27.12.09

La vida exige cambios. Para seguir vivo e incluso para morir


La vida te toca a rebato de vez en cuando, es la ley de la vida y la muerte. Te avisa y te obliga a tomar un camino diferente, a cambiar de dirección o a pararte. Te exige un esfuerzo mayor o la toma de una decisión compleja que sabes que te cambiará el resto de tus días.

Yo estoy entrando en un camino nuevo; llevo muchos meses de andanzas por el barrizal tranquilo de la incertidumbre, de la salud herida, de las dudas y miedos. Y voy a entrar no sé bien donde, pero sé que voy a entrar en un nuevo espacio.

Ya he tomado decisiones al respecto, he cambiado de paredes, de personas y aires, he tenido la suerte de encontrar algunas voces nuevas que me han recibido maravillosamente, que me aprecian y me reconocen, lo cual es tremendamente difícil en estos tiempos. Dentro además de dos organizaciones bien distintas, una política y otra educativa.

No siento asco por algunas cosas que se han quedado abandonadas, aunque debería. No soy hombre de mirar para atrás. Pero si de aprender y de no guardar rencor. 

Acepto que yo no he sido capaz de hacer más amigos en mi vida profesional gráfica, de no enseñarles que enfrente tenían a un tipo simplemente normal, que no es poco, que podían sacar de mi mucho más, pero no a costa de los ninguneos sino de la colaboración y el respeto.

Un abrazo para ellos y que les vaya muy bien, aunque todavía me puedo encontrar con alguna zancadilla escondida.

Para ser feliz no hay que alimentar fantasmas a su alrededor, por mucho que ellos insistan en dejarse ver. Muchas veces con dar la luz suelen desaparecer.

Para el próximo periodo de vida deseo simplemente lo mismo que deseo para todos los demás. Igualdad, tranquilidad y paz, respeto, y muchas ganas de transformar.

La culpa de todo las tenemos nosotros, tú y yo.

Nosotros.

Ya vale de seguir quejándonos de todo. No hacer nada es la peor de las decisiones que se pueden tomar cuando hay tantas cosas por hacer. 

Si admitimos quedarnos quietos, simplemente para quejarnos, somos una basura más que no debe ni tener el derecho de juzgar. 

Somos responsables de todo. Incluso si somos tan pequeños que creemos que no se nos ve. Tenemos lo que permitimos que siga vivo, lo que no tenemos agallas para cambiar.

¿Se puede vivir mejor. Sí, se debe vivir mejor

He pensado en quitar todo tipo de estadísticas de este blog. Nada hay que más censure al pobre escritor, que saber cuantos le leen, qué calidad tienen, para qué sirve lo que narra. Así que una forma de volar, de escapar y no tener la autocensura de las audiencias pobres de un blog, es tal vez, no mirarlas, no tenerlas.
Pero no tenerlas y no hacerles caso es también una manera de no intentar ser más, de no desear mejorar a costa de fracasos, de curvas cerradas, de cambios de rasante al revés. Así que las mantengo aunque jurando que tal vez si tengo fuerza, no haré mucho caso a los números.

Tengo que confesar que hay más ventanas de mi propiedad en la red, que tengo más aves volando con desigual fortuna, algunas muy bien dotadas, otras en quiebra técnica, porque esto de Internet y los blog, es un tema complejo a la hora de engranar lo que te gusta con lo que les gusta a los demás, lo que sabes hacer con lo que los demás quieren leer. Y que la suma de todas ellas si que compensan las ganas que le pongo.
Pero sobre todo y como digo en algún lugar de jóvenes escritores, lo importante es gozar y divertirse, disfrutar con las osadías e intentar ser feliz.

El título de este blog da personalidad al lugar.
Se puede vivir mejor.
Es una afirmación aunque nació como una pregunta.
Y sobre todo es mi “primer hijo virtual”
A ciertas edades a uno ya no le queda mucho tiempo para preguntarse cosas, hay que empezar a responderse y por eso la transformación del título.
Si, se puede vivir mejor y lo curioso es que no nos atrevemos a ello. No es fácil, aunque algo mejor si lo sea, pero no caminamos en el buen rumbo. Nos engañan, lo sabemos y lo permitimos, o lo que es peor, colaboramos a que nos sigan engañando.

Sin duda vivimos en un siglo más, no es eterno esto, nuestras formas de entender la vida no servirán de nada dentro de un siglo, como no nos sirven a nosotros las anteriores. No sabemos qué será lo bueno dentro de sólo 50 años, pero sí que sabemos que esto no.
Así que no podemos defender como una verdad absoluta esta forma de entender la vida.
Por eso todos, yo el primero, debemos preguntarnos todos los días y a ser posible, respondernos. Un abrazo.