29.7.10

Ideas para cambiar la vida, nuestra vida, para mejorar la vida que tenemos que vivir

Todos en algún momento de nuestra vida nos hemos planteado que deberíamos cambia la vida, que la vida que estamos viviendo no nos gusta y que hay que buscar alternativas.
Pero mucho de nosotros lo hemos hecho de manera persistente y muchas veces sin encontrar la forma, la salida. Vamos a enumerar algunos consejos prácticas para cambiar la vida, para modificar nuestra existencia.
Lo primero es disponer de un par de horas de soledad, calma, tranquilidad y un papel con un bolígrafo. Así de sencillo.
Cambiar es duro, no es nada sencillo, requiere una gran fuerza propia. Por eso lo primero que nos tendremos que responder en el papel, y dejarlo escrito es si realmente queremos cambiar nuestra vida. Da igual si no nos vemos con fuerza, de momento el paso primero es saber si realmente estamos dispuestos a empezar a cambiar con todo lo que esto representa.
Si estamos seguros de que queremos cambiar la vida, el siguiente paso es apuntar en el papel qué queremos cambiar de nuestra vida. Normalmente no son todas las circunstancias que nos rodean sino parte de ellas las que nos oprimen, las que deseamos abandonar.
A partir de aquí, veamos, siendo sinceros, qué posibilidades reales tenemos de cambiar nuestra vida. En donde podemos encontrar ayudas exteriores y en donde grandes dificultades. Teneos un entorno que nos puede ayudar y otro entorno que nos pondrá dificultades. Hay que detectarlos, ser sinceros con nosotros mismos y ponerlo por escrito para seguir analizándolo con posterioridad. Seamos generosos y optimistas, confiemos en nuestras posibilidades y en las ayudas que podemos recibir. Nos sorprenderán si somos sinceros.
Ya sabemos que SI queremos, hemos decidido QUÉ cambiar y conocemos las posibilidades. Ahora vamos a elaborar nuestro PLAN de acción. Qué es más urgente, qué más importante, qué imposible, qué muy fácil. Y ordenemos estas acciones que debemos emprender. Y pongamos fechas a cada una de ellas. Y apuntemos a qué personas vamos a solicitar ayuda. Y además apuntemos ahora qué tipo de dificultades nos encontraremos. Es muy posible que luego, en verdad, sean otras, pero al menos las que ahora pensamos que surgirán ya las tenemos apuntadas y estaremos preparados para resolverlas.
Y no olvides, todo bien escrito para poder ordenarlo y revisarlo en cualquier momento.

27.7.10

No a la tortura animal que se convierte en un gran negocio. No a las corridas de toros como están ahora en España.

Mañana miércoles en el Parlament de Cataluña se decide si se prohíben las corridas de toros en Cataluña o si se dejan tal y como hasta ahora. Complicada decisión a la que tanto el PSOE como CIU han dado libertad de voto a sus diputados y con un resultado incierto.
Estamos en pleno siglo XXI y no es de recibo seguir maltratando a animales en público, como un espectáculo de pago, por mucho que tres este acto se encierre sin duda un particular arte. Todo es revisable en la historia de los pueblos, y sus manifestaciones festivas más que muchas otras órdenes de representación social.
No se trata de huir del nacionalismo español exacerbado, de la marca turística, del negocio que existe tras las corridas de todos, del que casi todos nos beneficiamos algo. Se trata de poner orden y abrir el debate.
Es posible que este ejemplo no sea seguido por el resto de territorios, pero tal vez es el momento de plantearnos si no se deberían modificar ciertas normas para convertir las corridas de toros en un espectáculo asumible por las culturas del siglo XXI. Cerrarse a los cambios lleva a la desaparición. Hoy no es asumible que hombres se enfrenten a muerte en un circo romano o en unas lanzas de la Edad Media. Respetamos más a los animales, al medio ambiente, odiamos todo tipo de tortura, luego hay que medir también las representaciones públicas que resulten violentas, aunque sean un gran negocio. Tal vez sea este el único problema que nos falta por resolver en el asunto de las corridas de todos. Su rentabilidad turística.
No es de recibo que aplaudamos mientras se tortura a un animal, después de pagar una entrada para ver como se le sacrifica en 20 minutos de tensa y desigual batalla. El camino está abierto al cambio y mañana será el día de ratificarlo.