12.7.10

Un novio —Iker Casillas— besa a una novia —Sara Carbonero— por amor



Nada más natural que esta imagen, un pequeño vídeo maravillosamente natural, de un novio besando por amor a una novia. Tan importante es tocar el cielo, como sentirte humano y disfrutar sufriendo de los triunfos. Todos somos seres humanos, por mucho que cada vez haya más personas que no lo parezcan. Nos rodeamos de corazas absurdas, de metales duros para defendernos de no sabemos qué, y perdemos la oportunidad de disfrutar sufriendo, porque en algunos momentos tan importante es estar frío y calculador como dejarte llevar por los sentimientos y demostrar que eres humano y tienes sentimientos.
Iker Casillas es un gran ser humano, además de un buen portero de fútbol. Y Sara Carbonero una mujer joven que ha demostrado ser una gran profesional periodista. Dos simples seres humanos, maravillosos seres humanos, en tiempos en que tanto nos cuesta demostrar que ser huamno es lo lógico.

P.D.; Telecinco ha decidido censurar la difusión de este pequeño vídeo, solicitando dos millones de euros para que sea público. Este sencillo blog ha estado contando los dinericos de su hucha y por poco no le llegan para poder pagar el vídeo. Lo sentimos. Por poco, lo sentimos.

España debe seguir siendo un gran equipo humano en lo social, además de en lo deportivo

España es Campeona del Mundo. Pero la sensación debe contagiarse y no quedarse en una simple sensación futbolera. Durante semanas millones de ciudadanos de un Estado han pensado lo mismo, se han contagiado de una sensación tanto de euforia como de “poder”, de ser capaces, de ganas, de rasmia, de fuerza. ¡¡Podemos!!
¿Nos vamos a quedar en algo momentáneo y derrochar esta oportunidad de creer que somos capaces de todo?
Luego, si hemos creído que podemos en un asunto complicado pero trivial, debemos saber utilizar esa capacidad de fuerza mental para metas más importantes en el medio y largo plazo. Se nos ha respetado en un juego deportivo porque los contrincantes nos veían con potencia y ganas, sabían que enfrente había un gran equipo de personas. Que no se nos olvide, de personas. Ese respeto hay que ganárselo y todos nosotros tenemos que aprender de esta sensación para alcanzar metas más importantes. Es cuestión de respeto y de creencias en las posibilidades propias. De asertividad y de trabajar en equipo, de creer en los que dirigen y confiar en los que nos apoyan. Como equipo debemos ser creíbles y respetados, debemos saber que podemos salir de la actual crisis de convivencia, de sistema, de formas de gobernar. Que si nos unimos en una idea común saldremos fortalecidos de la actual crisis económica. Apoyando a los más débiles, trabajando más los que saben y pueden esforzarse, creyendo en los dirigentes y en nuestras posibilidades. Hay que dosificar las fuerzas para gastarlas todas en los momentos cruciales. Podemos ser un gran equipo y aprender del deporte, debemos ser un gran Estado, lleno de singularidades.