus máximos gestores, ni para tener tan siquiera el respeto de los suyos, de los cercanos, de la mayoría de catalanes. Unos le insultaban, pero casi nadie lo apoyó o le defendió.

Algo va mal en Cataluña y en la sociedad en general cuando no sabemos valorar con errores o sin ellos, el coraje de quien gestiona.

Seguramente para muchos catalanes Oriol Junqueras no ha hecho bien todo, incluso para gran parte del resto de españoles todo lo he hecho mal. Pero que salga a la calle a apoyar un nuevo intento de Independencia y se les agreda verbalmente antes de tener que abandonar, nos indica en qué punto social estamos.

Tomemos buena nota, pues si a quien ha pasado todo ese tiempo en la cárcel por intentarlo… lo tratan así los suyos, debemos sospechar como nos tratarían a los que opinamos de otra manera.

19.1.23

¿Qué países y sociedades te parecen válidas, interesantes?


Hay una fórmula que parece bastante válida para saber si un país o una sociedad es interesante o no a ojos del resto, si es positiva y válida o simplemente es una sociedad con dificultades, aunque no lo veamos desde fuera. Cuidado que todo esto es muy relativo. 

¿Cuantos conocidos tuyos, del grado o distancia que sea, conoces que hayan mostrado alguna vez deseos de inmigra a trabajar o estudiar a países como Bolivia, Kenia, Marruecos o Nepal? Efectivamente pocos. Pero de entrada eso no es ni negativo ni quiere indicar nada que no sea la lógica que se nos ha ido inculcando al mundo occidental.

Pero en cambio sí conoces a personas que alguna vez han comentado que les gustaría irse a trabajar o a estudiar a Irlanda, Alemania, EEUU, Japón, Corea del Sur o Chile.

Ya tenemos pistas, incluso si marcamos en rojo y verde estos puntos sobre un mapa del mundo, tendremos pistas fabulosas para saber qué aprobamos nosotros desde nuestra forma occidental de entender la calidad de vida.

Lo podemos utilizar para marcar ciudades de nuestro propio territorio, para hacerlo con oficios o con carreras universitarias. Si tenemos dudas, empecemos al revés, tachando lo que no nos gusta y observar qué va quedando.

¿Estamos acertando en nuestras decisiones? Pues es un modo bastante simplista y por eso no es un modelo a seguir, si no va acompañado de una reflexión serena. ¿Nepal o los EEUU… a qué? Todo depende también de con quien.