24.8.16
No al maltrato animal. Y encima aplaudimos
José Luis Molleda hace una análisis muy acertado de lo que llamamos fiesta taurina, que debe ser una fiesta para algunas personas, pero sin duda ni lo es para los toros ni para las vacas. Y nos enseña un dibujo, una viñeta de un toro aficionado a los hombres. Deberíamos crecer como sociedad y evitar el maltrato animal como ejemplo de crecimiento humano.
El Quesito de Ríos de Aragón. Urbanismo y sociología, de la mano
Las zonas verdes urbanas pueden a veces ser símbolos de un barrio, y por ello tener un valor sentimental y con ello real, mucho mayor que su superficie o su calidad como zona verde. Esto no sólo deben detectarlo los urbanistas y políticos, sino atender las necesidades de los vecinos de la zona, que incluye el trato “diferente” a estas pequeños espacios.
Pocos zaragozanos saben que existe una zona verde en Zaragoza, conocida como “El triángulo o El Quesito” de un especial cariño para sus vecinos. Se encuentra en la Urbanización Ríos de Aragón al final de la Avenida Cataluña que engloba varias calles creadas en los primeros años 80, un espacio verde que no llega a los 250 metros cuadrados de superficie. Está rodeado en la actualidad de un parque bastante grande y del río Gállego, de los que hablaremos en otro momento. Pero este pequeño espacio tiene personalidad propia.
Cuando todo este barrio se creó en un nuevo espacio urbano recuperado a la nada o de la Zaragoza industrial, el famoso “Quesito” fue la única pequeña zona verde que se les entregó a los vecinos de todas estas calles. No existía el parque actual, que vino muchos años después, y aquellos poco más de 250 metros servían de lugar de reuniones, de tertulias, de hogar social.
Han sido varias veces las que los políticos y los técnicos les han (hemos) prometido (sin cumplir) un adecentamiento, pues al crearse el parque se quedó este espacio como estaba, integrado en el parque pero sin arreglar. Los vecinos piden un trato especial para un pequeño espacio, que recuerde su importancia. Una fuente, un tipo de tratamiento que lo diferencie del resto, un pequeño monumento, un tipo de mobiliario urbano distinto, etc. Algo que lo ponga en valor sentimental para todos, incluidos los nuevos vecinos.
Traigo esta pequeñísima zona verde como ejemplo de que los parques, las zonas verdes, el urbanismo, es sobre todo y también sociología. No se entienden las ciudades sin un componente social, psicológico, de convivencia, de sentimientos, incluso de amor hacia el espacio. El valor de cada una de las cosas que configuran nuestra vida urbana no lo marca ni el tamaño ni la importancia que se lo quiera dar desde la artificialidad. Lo marca el sentimiento, las sensaciones, los recuerdos. Y aquí la sociología tiene mucho que decir.
23.8.16
Ferrol y sus bordillos metálicos, diferentes
En este blog hablamos sobre todo de zonas verdes, pero también con algunas pinceladas de urbanismo amable y diferente como ciencia que trabaja sobre las ciudades desde diversas ópticas. Los seres humanos necesitamos planificar nuestras cuevas y el conjunto de nuestras cuevas al que llamamos ciudad.
Llamamos pues pueblo o ciudad a esa suma de habitaciones con más o menos calidad de vida. Y el urbanismo intenta planificar y trabajar desde estos diseños. Es pues el urbanismo la suma de múltiples actividades, donde entran abogados, arquitectos, sociólogos, diseñadores, ingenieros, economistas, ecologistas e incluso políticos.
Os traigo un ejemplo de ese micro urbanismo “diferente” para que observemos las enormes diferencias entre decisiones que se toman según las ocasiones. Ayer me llegaron estas imágenes de El Ferrol por otros motivos, y me sirve para ejemplarizar que nada se hace por casualidad, y que los aciertos o los errores en el urbanismo, pesan durante mucho tiempo.
Los bordillos metálicos estilo Manhattan delimitan funcional y estéticamente unas calles reformadas de la ciudad de El Ferrol de sus aceras, al estar a una altura relativamente baja sobre la calzada y desear de esta forma que visualmente se delimiten mejor las separaciones y además tengan una durabilidad más alta, dado que los coches tienden a aparcar encima de la acera. En estas calles del centro, también se ha producido un cambio del firme, colocando pavimento de hormigón en vez de asfalto.
Los bordillos de hormigón se cierran con unas piezas de chapa de acero S275JR de 10 mm de espesor y 300 mm de largo, en forma de L y perfectamente anclados a sus bases al hormigón y soldados entre ellos, para evitar el vandalismo. Mucho hormigón, nada de verde en una Galicia donde en cuanto sales de la ciudad “todo” es verde. Su necesidad de árboles o verde dentro de la ciudad es diferente a otras ciudades secas como Zaragoza.
Os traigo un ejemplo de ese micro urbanismo “diferente” para que observemos las enormes diferencias entre decisiones que se toman según las ocasiones. Ayer me llegaron estas imágenes de El Ferrol por otros motivos, y me sirve para ejemplarizar que nada se hace por casualidad, y que los aciertos o los errores en el urbanismo, pesan durante mucho tiempo.
Los bordillos metálicos estilo Manhattan delimitan funcional y estéticamente unas calles reformadas de la ciudad de El Ferrol de sus aceras, al estar a una altura relativamente baja sobre la calzada y desear de esta forma que visualmente se delimiten mejor las separaciones y además tengan una durabilidad más alta, dado que los coches tienden a aparcar encima de la acera. En estas calles del centro, también se ha producido un cambio del firme, colocando pavimento de hormigón en vez de asfalto.
Los bordillos de hormigón se cierran con unas piezas de chapa de acero S275JR de 10 mm de espesor y 300 mm de largo, en forma de L y perfectamente anclados a sus bases al hormigón y soldados entre ellos, para evitar el vandalismo. Mucho hormigón, nada de verde en una Galicia donde en cuanto sales de la ciudad “todo” es verde. Su necesidad de árboles o verde dentro de la ciudad es diferente a otras ciudades secas como Zaragoza.
22.8.16
Mingote desde el Metro de Madrid
Un dibujo del genial Mingote siempre alegra la vista. Este mural en cerámica es del Metro de Madrid. Nos muestra una viñeta de la vida madrileña más castiza, mostrando desde el humor una forma antigua de vivir, el Madrid más tópico pero también el más típico, donde todos los elementos tieen vida propia.
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